martes, 11 de octubre de 2011

Tú cambias el orden de las cosas



Para Ti, Señor, los primeros serán los últimos.

Nosotros nos afanamos en tener poder,

en brillar, en triunfar, en ganar y en llegar.

Competimos en todo, desde que somos niños,

y Tú, nos invitas, a que nos relacionemos en igualdad.

Dices que sirva a todos quien quiera ser el primero.

Nosotros, en cambio, queremos ser servidos ¡y bien!

Somos exigentes con las personas,

intentamos que nos hagan lo más posible,

y Tú te echas al suelo y lavas los pies a tus amigos.

Vivimos en una sociedad jerarquizada:

el que más tiene, el que más sabe, el que más gana,

el que más puede, el que más hace, el que más crea...

Pero Tú vienes a cambiar el orden de las cosas.

Nos dices que las prostitutas nos precederán en tu Reino.

Urge que cambiemos de código, de baremo, de estilo.

Tenemos que vivir a tu manera:

comenzar a bajar, en lugar de trepar

y construir contigo la gran fraternidad,

que es lo único que nos puede salvar.

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