martes, 30 de agosto de 2011

¿Qué son los evangelios apócrifos?




¿Qué son los evangelios apócrifos?
El término apócrifo fue adoptado por la Iglesia para designar los libros cuyo autor era desconocido y que desarrollaban temas ambiguos

¿Qué son los evangelios apócrifos?
¿Qué son los evangelios apócrifos?

Hace un tiempo apareció en cartelera una película llamada "Estigma" la cual gira en torno a la oposición de la Iglesia de revelar el Evangelio de Tomás, el cual, de acuerdo a la cinta, contendría los dichos de Jesús, que es decir "la ipsisima verba Iesu" (las mismísimas palabras de Jesús). Esto, esencialmente es sólo producto del escritor, ya que el Evangelio de Tomás se encuentra contenido en cualquier edición crítica de los libros que son conocidos como "Evangelios Apócrifos", los cuales en su mayoría fueron escritos después del siglo II de nuestra era, y que fueron rechazados por la Iglesia por contener material contrario a la fe, esencialmente de carácter Gnóstico o Doscetista. Podemos decir que existen más de 64 escritos, entre fragmentos y obras completas, los cuales han sido considerados apócrifos, la mayoría de ellos, con el fin de ganar popularidad; fueron propuestos como escritos por alguno de los apóstoles e incluso por la misma Virgen María.

Sobre este particular, el evangelio de Lucas es testimonio de que ya desde los tiempos apostólicos, muchos habían buscado poner por escrito los pasajes relacionados con la salvación realizada por Cristo (cf. Lc. 1,1), sin embargo, ya Orígenes (+235-254), comentando este pasaje distinguía, al lado de los cuatro evangelios inspirados y recibidos como tales por la Iglesia, otros muchos "compuestos por quienes se lanzaron a escribir evangelios sin estar investidos de la Gracia del Espíritu Santo" (Hom. in Lc I; PG 13,1801). De acuerdo a su testimonio, tales libros estaban en poder de los herejes. "La Tradición apostólica hizo discernir a la Iglesia qué escritos constituyen la lista de los Libros Santos. Esta lista integral es llamada "Canon" de las Escrituras. Comprende para el Antiguo Testamento 46 escritos (45 si se cuentan Jr y Lm como uno solo), y 27 para el Nuevo". CIC 120.

Podemos decir que el termino "apócrifo" fue adoptado por la Iglesia para designar los libros cuyo autor era desconocido y los cuales desarrollaban temas ambiguos, que aun presentándose con carácter sagrado, no tenían solidez en su doctrina e incluían elementos contradictorios a la verdad revelada. Esto hizo que estos libros fueran considerados como "sospechosos" y en general poco recomendables. Se pude decir que los apócrifos más antiguos, los que eran realmente de carácter tendencioso, han desaparecido, siendo remplazados en su mayoría, por escritos modificados que presentan una idea más ortodoxa. La mayoría de ellos se encuentran en la lengua original (principalmente griega, copta o siríaca).

Como sería imposible mencionar todos estos escritos en esta sección, solamente mencionaremos los más importantes y los que más han influido en el pensamiento de la Iglesia a lo largo de los años, con el fin de tener una idea sumaria de estos, señalando las aportaciones positivas y negativas que han surgido de ellos.

El más importante sin lugar a dudas sería el "Proto Evangelio de Santiago". Este escrito es el apócrifo ortodoxo más antiguo que se conserva íntegro y que más ha influido en las narraciones sobre la vida de María y de la infancia de Cristo. Este escrito realizado por un desconocido, lo firmó y atribuyó a Santiago el Menor, con el fin de que alcanzara popularidad y prestigio. Parece haber sido escrito en diferentes etapas; la primera de las cuales no es anterior a la mitad del siglo II (ca. 160) y su redacción final, tal como la tenemos ahora no va más allá del siglo IV.

Podemos decir que "Proto Evangelio de Santiago" pretende ante todo proteger la Virginidad Perpetua de María que se vería amenazada en el siglo II por el ataque de los paganos y de algunas sectas Judaicas. El autor, al parecer, sería un cristiano helenista de Egipto o del Asia menor que se propuso tejer una narración novelada y sensacionalista de la vida de María con un fin más apologético que histórico. A pesar de todo, este escrito tuvo una fuerte influencia entre los escritores y oradores de los primeros siglos e impactó fuertemente la teología y la vida litúrgica de la Iglesia. A este documento se debe el nombre de los padres de la Santísima Virgen María y la fiesta de la Presentación en el Templo. Uno de los problemas con los que se enfrenta hoy la teología, es el hecho de que por siglos este escrito llegó a considerarse como histórico, llegando a darle credibilidad a muchas de las escenas que en ella se relatan y que no pueden ser sino producto de un amor desmedido por la Madre de Dios y que en nada pudieron estar referidas a la realidad vivida por la Santísima Virgen. En este escrito, que como decíamos pretende defender la Virginidad perpetua de María, la cual se vería empañada incluso por algunos testimonios de la Sagrada Escritura (como es el hecho de la purificación de María, y la mención de los hermanos de Jesús), propuso historias fantásticas en las cuales se hace ver a la Virgen como una persona que era alimentada por los Ángeles, viviendo en una especie de monasterio en donde sus pies no tocaban el suelo al caminar.

En su afán de proteger la virginidad, salvando los pasajes en donde se mencionan a los "hermanos de Jesús", el autor del Proto Evangelio de Santiago, presenta a José como un viejito viudo, el cual habría ya tenido familia con su primer esposa, y a quien se le encarga la custodia de María. Esto, aunque protege el pasaje bíblico, desencarna la realidad de la santa Pareja de Nazaret, ya que José, debió de haber sido un joven apuesto de unos 30 años y muy enamorado de la hermosa María. Tanto el nacimiento de Jesús como su infancia es narrada de manera novelesca y rodeada de un sinnúmero de milagros. Este escrito, pues, ha servido para enriquecer la liturgia, pero dado su carácter y su finalidad, ha creado confusión en muchos círculos teológicos por lo que hoy por hoy se ve con mucha cautela y sobre todo se distinguen en él su estilo, género y sentido literario con el fin de no tener como histórico lo que no es.

Sobre Tomás, existe dos escritos: uno llamado "Evangelio del Pseudo Tomás" y otro llamado "Evangelio de Tomás" (que es posiblemente al que se refiere la película Estigma). El primero libro apócrifo, se refiere a la Infancia de Jesús y que no tiene ninguna conexión con el "Evangelio de Tomás". Por la manera en que está escrito, es muy posible que su autor haya sido un cristiano helenista mediocremente versado en lengua y literatura judaica. En él se ven fuertes influencias, del hinduísmo, ya que las narraciones de la infancia son muy parecidas a las de Krishna y Buda. No faltan tampoco acentos Gnósticos y mágicos para darle colorido al escrito. A pesar de esto no se puede negar el influjo que algunos pasajes de este escrito han dejado en la leyenda y en la Iconografía.

En cuanto a la redacción final del Evangelio del Pseudo Tomás, podemos decir que es muy posible que se remonte al final del siglo II. En su escritura podemos ver muchos supuestos milagros realizados por Jesús en su infancia, y de su relación con los fariseos los cuales no son sino una proyección en retrospectiva de lo que fue su vida pública. Por otro lado presenta una imagen de Jesús rencorosa, en la cual, como si fuera un mago, usa de sus "poderes" para vengarse u obtener ventajas personales sobre algunas situaciones de la vida. Todo ésto hace del escrito en cuestión, una fábula que poco puede decir al cristiano, y puede, incluso llegar a crearse una imagen equivocada de la vida oculta de Jesús y con ella del ministerio realizado en su vida pública. Lo pintoresco de los relatos pueden ser un buen aliciente para leerlo, pero en ellos se pude esconder el veneno de la herejía.

Por lo que respecta al escrito conocido como "Evangelio de Tomás", este se refiere a un escrito descubierto en 1945 en la Biblioteca de Nag Hammadi, el cual data muy posiblemente del final del siglo IV. Este documento ha traído la respuesta definitiva a una serie de interrogantes suscitados por un supuesto "Evangelio de Tomás" que se usaría en algunas sectas cristianas. De acuerdo a los especialistas, este documento más que un evangelio se refiere a una serie de dichos y parábolas evangélicas que serían usados principalmente por los Maniqueos (secta filosófica que considera un doble principio: uno el bien y otro el mal). Sobre este escrito, san Cirilo de Jerusalén advertía al final del siglo IV que nadie debía de leer este supuesto evangelio pues contenía material contrario a la fe. El documento consta de 114 dichos, distribuidos de manera arbitraria y solo unidos por la frase: "Jesús dijo".

En este evangelio, Tomás aparece como el garante de las enseñanzas, como es común en otros escritos Gnósticos, como son las "Actas apócrifas de Tomás" y la "Pistis Sophia". En este escrito, cuando se habla por ejemplo del Reino, este término no tiene el mismo sentido que en los evangelios canónicos en donde indica la soberanía de Dios, sino que hace referencia a un estado espiritual del gnóstico, al conocimiento de sí mismo y del universo. Por ello la salvación, más que un acto de fe y obediencia, es un acto de conocimiento. En algún tiempo los investigadores se preguntaron si los pasajes que tiene parecido a las parábolas y enseñanzas de Jesús en los evangelios Canónicos, podrían ser la base sobre la que luego se construirían los evangelios. Sin embargo hoy la mayoría de los investigadores están de acuerdo que estos dichos recopilados en el evangelio apócrifo de Tomás, corresponden a un desarrollo bastante posterior a los escritos canónicos, por lo que no pueden ser fuente de éstos. Es sin embargo posible que pertenezcan a una tradición paralela a la de los Sinópticos y en buena parte independiente de ella, posiblemente proveniente de una comunidad Judeo-cristiana radicada en Siria a mediados del siglo II. Sin embargo el texto que llega a nosotros es mucho posterior y refleja la influencia de los diferentes redactores.

Podemos decir, en suma, que la mayoría de estos escritos, o contienen material de carácter gnóstico o doscetista, y que en sus orígenes buscaron explicar algunos de los misterios del cristianismo, o fueron redactados para proteger algunas verdades de la Iglesia pero sin un fundamento teológico o histórico sólido. Por ello, aunque su lectura ha dado luz en algunas áreas de la Iglesia, el uso de estos por el común del pueblo, ha creado confusiones, mitos y creencias que en nada se acercan a la realidad histórica o evangélica, por lo que su lectura deberá ser hecha siempre bajo la guía de alguna persona versada en su contenido a fin de no desvirtuar ni su contenido ni la verdad revelada por Cristo en la Sagrada Escritura. "El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo, es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma." (CIC 85). Sin embargo, "el Magisterio no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar puramente lo transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo explica fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como revelado por Dios para ser creído". (DV10)


¿Qué son los evangelios apócrifos?


Respuesta:

Desde los primeros tiempos, junto a los relatos canónicos (es decir, los reconocidos por la Iglesia católica) se elaboraron muchos otros textos de origen espúreo, que contenían una presentación de Jesús desconcertante, contradictoria e ilógica. Se distinguen completamente de los escritos neotestamentarios. En la edición de 'Los Evangelios Apócrifos' de Luigi Moraldi, ocupan más de 2.000 páginas. Hay dentro de ellos cosas muy valiosas, tal vez con datos y anécdotas históricas de Cristo que han pervivido en la tradición; pero están mezcladas con datos que son ciertamente falsos, como ser: errores geográficos de Palestina, falta de fidelidad histórica, relatos de milagros fantasiosos en la infancia de Cristo (en el Evangelio de Tomás, por ejemplo, aparece Cristo haciendo pajaritos de arcilla y dándoles vida con un soplo) o milagros punitivos (Cristo hace milagros para castigar a quienes no quieren aceptarlo) como en el Evangelio de Pedro.

Los Evangelios Apócrifos de los dos primeros siglos cristianos siguen substancialmente dos trayectorias: por un lado copian géneros y datos ya ofrecidos por el Nuevo Testamento (así, por ejemplo, tenemos los evangelios de la infancia de Jesús, los evangelios de su vida pública, los evangelios de la pasión, muerte y resurrección, las actas de los apóstoles, cartas apócrifas de Pablo y Apocalipsis apócrifos); por otro lado, se preocupan de suplir la sobriedad y los silencios de los Evangelios canónicos con una fantasmagoría de creaciones legendarias, en cuyo interior se esconden, de vez en cuando pepitas de oro de narraciones históricas.

Nunca han sido aceptados por la Iglesia, por no estar contenidos en el 'Canon de Muratori' que es una lista de los libros inspirados que hizo la Iglesia en el siglo II.


EVANGELIOS APOCRIFOS SEGUN LA IGLESIA CATOLICA


Los Evangelios Gnósticos
Los evangelios conocidos como apócrifos, comprenden alrededor de 50 textos, escritos algunos en arameo, otros en copto, en griego antiguo, en egipcio, etc.
En 1945 fueron descubiertos por campesinos Egipcios, los papiros de Nag Hammadi, que recopilaban una serie de textos originales, en una forma muy parecida a los cuatro evangelios reconocidos por el cristianismo ortodoxo, con clara expresión del cristianismo gnóstico esencial, prístino, original . Estos evangelios fueron desdeñados por el catolicismo con el nombre de apócrifos (por considerar que “se apartan de la verdad”, al menos la pretendida) considerados actualmente “Evangelios apócrifos gnósticos”, entre los que se encuentran el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Felipe, de María Magdalena, el evangelio apócrifo de Juan, el de San Valentín; y para asombro de los intelectualoides de la Era del Kaly Yuga, en pleno 2006, el evangelio de Judas.
La arqueología rasga con la misma brutalidad que la ciencia oficial niega lo divino, los preceptos más acérrimos, las convicciones vueltas tabú de la religionería que ha dominado a occidente por casi dos mil años, a la luz del conocimiento develado en frases y aclaraciones sencillas por el V.M. Samael Aun Weor, mucho tiempo antes que el mismo maestro tuviese la oportunidad de sostener sus afirmaciones con irrefutables hallazgos arqueológicos.
Decía Jesús a sus discípulos en El Evangelio de Tomás: “el reino de Dios esta en ti y a tu alrededor corta un trozo de madera y ahí estaré, levanta una piedra y me encontraras”
La doctrina del SER, la doctrina del Cristo Universal, esa fuerza primordial capaz de engendrar el caos y crear todo lo manifestado, desde las galaxias hasta las partículas subatómicas , no tiene nada de reñido con las doctrinas de la física ultramoderna, con la física cuántica, con la teoría del TODO, del UNO, de la onda –corpúsculo. Pero yendo más allá, el VM Samael agrega un tercer elemento: conciencia, componiéndose todo lo manifestado en materia, vibración y conciencia, paso siguiente en la ignorancia arrogante del homúnculo racional ¿no es la conciencia atómica del mismo chimpancé la que cuestiona y observa, la que niega a la conciencia misma en todo lo que existe y niega entonces la suya propia respaldándose en la ciencia como su principal artificio y ficción? No existe contradicción más bestial a la lógica más sencilla, que los necios postulados científicos.
Simón Pedro les dice en el mismo cuerpo de texto: «Que María salga de entre nosotros, pues las hembras no son dignas de la vida».
Jesús dice: «He aquí que le inspiraré a ella para que se convierta en varón, para que ella misma se haga un espíritu viviente semejante a vosotros varones. Pues cada hembra que se convierte en varón, entrará en el Reino de los Cielos».
Jesús les dijo: «Cuando hagáis de los dos uno, y hagáis el interior como el exterior y el exterior como el interior y lo de arriba como lo de abajo, y cuando establezcáis el varón con la hembra como una sola unidad de tal modo que el hombre no sea masculino ni la mujer femenina, cuando establezcáis un ojo en el lugar de un ojo y una mano en el lugar de una mano y un pie en el lugar de un pie y una imagen en el lugar de una imagen, entonces entraréis en el Reino».
Con infinita dulzura el V.M. Samael en pleno siglo XX señala el camino del amor a la mujer, el retorno al divino andrógino, en sintonía exacta con el conocimiento más depurado, con el conocimiento que se susurran los Dioses entre sí, con la ciencia de las galaxias que danzan con su sinfonía, develando antiguas y ocultas verdades para mostrar el camino a nuestra maltrecha humanidad decadente. Las palabras de los iluminados son las mismas en todos los tiempos, el mismo conocimiento, diferentes Avataras.
“De todos mis discípulos el mayor eres, brillarás como la principal estrella de la noche” Decía Jesús a Judas Iscariote, el gran iniciado gnóstico, cuando este protestaba por desempeñar el papel del traidor en el Drama universal, el que le había sido asignado por el mismo Divino Maestro. Tomado de el “Evangelio de Judas” descubierto hace apenas un año, pero conocido por la tradición oral gnóstica desde todos los siglos, exaltado nuevamente por el Avatara de la Era de Acuario para los oídos sordos de quienes viendo no ven, oyendo no oyen y palpando no perciben nada.
“Y besaba Jesús a María en la boca, lo que provocaba la irritación de sus discípulos”, a lo que el Divino Maestro respondía:
“Si supieses los misterios del matrimonio no juzgaríais”. Tomado de un párrafo de un vetusto papiro del “Evangelio de María Magdalena”. A nueva cuenta el Venerable Maestro Samael trae a esta humanidad “El Matrimonio Perfecto”, donde profundiza sin ambages, sin tapujos, con lenguaje perfectamente comprensible, llano, directo, sobre el misterio máximo del matrimonio, del amor, de la vuelta al paraíso con nuestra divina esposa sacerdotisa, del eterno culto a la Divina Madre. El culto omnipresente a la gran madre de la fertilidad, la madre de los Dioses, la madre de Cristo, esa fuerza capaz de transformarnos de bestias a hombres.
Sabido es de cualquier estudioso, que las pinturas originales de la Virgen, de los primeros años del cristianismo, la madre de Cristo, rezan en su texto: “Virgen Madre”, no apareciendo el nombre María en ninguna obra original. Incansable el V.M. Samael nos llama a unirnos a la plegaria a nuestra Divina Madre, al culto más esencial en el universo entero, como la gran guía, como otra fuerza primordial mandada a volver conciente cada uno de nuestros átomos, eliminando los valores agregados que constituyen el mí mismo, la falsa creencia en existencia inherente.
El que tenga oídos para oír que escuche, todo está develado. El lugar para el escéptico siempre es la duda, porque ya no queda tiempo para negar lo que es visible, ya no queda tiempo para dudar, ni para hablar.
Las palabras de los iluminados son idénticas en todos los tiempos, al principio y al final de los tiempos. La doctrina esencial ha sido develada, de nuevo, ahora desde los tejados, desde las plazas, en el lenguaje llano y develador del V.M. Samael.
El camino es el que se toma, el que se transita. Las doctrinas y el debate intelectual son mulas estériles.
Rafael Merazo Peralta. ICQ Ilopango, San Salvador, El Salvador.
“Dijo Jesús: «Quien esté cerca de mí, está cerca del fuego; quien esté lejos de mí, está lejos del Reino»” Evangelio de Tomás.


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