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Colomba (Paloma) de Riete, Beata |
Beata nacida en Rieti en el año 1467 y muerta
en Perugia (ciudad de Italia Central y capital de la
región de Umbría) en 1501.
Hija de Angelo Antonio Petrozzi y
Vanna Guardagnoli, familia de modestos comerciantes, llegó a ser una
mujer muy influyente en la sociedad italiana de su época.
Cuenta su leyenda que Colomba nace el 2 de febrero
de 1467, día de la Presentación del Señor. Sus padres
decidieron bautizarla con el nombre de Angélica, pero en el
momento del bautismo, apareció sobre ella una paloma blanca y
decidieron cambiarlo por el de Colomba (Paloma en castellano).
Manifiesta muy
pronto su vocación y su gran devoción por la Virgen.
A los doce años comienza a tener visiones; en la
primera de ellas, ve a Cristo acompañado por Santo Domingo
y San Jerónimo, interpretado por ella como una llamada a
su propia vocación. Decide así dedicar su vida a Dios
y realiza planes para tener una vida solitaria.
Sin embargo
su familia había decidido casarla con un joven de su
misma ciudad, sin que ella lo supiera. Colomba en ese
momento, y prevenida por otra visión de los planes que
sus padres habían decidido para ella, se corta el pelo
y se lo entrega al que iba a ser su
prometido, negándose así a contraer matrimonio. Vista la oposición de
los suyos, Colomba se consagra a Dios, y viste en
su propia casa el hábito de la “Penitencia de Santo
Domingo”, siguiendo el ejemplo de Santa Catalina de Siena (1347-1380),
santa por la que sentía gran devoción. Todo esto haría
que su hermano, un joven arrogante y violento, tratara de
asesinarla.
Colomba empieza a hacerse célebre en su ciudad por sus
visiones y sus éxtasis, además de por sus múltiples milagros.
Eran famosos sus grandes ayunos y sus austeras penitencias, en
los que se alimentaba únicamente de agua y de la
Eucaristía.
A los diecinueve años, ingresa en las Terciarias Dominicas de
su ciudad natal, mientras aumenta entre sus conciudadanos su fama
de santidad. Buscando alejarse de la presión de la gente,
Colomba se traslada a Foligno y de aquí a Perugia
en 1488, donde toma solemnemente los votos. Vive allí como
priora del convento dedicada a las obras de misericordia, hasta
su muerte el 20 de mayo de 1501, festividad de
la Ascensión, a la edad de 34 años. Sus reliquias
son todavía veneradas en esta ciudad.
Son famosos sus milagros
y sus visiones fruto del éxtasis. De entre los milagros,
caben destacar dos. El primero, cuenta que en 1494 una
terrible plaga de peste asolaba Perugia, por lo que sus
habitantes acuden a Colomba que se ofrece como víctima en
lugar de la ciudad, erradicándose de inmediato. El segundo milagro
consiste en que hizo revivir a un niño ya muerto.
Estando
en Perugia entra en contacto con muchas personas que acuden
a pedirle consejo, no sólo italianos, también españoles y franceses.
Hay reyes como Fernando e Isabel, los Reyes Católicos, y
miembros del alto clero, como el cardenal francés Raimondo Perauld,
que siguen su ejemplo y mantienen una especial devoción por
Colomba.
De sus visiones, caben destacar dos. Colomba siempre había anhelado
visitar Tierra Santa. Sin embargo nunca le fue posible viajar,
aunque sí lo hizo espiritualmente en un éxtasis que le
duró cinco días, en los que fue conducida por todos
los Santos Lugares, y que posteriormente describió con absoluta exactitud.
La segunda de sus destacadas visiones, tiene que ver con
el Papa Alejandro VI (1492-1503), con el que mantuvo serias
discrepancias. Durante algún tiempo, fue tratada por la curia romana
como una impostora y fue desposeída de su cargo. En
1495, mantiene un encuentro en Perugia con el Papa, en
el que cae en éxtasis delante del mismo. En el
transcurso de la visita, Colomba recrimina al Pontífice su vida
de pecado, y la de sus hijos (parece ser que
fue duramente contestada por la hija del Papa, Lucrecia Borgia),
así como la impiedad e inmoralidad prevalecientes en la Iglesia
durante esta época.
Su confesor Sebastiano Angeli escribe su biografía a
principios del siglo XVI, y la diócesis de Perugia-Rieti, interpone
un siglo más tarde la causa de canonización. Es nombrada
beata el año 1713.
En el arte, se la representa junto
a un ángel que le lleva la Eucaristía, o con
una mano proveniente del cielo que le acerca la Ostia,
además de con una guirnalda de rosas en la cabeza,
una cruz, una azucena y un rosario, o con una
paloma, un lirio y un libro.
Su experiencia mística, sus éxtasis
y sus dotes proféticas, unidas a una no común vida
penitencial, hacen de Colomba una figura de fuerte reclamo. El
pueblo de Perugia y Rieti, la recuerda como la “santa
viva”.
Su labor por la paz, le dio el nombre popular
de “Paloma (Columba) de la paz”. Antes de morir llamó
a los magistrados para recordarles: “Cuantos no aman a sus
hermanos, no son dignos del Padre de todos; el odio
provoca la cólera divina y las lágrimas de los oprimidos
son la condena de los poderosos” Murió a los treinta
y cinco años el 20 de mayo de 1501.
Sus reliquias
se conservan en el monasterio de las dominicas de Perugia.
El
Papa Urbano VIII, confirmó su culto el 25 de febrero
de 1627.
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