jueves, 13 de octubre de 2011

¿Yo, Señor, cómo lo hago?





¿Cómo hago para dar sin recibir nada a cambio?

¿Cómo hago para no volver mi espalda

ante tanto desgarro?

¿Cómo hago, Señor, para compadecerme

sin importarme el que me tomen por un engañado?

¡Dime, Señor! ¡Cómo lo hago!

Porque, Tú bien sabes, Señor,

que yo soy el primer necesitado:

necesitado de tu pan y de tu abrazo

necesitado de tu pan y de tu Palabra

necesitado de tu pan y de tu presencia

necesitado de tu pan y de tu aliento.

SEÑOR, ¿CÓMO LO HAGO?

Cómo multiplicarme sin riesgo

de quedar arruinado por el intento.

Cómo llegar, donde los poderosos,

nunca soñaron con llegar hacerlo.

Cómo compartir y repartir

lo que, en mí, sobra y no es necesario.

¡Ya lo sé, mi Señor!

Sólo, mirándote a Ti,

Sólo, siguiéndote a Ti,

Sólo, escuchándote a Ti,

encontraré la respuesta en mi camino:

Donde hay fe.

Donde está Dios.

Donde vive Cristo.

Donde habla el Espíritu…

todo se multiplica por cien… o por mil

No hay comentarios: