viernes, 16 de diciembre de 2011

CARTA DE DIOS AL HOMBRE





Querido hombre:

Esto del correo electrónico es un invento buenísimo que hasta lo hemos instalado en el cielo. El sistema es especial y no dependemos de vuestras multinacionales. ¡Eternidad de planes económicos! ¡Una gran ventaja!
Gracias por el panorama que me presentas. Es un tanto pesimista pero dices verdades. Yo sí que sé dónde están los que esperan de verdad. Suele ser siempre gente sencilla que no ha perdido la cabeza ni se le han embotado los ojos por el resplandor de la ambición. No te preocupes: conozco dónde están los que me esperan. Iré a los sencillos.
Otra cosilla: no es que haya decidido “visitar” la Tierra. Lo que he decidido es hacerme hombre y vivir con vosotros para hablaros al corazón. Un pequeño matiz: no voy de visita, voy para estar con vosotros y para que escuchéis las palabras que no se os ocurren a vosotros. Llevo en el corazón las palabras de mi Padre y os la anunciaré.
Tenéis que tener en cuenta que no voy a la tierra porque seáis buenas personas, sino para que seáis buenas personas…, claro, el que quiera.
El clamor de los que sufren, las heridas de los heridos, los gemidos de los explotados, las lágrimas de los niños llegan hasta el cielo. Tú no lo sabes, pero muchos que se las dan de felices son unos pobres infelices. Ya te digo que desde aquí se ven las cosas de otra manera. ¡Si supieras lo que hablan los corazones cuando calla el ruido y llega el silencio! Es cierto que el corazón de los humanos, de no usarlo o usarlo mal, se hace corazón de piedra. Pero yo confío: no está todo perdido. El amor despedaza las piedras. Merece la pena cualquier cosa por ablandar el corazón de los hombres y mujeres del planeta
Tierra. Yo me propongo dejar todo y abajarme, con tal de que una de las cien
ovejas perdidas vuelva a la majada…
Sé muy bien querido hombre, que no voy a recoger frutos. Voy a sembrar
palabras de vida, de amor, de contradicción… Germinarán sólo si caen en
buena tierra… Lo importante es que tengáis semilla de vida y de novedad para
hacer una tierra nueva y un cielo en la tierra… Te preocupa no reconocerme.
Te aseguro que nos toparemos: la señal es que voy revestido de persona. Donde veas una persona, escucha y trátala como me tratarías… Te aseguro que nos encontraremos. Te sorprenderé y te hablaré en silencio al corazón.
Hasta pronto: en cualquier lugar o persona, te esperaré…
EL DIOS VERDADERO.
(Autor desconocido)

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