jueves, 16 de febrero de 2012

Mujeres que aman DEMASIADO


Reflexión - La Montaña Negra

"¡Voy a irme a la Montaña Negra!", gritó el pequeño Ricardo de cinco años.

"Muy bien, si eso es lo que quieres adelante", le respondió su madre abriendo la puerta y acompañándolo hasta el pórtico.

Un manto de silencio cayó sobre él. Hacía rato que ya no había sol y la oscuridad de la noche cubría el paisaje. Por el resplandor de las estrellas, apenas veía la forma de la Montaña Negra en la distancia. En plena oscuridad, el niño escuchó el movimiento de un animal entre las plantas, y el aleteo de un ave en el cielo oscuro.

De pronto, el corazoncito del niño latía con más rapidez, y se le había acelerado la respiración. Ir a la Montaña Negra había sido una mala idea.

¿Por qué habría dicho eso?, pensó.

Se sentó en el pórtico abrazándose las rodillas contra el pecho, mientras una lágrima le rodaba por la mejilla al tratar de controlar el miedo.

Desde la cocina, escuchó que su padre le decía: "Ricardo ¿quiéres venir a cenar con nosotros?"

A veces, cuando estamos enojados con nosotros mismos, con los demás, con las circunstancias, o hasta con Dios, queremos irnos. Nos enojamos y amenazamos. Nos sentamos en el pórtico y lloriqueamos. Aun así, Papá espera pacientemente y nos llama para reunirnos con el resto de la familia. El amor ahuyenta los temores y la restauración sana las heridas.

Tomado de En el Jardín con Dios.

Proverbios 19:21
Muchos son los planes del hombre, más el consejo del Señor permanecerá.


Tus Palabras Estarán Guardadas en Mi Corazón
Videos Cristianos


Señor: Tu palabra escrita es lampara a mis pies y lumbrera a mi camino. Tus maravillosas promesas aún las recuerdo y me dan aliento. Tus mandamientos no son pesados , ligera es tu carga cuando entiendo que lo que me ordenas es para mi propia felicidad.

En todo momento ama al amigo y es como un hermano en tiempo de angustia. Proverbio 17:17

Pensamiento - Esperanza Y Propósito


"A veces en nuestra vida ministerial no solamente sentimos que la tierra es insuficiente sino que junto a eso experimentamos abundancia de dones, capacidades para ministrar, habilidades desarrolladas por el Espíritu Santo en nosotros y no podemos ejercerlas porque la tierra es insuficiente. De pronto nos sentimos entre dos presiones. Por un lado insuficiencia de tierra y por el otro, abundancia de capacidades. Eso se llama Transición".

Salmo 128:1,2

Bienaventurado todo aquel que teme al Señor, que anda en sus caminos.
Cuando comas del trabajo de tus manos, dichoso serás y te irá bien.

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