miércoles, 9 de mayo de 2012

Beato Juan Martín Moyé


Mayo
Fundador de las hermanas de la providencia, de Lorena, y de las Catequistas, de China, el beato Juan Martín Moyé nació en 1730 en Cuttin (Francia), de una piadosa familia de labradores. Los primeros estudios los realizó con los jesuitas, y más tarde cursó teología en la ciudad de Metz y recibió las sagradas órdenes.
Después de ejercer en algunas parroquias de esa ciudad, resolvió fundar una congregación de religiosas, a las que llamó hermanas de la providencia, cuya ocupación sería la salvación de los niños pobres. La fundación se inauguró a comienzos de 1763 y el éxito la acompañó desde el primer momento.
Nombrado vicario cooperador de Dieuze, reunió nuevas catequistas. Entre éstas sobresalió María Morel, quien, por su indicación, fundó varias escuelas. En este período realizó un milagro, al curar mediante la oración a un niño afectado por gravísimas quemaduras, lo que le valió ciertas críticas y suspicacias, y la orden del párroco de trasladarse a otra ciudad.
En Saint-Dié ejerció como director de un seminario. Un año después, se inscribió en el de las misiones extranjeras, con el propósito de predicar el evangelio en tierras lejanas.
En 1771 partió hacia Oriente, y casi un año después desembarcó en Macao (China). Para poder llegar hasta el lugar que le habían asignado debió disfrazarse, por estar prohibida la entrada de misioneros en el país. En marzo de 1773 estaba en Se-Choan, con el nombramiento del provicario. Pronto dominó el chino.
Resuelto a emplear el método que tantas satisfacciones le diera en Lorena, reclutó a algunas jóvenes chinas y fundó con ellas escuelas para niños, a los que se debía enseñar el catecismo y las verdades fundamentales de la fe. Tuvo tan magníficos resultados que misioneros de otras partes del país le pidieron el envío de algunas de aquellas catequistas para formar otras en su región.
Estos fatigosos trabajos y el deterioro  de su organismo, debido a la alimentación china, hicieron que pensara regresar a Francia.
Volvió a Lorena. Las hermanas de la providencia habían tenido gran éxito con las escuelas, cuyo número había ido en aumento. Como fundador, se incorporó a ellas para dirigirlas y creó en Cuttin un nuevo noviciado. Su pueblo natal sería en adelante centro de sus salidas misionales a diversas poblaciones, en algunas de las cuales se hablaba alemán.
Mientras tanto, el padre Moyé mantuvo una activa relación epistolar con las misiones de China, a las que hacía llegar todos los recursos a su alcance. Practicaba la caridad con los pobres y los enfermos, a los que visitaba en los hospitales. En tal actividad contrajo una enfermedad que lo habría de llevar a la muerte, lo que ocurrió el 4 de mayo de 1793.

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