martes, 30 de agosto de 2011

LUCIFER,




LUCIFER, CREADO COMO ANGEL DE LUZ Y BELLEZA
En la Biblia

Ver también: Demonio

La Biblia nos indica el estado privilegiado que tenía Lucifer y la razón de su caida:

Por haberse estirado en su altura levantando su copa hasta las nubes, y haberse engreído su corazón por su grandeza (Eze 31)

Tu esplendor ha caído en el Seol...¿Cómo has caído desde el cielo, brillante estrella, hijo de la Aurora?...Te decías en tu corazón: el cielo escalaré, encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono...Subiré a las alturas de las nubes, seré igual al Altísimo (Isa 14)

Tú eras el dechado de la perfección, lleno de sabiduría y de espléndida belleza. En el Edén, jardín de Dios, vivías. Innumerables piedras preciosas adornaban tu manto: rubí, topacio, diamante, crisólito, piedra de ónice, jaspe, zafiro, carbunclo y esmeralda; de oro era el borde de tu manto, de oro las incrustaduras, todo a punto desde el día en que fuiste creado. Como un querubín protector yo te había puesto en el monte santo de Dios. Eras perfecto en tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que apareció en ti la iniquidad. Con el progreso de tu tráfico te llenaste de violencia y pecados; y yo te he arrojado del monte de Dios y te he exterminado, oh querubín protector, de entre las brasas ardientes. Tu corazón se había engreído por tu belleza. Tu sabiduría estaba corrompida por tu esplendor. Y Yo te he derribado en tierra y te he presentado como espectáculo a los reyes (Eze 28)


EL PECADO DE LUCIFER

...no sea que llevado del orgullo venga a caer en la misma condenación en que cayó el diablo (I Tim 3)

El que obra la justicia es justo; quien peca es del Diablo, porque el Diablo es pecador desde el principio (I Juan 3)

Dios no perdonó a los ángeles pecadores, sino que, precipitados en el infierno, los entregó a las prisiones tenebrosas en espera del juicio (II Ped 2)

Dios creó al hombre para la incorrupción y le hizo a imagen de Su propio ser. Mas por la envidia del diablo entró la muerte al mundo y la experimentan los que le pertenecen (Sabi 2)

El Señor ha reservado en eterna prisión, en el fondo de las tinieblas, para el juicio del gran día, a los ángeles que no conservaron su dignidad sino que perdieron su propia mansión (Judas)

Por haberse estirado en su altura levantando su copa hasta las nubes, y haberse engreído su corazón por su grandeza, Yo le he entregado en manos del príncipe de las naciones para que proceda con él conforme a su maldad; le he desechado (Eze 31)

Tu esplendor ha caído al Seol...¿Cómo has caído desde el cielo, brillante estrella, hijo de la Aurora?...Te decías en tu corazón: el cielo escalaré, encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono; en el monte de la asamblea me sentaré, en lo último del Norte. Subiré a las alturas de las nubes, seré igual al Altísimo (Isa 14)

Eras perfecto en tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que apareció en ti la iniquidad. Con el progreso de tu tráfico te llenaste de violencia y pecados; y yo te he arrojado del monte de Dios y te he exterminado, oh querubín protector, de entre las brasas ardientes. Tu corazón se había engreído por tu belleza. Tu sabiduría estaba corrompida por tu esplendor (Eze 28)


LA EXPULSION DE LUCIFER DE LA PRESENCIA DE DIOS

Yo veía a Satanás cayendo del cielo como un rayo (Luc 10)

Su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo y las lanzó sobre la tierra (Apoc 12)

El Diablo ha descendido hacia vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo (Apoc 12)

Dios no perdonó a los ángeles pecadores, sino que, precipitados en el infierno, los entregó a las prisiones tenebrosas en espera del juicio (II Ped 2)

El diablo fue arrojado al estanque de fuego y de azufre, donde están la Bestia y el Falso Profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos (Apoc 20)

El Señor ha reservado en eterna prisión, en el fondo de las tinieblas, para el juicio del gran día, a los ángeles que no conservaron su dignidad sino que perdieron su propia mansión (Judas)

Tu esplendor ha caído al Seol...¿Cómo has caído desde el cielo, brillante estrella, hijo de la Aurora?...Te decías en tu corazón: el cielo escalaré, encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono...Subiré a las alturas de las nubes, seré igual al Altísimo (Isa 14)

Miguel y sus ángeles lucharon contra el Dragón. El Dragón y sus ángeles combatieron, pero no pudieron prevalecer y no hubo puesto para ellos en el cielo. Y fue precipitado el gran Dragón, la serpiente antigua, que se llama “Diablo” y “Satanás”, el seductor del mundo entero, y sus ángeles fueron precipitados con él (Apoc 12)

Eras perfecto en tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que apareció en ti la iniquidad. Con el progreso de tu tráfico te llenaste de violencia y pecados; y yo te he arrojado del monte de Dios y te he exterminado, oh querubín protector, de entre las brasas ardientes. Tu corazón se había engreído por tu belleza. Tu sabiduría estaba corrompida por tu esplendor. Y Yo te he derribado en tierra y te he presentado como espectáculo a los reyes (Eze 28)

San Miguel Arcángel vence a Satanás
San Miguel vence al demonio

Nombres de Satanás en las Sagradas Escrituras:

Abaddón (Apoc 9)

Angel del abismo (Apoc 9)

Angel de luz (II Cor 11)

Apolyon (Apoc 9)

Asmodeo (Tob 3)

Beelzebul, príncipe de los demonios / dios de Acarón (Mat 10 y 12, Mar 3, Luc 11, II Rey 1)

Belial (II Cor 6)

Cae como rayo

Demonio (Jud 9, Hech 10)

Diablo (Apoc 2, 12 y 20, Mat 4, 13 y 25, Hech 13, Juan 6, 8 y 13, Luc 4 y 8, I Juan 3, I Tim 3, Sabi 2, I Ped 5, Sant 4, Hebr 2, Efe 4 y 6, II Tim 2)

Dios de este siglo (Efe 2, II Cor 4)

Gran Dragón (Apoc 12)

Hijo de la aurora (Isa 14)

Legión (Luc 8)

Maligno (Mat 13, I Juan 2, 3 y 5, II Juan 5, II Tes 3, Efe 6)

Príncipe (Dan 10)

Príncipe de la potestad del aire (Efe 2)

Príncipe de este mundo (Juan 12, 14 y 16)

Satán (Job, I Crón 21, Zac 3)

Satanás (Mat 4 y 16, Marc 1, 4 y 8, Juan 13, Luc 10, 11, 13 y 22, Rom 16, I Cor 5, II Cor 11 y 12, I Tim 1, I Tes 2, II Tes 2, Apoc 3, 12 y 20, Job 1 y 2, Hech 5 y 26)

Serpiente antigua (Apoc 12)

El que está en el mundo (I Juan 4)

Según la acción que ejercen sobre nosotros:

Acusador (Zac 3, Apoc 12)

Adivinador (Hech 16)

Ciego y mudo (Mat 12)

de cobardía (II Tim 1)

de disputa (Sant 3)

Enemigo (Mat 13)

de envidia (Fil 1)

de error (I Juan 4)

el espíritu que obra en todos los hijos de la incredulidad (Efe 2)

el espíritu secular de este mundo (Efe 2)

de fornicación (Ose 4 y 5)

Homicida (Juan 8)

Inicuo (II Tes 2)

de mentira (II Rey 22)

Mudo (Luc 11, Mat 9, Marc 9)

Padre de la mentira (Juan 8)

de rivalidad (Fil 2)

Seductor (I Tim 4)

el tentador (Mat 4)

de venganza (Eze 25)

El demonio busca la oportunidad para seducir al hombre para apartarlo de la verdadera felicidad que se encuentra solo en Dios.

Demonio
DIABLO: Etim: Del griego: diabolus, diabolus (diablo)
El Homicida, El Maligno, El Mentiroso, Príncipe de este mundo.

En esta página: Doctrina Estrategia del demonio Las armas contra las tentaciones del demonio Preguntas de nuestro correo ¿Perdonará Dios al demonio?

Ver también: Angeles | Combate espiritual | Exorcismo | Infierno| Lucifer | Oraciones de Liberación | Renuncia a Satanás | Satanismo | El Diablo hoy ¡Apártate Satanás! -G. Huber
| La Iglesia debe hablar del demonio -Cottier | Tratado de demonología -Fortea | Mas info: Libro sobre el demonio de Corrado Balducci.


DOCTRINA
Demonio: Nombre general de los espíritus malignos, ángeles caídos (expulsados del cielo). El jefe de estos ángeles rebeldes es Lucifer o Satanás (Mat 25).

"Si alguno dice que el diablo no fue primero un ángel bueno hecho por Dios, y que su naturaleza no fue obra de Dios, sino que dice que emergió de las tinieblas y que no tiene autor alguno de sí, sino que él miso es el principio y la sustancia del mal, como dijeron Maniqueo y Prisciliano, sea anatema. (Concilio de Braga, 561; Denzinger 237).

"Creemos que el diablo se hizo malo no por naturaleza, sino por albedrío." (IV Concilio de Letrán, 1215, Denzinger 427).

"La muerte de Cristo y Su resurrección han encadenado al demonio. Todo aquél que es mordido por un perro encadenado, no puede culpar a nadie más sino a sí mismo por haberse acercado a él." -San Agustín.

“Toda la vida humana, la individual y colectiva, se presenta como una lucha, y por cierto dramática, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas”. (Concilio Vat II, Gaudium et Spes #13)
“A través de toda la Historia humana existe una dura batalla contra el poder de las tinieblas que, iniciada en los orígenes del mundo, dudará, como dice el Señor, hasta el día final”. (Ibid, #37)

Acerca de los demonios
Los demonios residen en el infierno y no gozan de los beneficios de la redención de Cristo. Los demonios, sin embargo, no perdieron su capacidad racional, sino que la utilizan para el mal. Dios les permite ejercitar influencia limitada en las criaturas y las cosas.

El demonio no es una fábula como algunos, para su desgracia, piensan. Su existencia real ha sido siempre enseñada por la Iglesia en su magisterio ordinario. Desmentir la existencia del demonio es negar la revelación divina que nos advierte sobre nuestro enemigo y sus tácticas.

Jesucristo vino para vencer al demonio y liberarnos de su dominio que se extendía por todo el mundo sin que pudiésemos por nuestra cuenta salvarnos.

Jesucristo vence al demonio definitivamente en la Cruz. La actividad del demonio en la tierra sin embargo continuará hasta el fin de los tiempos. La parusía manifestará plenamente la victoria del Señor con el establecimiento de su Reino y el absoluto sometimiento de todos sus enemigos. Mientras tanto Dios permite que vivamos en batalla espiritual en la cual se revela la disposición de los corazones y nos da oportunidad de glorificar a Dios siendo fieles en las pruebas. Ahora debemos decidir a que reino vamos a pertenecer, al de Cristo o al de Satanás. Si perseveramos fieles a Jesús a través de las pruebas y sufrimientos, el demonio no podrá atraparnos.

Tenemos en la Iglesia todos los medios para alcanzar la gracia ganada por Jesucristo en la Cruz. Dios es todopoderoso y, si estamos en comunión con El, no debemos temer al enemigo. Mas bien debemos temer el separarnos de Dios pues sin su gracia estaríamos perdidos.

Todos los santos lucharon con valentía contra el demonio pues los sostenía la fe. Sus vidas son modelos que nos demuestran como vivir en el poder de Jesucristo la vida nueva.


El catecismo de la Iglesia Católica sobre el demonio:

2850 La última petición a nuestro Padre está también contenida en la oración de Jesús: "No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno" (Jn 17, 15). Esta petición concierne a cada uno individualmente, pero siempre quien ora es el "nosotros", en comunión con toda la Iglesia y para la salvación de toda la familia humana. La Oración del Señor no cesa de abrirnos a las dimensiones de la Economía de la salvación. Nuestra interdependencia en el drama del pecado y de la muerte se vuelve solidaridad en el Cuerpo de Cristo, en "comunión con los santos".

2851 En esta petición, el mal no es una abstracción, sino que designa una persona, Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios. El "diablo" ["dia-bolos"] es aquél que "se atraviesa" en el designio de Dios y su obra de salvación cumplida en Cristo.

2852 "Homicida desde el principio, mentiroso y padre de la mentira" (Jn 8, 44), "Satanás, el seductor del mundo entero" (Ap 12, 9), es aquél por medio del cual el pecado y la muerte entraron en el mundo y, por cuya definitiva derrota, toda la creación entera será "liberada del pecado y de la muerte".[136] "Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado de Dios le guarda y el Maligno no llega a tocarle. Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero yace en poder del Maligno" (1 Jn 5, 18-19):

El Señor que ha borrado vuestro pecado y perdonado vuestras faltas también os protege y os guarda contra las astucias del diablo que os combate para que el enemigo, que tiene la costumbre de engendrar la falta, no os sorprenda. Quien confía en Dios, no tema al demonio. "Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?" (Rm 8, 31).

2853 La victoria sobre el "príncipe de este mundo" (Jn 14, 30) se adquirió de una vez por todas en la Hora en que Jesús se entregó libremente a la muerte para darnos su Vida. Es el juicio de este mundo, y el príncipe de este mundo ha sido "echado abajo" (Jn 12, 31).[138] "El se lanza en persecución de la Mujer", pero no consigue alcanzarla: la nueva Eva, "llena de gracia" del Espíritu Santo es librada del pecado y de la corrupción de la muerte (Concepción inmaculada y Asunción de la santísima Madre de Dios, María, siempre virgen). "Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos" (Ap 12, 17). Por eso, el Espíritu y la Iglesia oran: "Ven, Señor Jesús" (Ap 22, 17.20), ya que su Venida nos librará del Maligno.

2854 Al pedir ser liberados del Maligno, oramos igualmente para ser liberados de todos los males, presentes, pasados y futuros de los que él es autor o instigador. En esta última petición, la Iglesia presenta al Padre todas las desdichas del mundo. Con la liberación de todos los males que abruman a la humanidad, implora el don precioso de la paz y la gracia de la espera perseverante en el retorno de Cristo. Orando así, anticipa en la humildad de la fe la recapitulación de todos y de todo en Aquel que "tiene las llaves de la Muerte y del Hades" (Ap 1, 18), "el Dueño de todo, Aquel que es, que era y que ha de venir" (Ap 1, 8): Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.


¿Creó Dios a los demonios?

Dios no creó demonios sino ángeles, espíritus puros, dotados con gracia santificante, muy hermosos y capaces de bondad. Dios dotó a todos los ángeles con libertad para escoger el bien y el mal. Lucifer y sus seguidores, por orgullo, pecaron, quisieron separarse de Dios y se llenaron de maldad. Es así que se les negó la visión beatífica.

¿De dónde vino esta maldad? La maldad es causada por una opción libre de separarse de Dios. Es una carencia, una ruina.

Por ejemplo, cuando un carro choca se queda dañado. El daño no es una creación sino la ruina del carro. Los demonios fueron creados como los demás ángeles. Se transformaron en demonios por su pecado. Se pervirtieron sus poderes angelicales los cuales usan para el mal.

Dios sabía que algunos ángeles se rebelarían pero los creó porque Dios toma la libertad en serio, hasta sus últimas consecuencias. Pero igualmente el bien tiene y tendrá consecuencias. Si solamente pudiésemos hacer el bien no seríamos libres y no tendría mérito.


Armas contra Satanás
Dios nos da en la Iglesia todas las armas para vencer al demonio.

Juan Pablo II, 17 feb. 2002 (1er domingo de cuaresma)

Exortó a la vigilancia «para reaccionar con prontitud a todo ataque de la tentación».

Habló de las armas del cristiano «para afrontar el diario combate contra las sugerencias del mal: la oración, los sacramentos, la penitencia, la escucha atenta de la Palabra de Dios, la vigilancia y el ayuno».

Estos medios ascéticos, inspirados por el mismo ejemplo de Cristo, siguen siendo indispensables hoy, pues «el demonio, "príncipe de este mundo", continúa todavía hoy con su acción falaz».

El Papa pidió entusiasmo en «el camino penitencial de la Cuaresma para estar preparados a vencer toda seducción de Satanás y llegar a Pascua en la alegría del espíritu».


Recurrimos también a los sacramentales. Entre ellos agua, aceite y sal exorcizadas. Estos se utilizan en los exorcismos según las fórmulas del Ritual Romano.

Oraciones de liberación



Lucifer (del latín lux "luz" y fero "llevar": "portador de luz") es, en la mitología romana, el equivalente griego de Fósforo o Eósforo (Έωσφόρος) ‘el portador de la Aurora’ que proviene de la antigua dama oscura Luciferina.

Este concepto se mantuvo en la antigua astrología romana en la noción de la stella matutina (el lucero del alba) contrapuesto a la stella vespertina o el véspere (el lucero de la tarde o véspero), nombres éstos que remitían al planeta Venus, que según la época del año se puede ver cerca del horizonte antes del amanecer o después del atardecer.

Lucifer en la tradición cristiana


Lucifer era un ángel (querub o querubín), hermano del ángel Gabriel, muy hermoso que por soberbia se rebeló contra Dios, queriendo ser como él, por lo que fue confinado al ámbito terrestre. Antes de la rebelión, Lucifer estaba por encima de todas las categorías de los ángeles ya que era el más hermoso de todos estos. El nombre Lucifer, sería lo que en una época habría sido el nombre que recibió de Dios en persona (referencia requerida). Tras su rebeldía, en la que arrastró a un tercio de los ángeles del cielo, ya no sería “portador de la luz” sino que sería llamado “adversario” (SatánIsaías (Is 14.12-14) de la Vulgata de San Jerónimo (siglo V), traducción que él hace de la Biblia, del griego (Nuevo Testamento) y hebreo (Antiguo Testamento) al latín, para designar a la palabra Lucero. En este texto se vislumbra el antiguo relato del ángel caído: significa “opositor”). La primera vez que se cita el nombre de Lucifer es en un texto del profeta

Español: "¡Cómo has caído del cielo, Lucero, hijo de la Aurora! Has sido abatido a la tierra dominador de naciones! Tú decías en tu corazón: "escalaré los cielos; elevaré mi trono por encima de las estrellas de Dios; me sentaré en el monte de la divina asamblea, en el confín del septentrión escalaré las cimas de las nubes, semejante al Altísimo" (Is 14:12-14)

Latín: "Quomodo cecidisti de caelo, lucifer, fili aurorae?! Deiectus es in terram, qui deiciebas gentes!, qui dicebas in corde tuo: 'In caelum conscendam, super astra Dei exaltabo solium meum, sedebo in monte conventus in lateribus aquilonis; ascendam super altitudinem nubium, similis ero Altissimo'" (Is 14.12-14)

No obstante, además del sentido grecolatino del término, Lucifer ya era identificado por la tradición veterotestamentaria con una estrella caída, ya que en el lenguaje bíblico las estrellas representan a los ángeles.

Otro texto del profeta Ezequiel también podría ser ilustrativo:

"Hijo de hombre, entona una elegía sobre el rey de Tiro. Le dirás: Así dice el Señor Yahveh: Eras el sello de una obra maestra, lleno de sabiduría, acabado en belleza. En Edén estabas, en el jardín de Dios. Toda suerte de piedras preciosas formaban tu manto: rubí, topacio, diamante, crisólito, piedra de ónice, jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda; en oro estaban labrados los aretes y pinjantes que llevabas, aderezados desde el día de tu creación. Querubín protector de alas desplegadas te había hecho yo, estabas en el monte santo de Dios, caminabas entre piedras de fuego. Fuiste perfecto en su conducta desde el día de tu creación, hasta el día en que se halló en ti iniquidad. Por la amplitud de tu comercio se ha llenado tu interior de violencia, y has pecado. Y yo te he degradado del monte de Dios, y te he eliminado, querubín protector, de en medio de las piedras de fuego. Tu corazón se ha pagado de tu belleza, has corrompido tu sabiduría por causa de tu esplendor. Yo te he precipitado en tierra, te he expuesto como espectáculo a los reyes. Por la multitud de tus culpas por la inmoralidad de tu comercio, has profanado tus santuarios. Y yo he sacado de ti mismo el fuego que te ha devorado; te he reducido a ceniza sobre la tierra, a los ojos de todos los que te miraban. Todos los pueblos que te conocían están pasmados por ti. Eres un objeto de espanto, y has desaparecido para siempre." (Ez 28.12-19)

Puede apreciarse que en un mismo mensaje tiene doble destinatario: va dirigido a Satanás pero también a un engreído rey humano. Aunque el mensaje va para el rey de Tiro, se dice que era ‘querubín protector’, que estaba en el Edén, pero luego fue “precipitado a tierra”... La soberbia fue lo que caracterizó todo el proceso de rebeldía. Satanás y los suyos pretendían asemejarse a Dios. Precisamente la soberbiaCiertamente la soberbia creará contienda…” (Proverbios 13:10; Habacuc 2:5). es considerada como el más grave pecado (Salmos 18:14). De ella se derivaron todas las clases de perdición (Tobías 4:14). “

Puede resumirse que Lucifer era un ángel muy hermoso que por soberbia se rebeló contra Dios, queriendo ser como él, y fue denigrado como castigo, junto con el ejército de ángeles rebeldes que arrastró consigo, siendo desde ese momento reconocido como un Ángel caído. Desde su rebelión es denominado "adversario" (en hebreo Satán -Satanás-).

  • Dicha caída es lo que se relata en el Génesis, cuando Satanás es simbolizado como "la serpiente".
  • Durante los tiempos antiguos -Antiguo Testamento- Satanás estaba en el ámbito terrestre (había perdido su condición de querubín celestial), pero podía retornar al cielo. El relato de Job permite esa deducción:

Y dijo el Señor a Satán: ¿De dónde vienes tú? Y respondió Satán: He dado la vuelta por la tierra” (Job 1:7; 2:2)

Siglos después, en tiempos de Jesús, estaba siendo juzgado (Jn 16:11), pero aún no había ocurrido lo fundamental. Jesús explica que el Reino de Dios tiene como fin contrarrestar "la autoridad y poder de Satanás". Para confinarlo en tierra (sin retorno al cielo) era indispensable el sacrificio de Cristo. Eso fue lo determinante.

  • “... la sangre del Cordero” determinó que “no tenga más lugar en el cielo”. (Apocalipsis 12 lo expresa en los versículos 11 y 8). Luego, la acción de arrojarlo por tierra es efectuada por el arcángel Miguel con sus ángeles. Las implicancias de ese hecho se describen en Apocalipsis 12 versículos 7 al 11.

Para el diablo, lo trágico es que si antes podía subir al cielo (Zac 3:1), desde el triunfo de Cristo ha perdido ese privilegio, o sea, no puede volver hasta aquél nivel como “acusador” (Ap.12:8). Por eso la alegría celestial:

alegraos, ¡oh cielos, y los que moráis en ellos! ¡¬Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira...” (Ap. 12:12) Tales circunstancias serían las que se viven desde el Siglo I en adelante.

El judaísmo consideraba a Lucifer y a Satanás como dos entidades separadas. Igualmente el gnosticismo considera a Satanás y a Lucifer dos personajes completamente diferentes, siendo el primero un terrible demonio y el segundo la sombra del logos, el divino tentador, el entrenador psicológico, aquel que pone a prueba al adepto para lograr la iniciación.

En el cristianismo ambos conceptos son identificados con el Diablo (Apocalipsis 12,9). La diferenciación radica en que Lucifer es el nombre del "Príncipe de los demonios" como ángel antes de su caída; y el nombre de "Satán" o Satanás, el que adopta después. (Ya que "Lucifer" significa en latín "portador de luz", mientras que "Satán" es "adversario" en hebreo).

Por lo demás, Lucifer forma parte también del panteón de deidades vuduistas, hecho éste que hace ostensible, una vez más, el carácter sincrético de este culto.

Diferencias entre judaísmo, cristianismo e islamismo

La visión que tienen las tres religiones monoteístas de Lucifer varía tremendamente. Mientras que para los judíos Lucifer, Satán y Belcebú son tres entidades diferentes, Lucifer es un término metafórico para referirse al Rey de Babilonia en el Libro hebreo de Isaías Cap. 14, Satanás es un miembro de la Corte Celestial que ejerce como Procurador o Fiscal del Cielo, que asesora a Dios como una especie de acusador y Belcebú un ídolo que se adoraba en la ciudad filistea de Ecrón en los tiempos del Reino de Israel. Los cristianos ven en Lucifer y Satán a la misma entidad; un ser demoniaco, malvado, el Ángel Rebelde que inició una revolución contra Dios en aras de derrotarlo y no someterse a su voluntad; solo que con diferentes nombres, pero una misma entidad. Para los cristianos, el Diablo es la personificación de toda la maldad del Universo, el origen de todo mal. Belcebú es el segundo demonio más poderoso por orden jerárquico, llamado señor de las moscas pues es considerado en el cristianismo que hay orden jerárquico en el cielo y también en el infierno. Los catolicos en su catecismo en su numeral 391 consideran que "El Diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a si mismos malos", y en el numeral 392 del mismo catecismo que "esta caida consiste en la eleccion libre de estos espiritus que rechazaron radical e irrevocablemente a Dios y a su Reino". es decir que para los catolicos, Lucifer se condeno a si mismo eligiendo voluntariamente el mal, y las decisiones de los angeles sean buenos o malos son irrevocables segun el numeral 393 del mismo catecismo.

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