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Epifanio de Salamina, Santo |
Obispo de Constancia, antigua Sálamis Uno de los Heresiólogos más importantes
de la antigüedad y notable Teólogo Mariano del s. IV.
Martirologio Romano:
En Salamina, en Chipre, san Epifanio, obispo, el cual sobresalió
por su vasta erudición y por su conocimiento de las
ciencias sagradas, y fue admirable también por su santidad de
vida, por su celosa defensa de la fe católica, por
su generosidad para con los pobres y por su poder
taumatúrgico (403).
Etimológicamente: Aquel que presenta su opinión, es de origen
griego.Nace alrededor del año 315
en una aldea cercana a Eleuterópolis, no lejos de Gaza,
en Palestina (cfr. Sozomeno, Historia Eclesiástica).
Su formación espiritual es
comenzada por S. Hilarión, padre de los monjes de Palestina.
Vive algunos años en Egipto junto a los grandes solitarios,
donde según su propio testimonio mujeres gnósticas intentan atraerle a
su forma de vida.
Adquiere conocimientos de griego, siriaco, hebreo,
copto y algo de latín.
Por el año 335 funda
en su pueblo natal un monasterio que gobierna durante casi
30 años. El a. 367 los obispos de Chipre le
eligen obispo de Constancia, cargo que le hace metropolita de
toda la isla.
En el cisma de Antioquía se alinea
en contra de Melecio con quien rehúsa restablecer la comunión
eclesiástica y a quien acusa de estar en relación con
los pneumatómacos. No es seguro que estuviese en el Concilio
I de Constantinopla (a. 381), cuyas primeras sesiones preside el
mismo Melecio, puesto que no figura entre los firmantes.
Se
le encuentra al año siguiente en Roma (San Jerónimo, Epístola,
108,6: PL 22, 881).
Envuelto en querellas eclesiásticas y opuesto a
toda especulación metafísica en teología así como a la interpretación
de la San Epifanio en sentido alegórico, no sólo condena
al origenismo, que estima la más peligrosa de todas las
herejías, sino que es implacable en su persecución.
Aproximadamente en
el 392 pronuncia un discurso en Jerusalén, invitado por el
obispo Juan, en el que pide la condenación de Orígenes.
Asiste numeroso público y el propio obispo Juan, defensor de
Orígenes. Con este discurso comienza la primera controversia origenista, ya
que Juan le contesta esa misma tarde (San Jerónimo, Contra
Johannem, II: PL 23,363).
En 394, en carta dirigida al
obispo Juan (que le había acusado de haber violado sus
derechos al ordenar al monje Paulino sin contar con él)
expone con detalle los errores de Orígenes y pide a
Juan que le condene (San Jerónimo, Epístola, 51: PG 22,517).
Ante la negativa de Juan, Epifanio rompe la comunión con
él.
El a. 400 es condenado Orígenes por un Concilio convocado
en Alejandría por el metropolita local Teófilo. Epifanio aúna sus
esfuerzos con los de Teófilo para expulsar de sus monasterios
a los famosos «Cuatro Hermanos Largos» y a otros adeptos
a Orígenes.
Al darles asilo San Juan Crisóstomo, Epifanio marcha
a Constantinopla para emprender personalmente la guerra contra el Crisóstomo
y obtener su condenación. Al llegar a la ciudad, rehúsa
la hospitalidad que le ofrece San Juan Crisóstomo, e incluso
se niega a participar en la Eucaristía celebrada por él
mismo. Ante los motines populares en defensa del Crisóstomo, y
apercibido de los manejos de Teófilo (ni el Crisóstomo ni
los monjes egipcios eran los terribles herejes que se le
habían descrito), abandona Constantinopla, y embarca para Chipre muriendo en
alta mar el a. 402.
Su postura pesará mucho en
las decisiones del sínodo de la Encina, que depone al
Crisóstomo el a. 403 (Focio, Biblioteca, LIX: PG 103,108).
Existe una
biografía suya (PG 41,24-113), que, aunque pretende estar escrita por
dos de sus discípulos, Juan y Polibio, es muy posterior
y contiene más de leyenda que de historia. Su fiesta
se celebra el 12 de mayo.
Obras. Ancoratus (El hombre seguro,
anclado). Compendio del dogma escrito en el a. 374, trata
especialmente cuestiones trinitarias. Termina con dos profesiones de fe: en
torno a la primera (cap. 119: PG 43,232233), se duda
si era el símbolo bautismal de la Iglesia de Constancia
y después aceptado por el Concilio de Constantinopla con ligeros
retoques, o si E. transcribía el símbolo de Nicea, después
retocado o cambiado por un copista. La segunda (cap. 120:
PG 43,233-236) está compuesta por el propio Epifanio.
Panarion (Botiquín o
remedio contra todas las herejías). Escrito entre 374-377, citado comúnmente
Haereses, enumera 80 herejías, incluyendo doctrinas anteriores al cristianismo. El
epítome final (PG 42,833-886) no parece que sea del autor.
Escritos
sobre arqueología bíblica: De mensuris et ponderibus (Sobre los pesos
y medidas del Antiguo Testamento, escrito en 392) y De
XII gemmis (Sobre las 12 piedras preciosas del pectoral del
Sumo Sacerdote, escrito en 394).
Cartas. De su abundante correspondencia sólo
nos han llegado fragmentos y dos cartas traducidas por S.
Jerónimo (PG 22,517-526 y 758).
Doctrina. Radicalmente tradicionalista, su obra es
esencialmente polémica. Defensor intransigente del omousios (consustancial) de Nicea y
hostil a toda fórmula de compromiso. Encuentra en la educación
griega la fuente principal de las herejías. Intolerante en la
cuestión de las imágenes y en su lucha contra Orígenes,
no aprecia los valores positivos de aquellos a quienes combate.
Afirma repetidas veces que el Espíritu Santo procede del Padre
y del Hijo (PG 43,148). Coloca en la profesión de
fe que María fue siempre virgen (PG 43,233). La Iglesia,
depositaria de la verdad, es al mismo tiempo vía de
acceso a la misma (PG 41,1036).
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