viernes, 14 de octubre de 2011

SALMO 128 (127)





La bendición del hogar.—Frente a los inquietos e impacientes, el creyente procura ver lo bueno de la vida y del mundo. Reconoce las bendiciones de Dios sobre su hogar y sobre la comunidad cristiana. La familia numerosa es una bendición de Dios para aquellos que la han escogido y asumido.


1 Felices los que temen al Señor
1 y siguen sus caminos.
2 Comerás del trabajo de tus manos,
2 esto será tu fortuna y tu dicha.
3 Tu esposa será como vid fecunda
3 en medio de tu casa,
3 tus hijos serán como olivos nuevos
3 alrededor de tu mesa.
4 Así será bendito
4 el hombre que teme al Señor.
5 ¡Que el Señor te bendiga desde Sión:
5 puedas ver la dicha de Jerusalén
5 durante todos los días de tu vida!
5 ¡Que veas a los hijos de tus hijos
5 y en Israel, la paz!


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