jueves, 29 de marzo de 2012

Una buena reputaciĆ³n

Rogelio era un buen empleado, nada espectacular, pero confiable, puntual, de temperamento equilibrado y siempre dispuesto a hacer un poco mƔs.

Bernardo tambiƩn hacƭa un buen trabajo, pero no le importaba ir por un atajo para terminar un trabajo, ni retirarse unos minutos antes para atender sus necesidades personales.

Cuando el seƱor Jones su supervisor, anunciĆ³ que iban a promover a uno, Rogelio contĆ³ con su historial y su reputaciĆ³n para ganar el puesto.

Bernardo hizo tenazmente un trabajo de pasillo al contar a varios de sus compaƱeros de trabajo que Rogelio se habĆ­a apropiado de sus ideas para la reducciĆ³n de costos, habĆ­a hecho malversaciĆ³n de fondos y que era conocida su costumbre de extralimitarse en su hora de almuerzo.

Tuvo cuidado, no obstante, de comenzar todas sus observaciones diciendo: "Esto queda entre nosotros dos..."

Cuando a la semana siguiente el seƱor Jones anunciĆ³ que el ascenso habĆ­a sido para Rogelio, este recibiĆ³ un fuerte aplauso de sus compaƱeros de trabajo.

Ninguno se sorprendiĆ³, salvo Bernardo. DespuĆ©s de todo, la reputaciĆ³n de Rogelio lo habĆ­a precedido.

Lo mismo pasĆ³ con la de Bernardo.

El hombre que no teme a la verdad no tiene nada que temer de las mentiras.

"Y todo lo que hacĆ©is, sea de palabra, Ć³ de hecho, hacedlo todo en el nombre del SeƱor JesĆŗs, dando gracias Ć” Dios Padre por Ć©l."
Colosenses 3:23

Y Todo lo que hagĆ”is, hacedlo de corazĆ³n, como para El SeƱor y no para los hombres. Colosenses 3:23.

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