domingo, 6 de mayo de 2012

Las pruebas sobre la existencia de Dios


 

Las cinco vías (ver Suma Teológica, 1, q2, a3):
Desde la Biblia


Introducción
Vivimos en un mundo marcado por la cultura de muerte. Las constantes manifestaciones de rupturas con uno mismo como soledad, tristeza, sin sentido, búsquedas desenfrenadas de falsas seguridades; las rupturas con los demás traducidas en violencia, delincuencia, terrorismo, guerras, entre otras; no tienen otra causa que la ruptura fontal con Aquel que nos creó y nos conoce plenamente, Dios mismo. El anhelo de infinito que cada hombre experimenta en lo más profundo de su corazón se ve traicionado al cerrarle la puerta al Único que puede saciar esa nostalgia de eternidad.
En la historia de la humanidad siempre han estado aquellos que niegan explícitamente a Dios, los denominados ateos; otros que crean dioses a sus medidas trayendo como consecuencia visiones reducidas de Dios, como por ejemplo: los deístas, los panteístas, los idealistas kantianos, etc.
En nuestros días percibimos -por el avance del secularismo- la ausencia de Dios en las estructuras de nuestra sociedad, una sociedad que termina poniendo a Dios "entre paréntesis", regida por un estribillo cada vez más común: "si Dios no está en mi vida práctica y no tengo como probar si existe o no existe, entonces no me interesa".
Ante este panorama, los católicos enfrentamos la urgencia de hacer una opción clara y decidida por anunciar con sólidos argumentos que Dios sí existe y está muy cerca de cada uno de nosotros.
El hombre puede llegar al conocimiento de Dios de muchas maneras. Todas ellas responden tanto a la capacidad natural de la inteligencia humana de conocer la existencia de Dios, como a la Revelación divina que nos ofrece de El un conocimiento sobrenatural.
Por ello, seguidamente señalaremos los principales postulados que nos permiten afirmar que Dios existe, es real y es cercano.
Empezaremos con las cinco vías que Santo Tomás de Aquino desarrolló hace más de 700 años para demostrar la existencia de Dios, desde un conocimiento a posteriori, es decir una manera de aproximarse a la realidad divina desde la experiencia sensible, que va de lo conocido a lo desconocido, de lo sensible a lo espiritual, de los efectos a la causa suprema.


Primera vía: Se funda en el movimiento
1) Es innegable, y consta a nuestros sentidos, que hay cosas que se mueven, es decir, que cambian. No se trata sólo del movimiento en sentido físico (locomoción), sino en sentido metafísico, es decir, como paso de la potencia al acto (cambios de una condición a otra, de un ser a otro, etcétera).
2) Pues bien, todo lo que se mueve, cambia, muda o transforma es movido por otro, ya que nada se mueve más que cuando está en potencia respecto a aquello para lo que se mueve. En cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto. Por ejemplo, el fuego hace que un leño -que está caliente sólo en potencia- pase a estar caliente en acto. Pero no es posible que una misma cosa esté, a la vez, en potencia y en acto respecto a lo mismo, sino en orden a cosas diversas. Es imposible que una misma cosa sea, por lo mismo y de la misma manera, motor y móvil, como también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro.
3) Pero, si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, y a éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor, y, por consiguiente, no habría motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano.
Por consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie.
4) Este primer motor que no es movido por nadie es el que todos entienden por Dios. Luego Dios existe.


Segunda vía: Se basa en la causalidad eficiente
1) Nos consta por experiencia que hay en el mundo sensible un orden determinado entre las causas eficientes, pues están subordinadas esencialmente entre sí para la producción de un efecto común.
2) Pero no se da, ni es tampoco posible, que una cosa sea causa de sí misma, ni en el orden del ser ni en el de la operación, pues en tal caso habría de ser anterior a sí misma, y esto es imposible.
3) Ahora bien: esa serie de causas eficientes, subordinadas esencialmente entre sí, no se puede prolongar indefinidamente, porque siempre que hay causas eficientes subordinadas, la primera es causa de la intermedia, y ésta causa de la última. Cada una de estas causas actúa por influjo de las causas que la preceden. Y así tenemos que, suprimida una causa se suprime su efecto. Por consiguiente, si no existiese una causa primera, tampoco existiría la intermedia, ni la última. Si, pues, se prolongase indefinidamente la serie de causas eficientes, no habría causa eficiente primera y, por tanto, no habría efecto último, ni causa eficiente intermedia, cosa falsa a todas luces.
Por consiguiente, es necesario que exista una causa eficiente primera.
4) Esta causa eficiente primera, que no es causada por ninguna otra, a la que están subordinadas todas las demás causas; es decir, esta causa eficiente incausada es llamada por todos Dios. Luego Dios existe.


Tercera vía: Se fundamenta en la contingencia de los seres
1) Es evidente que hallamos en la naturaleza seres que pueden existir o no existir, pues vemos seres que vienen a la existencia por generación y seres que se destruyen por corrupción; es decir, seres que no tienen en sí mismos la razón de su existencia, sino que están condicionados por otros seres, y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. Estos seres reciben el nombre de seres contingentes.
2) Ahora bien: es imposible que los seres contingentes hayan existido siempre, ya que lo que tiene la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que no fue. Es decir, los seres contingentes, que tienen la posibilidad de existir y de no existir, reciben la existencia, no por sí mismos, sino por otro ser que ya existe. Así, pues, los seres contingentes son, por esencia, efecto, seres que piden causa, seres que alguna vez han comenzado a existir causados por otro.
Pero, como ya se demostró antes (segunda vía), es imposible y absurdo que haya una serie infinita de seres contingentes, es decir, de causas subordinadas, ya que es imposible que sólo existan efectos.
Por consiguiente, los seres contingentes exigen la existencia de un ser que no haya comenzado a existir; un ser no causado, que exista por sí mismo; un ser que ha existido siempre. A este ser se le llama ser necesario.
3) Pero el ser necesario, o tiene la existencia por sí mismo, o la ha recibido de otro ser necesario superior. En esta segunda hipótesis, si el ser necesario ha recibido su existencia de otro ser necesario superior, es imposible aceptar una serie indefinida de seres necesarios. Es forzoso, por tanto, admitir la existencia de un ser necesario que exista por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de los demás seres.
4) A este ser necesario, que no tiene la existencia recibida de otro, sino que existe por sí mismo, en virtud de su propia naturaleza, es al que todos llaman Dios. Luego Dios existe.


Cuarta vía: Considera los grados de perfección que hay en los seres
1) Vemos en los seres que unos son más o menos buenos, más o menos verdaderos y nobles que otros; y lo mismo ocurre con las diversas cualidades. Así, por ejemplo, nadie duda que el hombre es más perfecto que el animal; el animal, más perfecto que el vegetal; y éste más perfecto que el mineral. Lo propio se ha de decir de la bondad, de la verdad, de la nobleza y de otras perfecciones semejantes, las cuales están realizadas en todos los seres según una diversidad de grados, en virtud de la cual unos seres son más perfectos que otros.
2) Pero la diversidad de grados que se da en esas perfecciones, es decir, las cosas más o menos buenas, más o menos verdaderas, más o menos bellas, etc., suponen la existencia de lo máximo; están reclamando un ser óptimo, verdaderísimo, bellísimo, etc. En otras palabras, esos grados dc perfección son algo causado por otro, el cual, si posee esas perfecciones en grado limitado, las tendrá, a su vez, causadas por otro.
3) Pero como es imposible admitir una serie infinita de causas limitadas, causadas, en este proceso de ascensión, llegamos a una primera causa en donde todas esas perfecciones se encuentran en grado sumo y en toda su plenitud. Por lo tanto, ha de existir algo que sea verísimo, nobilísimo, bellísimo y óptimo, y por ello ente o ser supremo, pues lo que es verdad máxima es máxima entidad.
Ahora bien: quien tiene una perfección pura en grado máximo, o por esencia, es causa de esta perfección en todos aquellos que la poseen en grado inferior, o por participación. Además, no puede ser más que un único ser, una única perfección subsistente en sí misma, una única perfección en toda su plenitud y totalidad.
4) Por consiguiente, existe algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su bondad, de su belleza y de todas sus perfecciones, porque se trata del Ser sumo, de la Verdad suma, de la suma Bondad; y a este ser todos lo llamamos Dios. Luego Dios existe.



Quinta vía: Se toma del gobierno del mundo
1) Vemos que cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera para conseguir lo que más les conviene, es decir, su plena evolución y desarrollo, o la conservación de su especie, o el orden dinámico del cosmos, etc., por lo que se comprende que no van a su fin obrando al azar, sin rumbo ni orientación, sino intencionadamente.
2) Ahora bien: los seres que carecen de conocimiento no pueden tender a sus respectivos fines si no los dirige un ser inteligente que conozca dicho fin, a la manera como el arquero dirige la flecha.
3) Esta inteligencia ordenadora no puede estar ordenada por una serie indefinida de inteligencias, sino que es preciso llegar a un ser inteligente supremo, que consiste en su mismo acto de entender, un entender infinito, subsistente y único; es decir, que es el origen y el fundamento de todas las demás inteligencias que conocen y dirigen las cosas carentes de conocimiento a sus propios fines.
4) Luego existe un Ser inteligente supremo que dirige todas las cosas naturales a sus respectivos fines, y a este Ser lo llamamos Dios. Luego Dios existe.


Desde la Biblia
Junto a estas cinco pruebas también podemos llegar a constatar la existencia de Dios aproximándonos a la realidad desde un fundamento bíblico:
a) Conocimiento de Dios por medio de la creación
La Sagrada Escritura atestigua este principio: la razón humana puede conocer a Dios por medio de la creación, pues las cosas creadas son testimonio permanente de su Autor y llevan a su Conocimiento con alcance universal.
En este sentido, en el Libro de la Sabiduría encontramos dos motivos por los cuales el hombre puede alcanzar el conocimiento de Dios. Uno es la belleza que hay en las criaturas: por la contemplación de las diversas bellezas creadas, el hombre puede alcanzar el conocimiento de Aquel que es la fuente de toda belleza, Dios, Belleza Suprema. El otro motivo es el poder y la fuerza que existe en la naturaleza creada: las fuerzas de la naturaleza son un reflejo de la Omnipotencia de Aquel a quien se someten todas las potencias.
"Vanos son por naturaleza todos los hombres que ignoran a y no alcanzan a conocer por los bienes visibles a Aquel-que-es, ni, atendiendo a las obras, reconocieron al Artífice; sino que al fuego, al viento, al aire ligero, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa o a las lumbreras del cielo los consideraron como dioses, rectores del universo. Si, seducidos por su belleza, los tuvieron como dioses, sepan cuánto les aventaja el Señor de todos ellos, pues es el Autor mismo de la belleza quien los creó. Y si se admiraron de su poder y de su fuerza, debieron deducir de aquí cuánto más poderoso es su Creador; pues, de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se llega por razonamiento al claro conocimiento de su Autor. Con todo, no merecen éstos tan grave reprensión, pues tal vez caminan desorientados buscando a Dios y queriéndole hallar. Ocupados en sus obras, se esfuerzan en conocerlas, y se dejan seducir por lo que ven. ¡Tan bellas se presentan a sus ojos! Pero, por otra parte, tampoco son éstos excusables; porque, si llegaron a adquirir tanta ciencia y fueron capaces de investigar el universo, ¿Cómo no llegaron más fácilmente a descubrir a su Señor?" (Sabiduría 13, 1-9).

b) Conocimiento de Dios por los grados de perfección
Los grados de perfección que el hombre conoce en la naturaleza reflejan la perfección absoluta de un Dios único y personal, al que todos los hombres son llamados a adorar y a seguir.
"La cólera de Dios se revela desde el cielo contra la impiedad e injusticia de los hombres, que aprisionan la verdad en la injusticia; pues lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. Porque las perfecciones invisibles de Dios, su poder eterno y su divinidad, se han hecho visibles después de la creación del mundo por el conocimiento que de ellas nos dan las criaturas, de forma que son inexcusables; porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en vanos razonamientos, y su insensato corazón se llenó de tinieblas: jactándose de sabios se volvieron estúpidos, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una representación en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles. Por eso, Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén". (Rom 1, 18-25; ver Hech 14, 14-18; 17, 22-30).
En esta carta, el Apóstol San Pablo enseña claramente que el que no reconoce a Dios lo hace por opción libre, pues no se trata sólo de no percibir lo invisible de Dios en las cosas visibles, sino de un cerrazón del corazón que no quiere reconocer a Dios como Señor, y le niega el dominio sobre el hombre y sobre las cosas. Así, el hombre se degrada, no es capaz de reconocer su puesto en un mundo que se ha convertido en desordenado y caótico, y no acierta a descubrir la dimensión divina que aflora en todas las cosas.
c) El testimonio de la conciencia
Asimismo, en la Sagrada Escritura encontramos otro medio a través del cual el hombre puede conocer a Dios: se trata de su conciencia, la cual expresa tanto la existencia de Dios como la ley natural que Dios escribió en el corazón de todo hombre.
"Cuando los gentiles, que no tienen Ley, cumplen las prescripciones de la Ley guiados por la razón natural, sin tener Ley son para sí mismos Ley -es decir, obran según su conciencia-. Y con esto muestran que los preceptos de la Ley están escritos en sus corazones, siendo testigo su conciencia con los juicios que, alternativamente, ya les acusan o bien les defienden". (Rom 2. 14-15).
Los que no han recibido la Revelación de Dios conocen por su razón natural los principios esenciales que informan la ley natural. En la intimidad de su corazón, todo hombre tiene grabada una ley moral natural que participa de la ley eterna de Dios.
Por último, podemos también llegar a demostrar la existencia de Dios desde la propia experiencia interior.


Experiencia personal de Dios
Hay muchas personas que no necesitan de esos argumentos antes señalados para creer y amar a Dios, la experiencia interior de percibirse volcado hacia algo eterno lo conduce hacia Aquel Único Eterno, Dios mismo que toca el corazón para entrar en una infinita comunión de amor, en un diálogo personal e intenso.
Es más, el mismo hecho de estar en mayor sintonía con el sello que con su Imagen Dios ha marcado al hombre, lleva a la persona a acercarse a Dios de manera natural, teniendo la convicción de la existencia de Dios como la luz del día o las estrellas de la noche.. Justamente, como imagen de Dios, el hombre conserva esa convicción divina no como algo extraño y añadido por la presión de la cultura, sino como algo propio, como el fundamento radical de su ser, como la luz que explica el dinamismo de su vida, y como el amor en el que encuentra su plenitud.
Ejemplos en la historia de la Iglesia hay muchos, que al momento de ver el propio interior se encuentran con Aquel que ilumina cada espacio del propio ser.
Vemos esto en el testimonio de San Agustín: "Y he aquí que oigo de la casa vecina una voz, no sé si de un niño o de una niña, que decía cantando, y repetía muchas veces: ¡Toma, lee; toma, lee! Y al punto, inmutado el semblante, me puse con toda atención a pensar, si acaso habría alguna manera de juego, en que los niños usasen canturrear algo parecido; y no recordaba haberlo jamás oído en parte alguna. Y reprimido el ímpetu de las lágrimas, me levanté, interpretando que no otra cosa se me mandaba de parte de Dios, sino que abriese el libro y leyese el primer capítulo que encontrase. Porque había oído decir de Antonio, que por la lección evangélica, a la cual llegó casualmente, había sido amonestado, como si se dijese para él lo que se leía: "Ve, vende todo cuanto tienes, dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; y ven y sígueme" (Mt 19, 31); y con este oráculo, luego se convirtió a Vos. Así que volví a toda prisa al lugar donde estaba sentado Alipio, pues allí había puesto el códice del Apóstol al levantarme de allí; lo arrebaté, lo abrí y leí en silencio el primer capítulo que se me vino a los ojos: 'No en comilonas ni embriagueces; no en fornicaciones y deshonestidades; no en rivalidad y envidia; sino vestíos de nuestro Señor Jesucristo, y no hagáis caso de la carne para satisfacer sus concupiscencias' (Rom 13, 13-14). No quise leer más, ni fue menester; pues apenas leída esta sentencia, como si una luz de seguridad se hubiera difundido en mi corazón. todas las tinieblas de la duda se desvanecieron".
También, como testimonios más cercano a nuestra época, tenemos al Cardenal Newman, que en su afán de profundizar en la vida interior, se convierte al catolicismo por la oración y el estudio. Asimismo, está Claudel que se siente conmovido en su espíritu al oír el canto del Magníficat en una tarde de Navidad; y confiesa:
"Qué dichosas son las personas que creen! Pero... si fuera verdad... ¡Es verdad! ¡Dios existe, está ahí! ¡Es alguien, es un ser tan personal como yo! Me ama. Me llama".
Las cinco vías para la demostración de la existencia de Dios según Santo Tomás Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E. Pregunta:


Estimado:
La 'existencia' de Dios no pertenece 'necesariamente' a la fe. A esta verdad puede acceder el hombre mediante su razón. Esto no quita que también esta verdad esté revelada (la encontramos en la Sagrada Escritura). Por este motivo, el Concilio Vaticano I (1869-1870), definió contra el fideísmo y el agnosticismo la posibilidad universal de conocer a Dios, por medio de la sola razón natural (de aquí que esta verdad sea enumerada entre los 'preámbulos de la fe'). De todos modos, como no todos los hombres llegan a este conocimiento por su razón (a causa de la debilidad que ha dejado en nuestra inteligencia el pecado original) hay una 'necesidad moral' de que esta verdad sea revelada por Dios, para que lleguen a la misma todos los hombres, prontamente y sin mezcla de error.
Las pruebas más tradicionales para demostrar la existencia de Dios son estas cinco vías expuestas de modo magistral por Santo Tomás de Aquino ('Suma Teológica', Prima pars, cuestión 2, artículo 3). Son éstas pruebas propiamente metafísicas. Estas vías son cinco argumentos a posteriori (a partir de las cosas más conocidas por el hombre) que demuestran la existencia de Dios; así, por ejemplo:
1) La primera es la vía del movimiento: la realidad del cambio o del movimiento (en sentido aristotélico) exige necesariamente la existencia de un primer motor inmóvil, porque no es posible fundarse en una serie infinita de iniciadores del movimiento.
2) La segunda es la vía de las causas eficientes: puesto que las causas eficientes forman una sucesión y nada es causa eficiente de sí mismo, hay que afirmar la existencia de una primera causa.
3) La tercera es la vía de la contingencia y del ser necesario: como es un hecho que hay seres que existen y que podrían no existir, esto es, que son contingentes, es forzoso que exista un ser necesario, ya que, de otra forma, lo posible no sería más que posible.
4) La cuarta es la vía de los grados de perfección: puesto que todas las cosas existen según grados (de bondad, verdad, etc.), debe también existir el ser que posee toda perfección en grado sumo, respecto del cual las demás se comparan y del cual participan.
5) La quinta es la vía teleológica o del orden y la finalidad: existe un diseño o un fin en el mundo, por lo que ha de existir un ser inteligente que haya pretendido la finalidad que se observa en todo el universo.
Existen otras vías a las que mejor corresponde llamar 'argumentos complementarios'. Estas son:
1) La demostración por el consentimiento universal del género humano: todos los pueblos, cultos o bárbaros, en todas las zonas y en todos los tiempos, han admitido la existencia de un Ser supremo. Ahora bien, como es imposible que todos se hayan equivocado acerca de una verdad tan importante y tan contraria a las pasiones, debemos exclamar con la humanidad entera: ¡Creo en Dios!
2) Por el deseo natural de la perfecta felicidad: consta con toda certeza que el corazón humano apetece la plena y perfecta felicidad con un deseo natural e innato; consta también con certeza que un deseo propiamente natural e innato no puede ser vano, o sea, no puede recaer sobre un objetivo o finalidad inexistente o de imposible adquisición; y consta, finalmente, que el corazón humano no puede encontrar su perfecta felicidad más que en la posesión de un Bien Infinito. Por tanto, existe el Bien Infinito al que llamamos Dios.
3) Por la existencia de la ley moral: existe una ley moral, absoluta, universal, inmutable, que prescribe el bien, prohibe el mal y domina en la conciencia de todos los hombres. Ahora bien, no puede haber ley sin legislador, como no puede haber efecto sin causa. Este legislador ha de ser, al igual que esa ley, absoluto, universal, inmutable, bueno y enemigo del mal. Esto es lo que denominamos Dios.
4) Por la existencia de los milagros: el milagro es, por definición, un hecho sorprendente que es realizado a pesar de las leyes de la naturaleza, ya sea suspendiéndolas o anulándolas en un momento dado. Ahora bien, es evidente que sólo aquel que domine y tenga poder absoluto sobre estas leyes puede suspenderlas o anularlas a su arbitrio. Por tanto, existe un Ser supremo que tiene ese poder soberano.
Es evidente que no he hecho más que exponer el núcleo central de todos estos argumentos. Para entenderlos bien y ver su fuerza probativa, es necesario estudiarlos en profundidad y con los textos completos. Estos textos puede Usted encontrarlos en:
-Santo Tomás, Suma Teológica, Primera parte, cuestión 2, artículo 3 (conviene leer también algún comentario; por ejemplo, R. Garrigou-Lagrange, 'Dios, su existencia y su naturaleza', Ed. Palabra, Madrid).
-Santo Tomás, Suma Contra Gentiles, libro I, capítulo 13.
De modo resumido y muy claro para quien no tiene mucha formación filosófica puede encontrarlo en el libro clásico de Hillaire, 'La religión demostrada' (Barcelona 1955; hay numerosas ediciones); o: Antonio Royo Marín, 'Dios y su obra' (Ed. BAC, Madrid 1963).
Estos argumentos, sin embargo, sólo nos llevan a conocer la existencia de Dios. Pero la naturaleza misma de Dios, su misterio íntimo, sólo es alcanzado por revelación del mismo Dios. Jesucristo es el revelador del Padre, es decir, del misterio íntimo de la Santísima Trinidad. Y esto sólo se alcanza recibiendo la fe, la cual nos viene por medio de la Iglesia fundada por Cristo.




Existencia de Dios (Wikipedia).

La existencia de Dios ha sido objeto de argumentos a favor y en contra propuestos por filósofos, teólogos y otros pensadores. En terminología filosófica, los argumentos sobre la existencia de Dios se refieren a las escuelas de pensamiento sobre la epistemología de la ontología de Dios.
La reflexión sobre la existencia de Dios plantea cuestiones filosóficas fundamentales, e implica un debate entre diferentes posturas, cuya expresión habitualmente no se limita el mundo de la racionalidad, sino que se extiende al de las creencias. El teísmo y el ateísmo son las posturas teóricas favorables o contrarias a la existencia de Dios, respectivamente; mientras que el agnosticismo es la que niega la posibilidad de conocer la existencia de Dios. Se han propuesto muchas denominaciones que matizan o definen con más precisión cada posible posición en este debate (panteísmo, deísmo, apateísmo, etc.)
Un problema básico es que no existe una definición universalmente aceptada de Dios. Algunas definiciones de la existencia de Dios no son tan específicas como para permitir decir que sea cierto que algo que existe se ajusta a la definición.
Los argumentos en favor de la existencia de Dios suelen incluir cuestiones metafísicas, empíricas y subjetivas. Las alegaciones en contra suelen incluir cuestiones empíricas y razonamientos deductivos o inductivos.
  • Aunque hace tiempo, buena parte del mundo académico occidental veía la cuestión de la existencia de Dios como un tema intocable o un pseudoproblema, esta cuestión ha vuelto a suscitar debates vivos en filosofía. Se ha llegado a escribir: «En el mundo académico, Dios no está muerto [en referencia a la muerte de Dios descrita por Nietzsche]: volvió a la vida a finales de los años sesenta».1

Aspectos filosóficos y religiosos

Definición de Dios

Artículos principales: Dios, Deidad y Ontología.
En la cultura occidental, el término «dios» normalmente se ha referido al concepto teísta de un ser supremo personal, diferente de cualquier otro ser. El teísmo clásico afirma que Dios posee toda posible perfección, incluyendo cualidades tales como la omnisciencia, la omnipotencia y la total benevolencia, y que es providente con su creación.
Sin embargo, esta definición no es la única posible definición de Dios. Otros enfoques filosóficos, lógicamente, toman una simple definición de Dios como «motor inmóvil» o «causa incausada»,2 o «el creador definitivo»3 o «un ser superior sobre el cual nada puede ser concebido»4 a partir de lo cual se pueden deducir sus propiedades clásicas.5 Por el contrario, el panteísmo no cree en un Dios personal. Por ejemplo, Spinoza y sus seguidores filosóficos (por ejemplo, Einstein) utilizan el término «Dios» en un sentido filosófico particular, para significar, aproximadamente, la sustancia o principios esenciales de la naturaleza.6
En la rama del hinduismo denominada advaita vedanta, la realidad se considera en última instancia un único ser, ajeno a la cualidades y al cambio, llamado nirguna Brahman (‘Bráhman sin cualidades’), que se supone más allá de la comprensión humana ordinaria; siendo el mundo que normalmente percibimos, compuesto de pluralidad de objetos, provocado por las consecuencias de nuestras acciones. La filosofía advaita introduce el concepto de saguna Brahman (‘Bráhman con cualidades’) o Ishvará como una manera de referirse a ese Brahman ante el pueblo.7 A este Ishvará sí se le atribuyen cualidades tales como la omnisciencia, la omnipotencia y la benevolencia.
Las religiones politeístas utilizan la palabra «dios» para múltiples seres con diversos grados de poder y habilidades, que en relatos como los de la mitología grecorromana (Homero, Hesíodo, Virgilio, Ovidio) aparecen antropomorfizados, con vicios y virtudes humanas (luchando, engañando, discutiendo, etc.).

¿Se puede demostrar la existencia de Dios?

Posturas a favor de la demostrabilidad racional de Dios

Siguiendo la fe cristiana, los filósofos y teólogos protestantes distinguen dos formas de conocer a Dios:
  • Doctrinas procedentes de la Revelación general, es decir exclusivamente de la razón obteniendo conclusiones basadas en observaciones relativamente obvias del mundo y de uno mismo.
  • Doctrinas procedentes de la Revelación especial que surgen fundamentalmente de la fe en la revelación inspirada por Dios, incluyendo la vida de Cristo, pero que no pueden ser probadas ni previstas sólo por la razón, tales como la doctrina de la Trinidad y de la Encarnación.
  • Desde la Revelación general
Dentro de las posturas Teístas a favor de ello, el Catecismo de la Iglesia Católica, siguiendo la tradición tomista y la definición dogmática del Primer Concilio Vaticano, postulan que en la doctrina de la Iglesia Católica, la existencia de Dios ya ha sido racionalmente demostrada; indicando que las pruebas de la existencia de Dios estarían presentes en las Cinco Vías de santo Tomás de Aquino.
Muchas otras confesiones cristianas comparten el punto de vista de que la existencia de Dios puede ser demostrada sin recurrir a la revelación. Los católicos sostienen que el argumento puede ser conocido por todos, incluso sin ninguna revelación divina, ya que es anterior a la cristiandad. San Pablo utilizó este argumento al insistir en que los paganos no tenían excusa, argumentando que "desde la creación del mundo, la invisible naturaleza de Dios —es decir, su poder eterno y divinidad— se han percibido claramente en las cosas que han sido hechas". (Citado de la biblia; Romanos 1:20).
  • Desde la Revelación especial
En ningún lugar la Biblia trata de demostrar la existencia de Dios mediante pruebas metódicas o convencionales. Se asume la existencia de Dios como evidente, como creencia natural para el hombre. Pues la fe aunque puede apoyarse en los datos de la razón, no surge necesariamente de un proceso demostrativo. Al respecto afirma A.B. Davidson:8
La idea de que el hombre llega a conocer a Dios , o alcanza comunión con él mediante sus propios esfuerzos es completamente extraña al Antiguo Testamento. Dios habla, aparece; el hombre escucha y contempla. Dios se acerca al hombre; acuerda un pacto o inicia relaciones especiales con el hombre; le da mandamientos. El hombre lo recibe cuando se acerca a Dios, acepta su voluntad y obedece sus preceptos. Jamás se presenta a Moisés o a los profetas en actitud pensante, reflexionando sobre el Invisible y llegando a conclusiones con respecto a él, o ascendiendo a concepciones elevadas de la divinidad. El Invisible se manifiesta a sí mismo ante ellos, y ellos lo saben.

Posturas en contra de la demostrabilidad racional de Dios

En el tema de la existencia de Dios, se presenta la carga de la prueba, la cual corresponde a quienes la afirman; ya que la exigencia contraria (pedir probar la inexistencia de dios), sería una imposibilidad lógica, que en terminología jurídica se denominan prueba diabólica. Querer o pedir que se demuestre la inexistencia de Dios tiene tan poco sentido como pedir que se pruebe la inexistencia de cualquier otra cosa. La inexistencia, sin más, no se puede probar; por lo que decir que no existen pruebas de su inexistencia, no sería prueba de su existencia.

Argumentos sobre su existencia

Argumentos en favor de la existencia de Dios

  • El argumento cosmológico sostiene que hubo una «primera causa», o «motor» de todo lo existente, que es identificado como Dios.
  • Similar al anterior, el argumento de Aristóteles es el del Primer motor inmóvil. Es debido a que todo móvil, a su vez debe ser movido por un motor y este a su vez, debe ser movido por otro motor, de modo que la cadena de móviles necesita de un primer motor que no sea movido a su vez por otro. Sobre este Primer motor inmóvil, Aristóteles dirá que debe ser acto puro, forma pura, pues si no estuviese en acto sería imposible que pueda ser motor de algo. El libro central donde Aristóteles habla de él es Metafísica XII, paradigma central de la cultura mediterranea, pues, después este mismo pasaje será reinterpretado por buena parte de la filosofía mediterránea (desde Santo Tomás de Aquino hasta Kant, y desde San Alberto Magno hasta Hegel). Así, el Primer motor funge como el orden último de la cosmología aristotélica. Él mueve directamente a los astros del primer cielo, éstos tratan de imitarlo dando vueltas en círculo. El círculo responde al acto más perfecto según la ideología griega, pues no tiene comienzo ni fin, es continúo. Además Aristóteles define al Primer Motor como "gnoesis gnoeseos" (conocimiento de conocimiento), así el Primer Motor vuelve sobre sí, conociendo sólo lo más perfecto: él mismo, y esto responde al porqué de la estructura esférica del universo según Aristóteles. Por otra parte, este motor no es de modo alguno Dios bajo la jerga cristiana, como sugiere Santo Tomás de Aquino. A diferencia de un Dios cristiano, el Primer Motor aristotélico no conoce el mundo sublunar (la Tierra), sino sólo realiza la actividad más perfecta: pensar, conocer. Y sólo puede conocer lo más perfecto que es él mismo. De esta manera no hay lugar para los hombres o el universo en el pensar del Primer Motor, es más al Primer Motor no le interesa conocer algo que no sea él. De aquí se siguen dos rasgos importantes, que el Primer Motor no es providente y tampoco nos conoce. Además no es de algún modo infinito, recordemos que los griegos repudiaban la idea del infinito (cfr. Metafísica II,2). Esto último responde a que el conocimiento es finito (conocer es justo poner límites a la realidad) y el conocimiento de algo ilimitado, al no poder ser fijado, acaba por no ser conocimiento.
  • Las cinco vías de Santo Tomás de Aquino, que aprovecha argumentaciones de Aristóteles y Platón, algunas tan compartidas como la quinta, sobre el orden en el mundo, que llega hasta Voltaire, a su modo: «Hay Dios, porque no hay reloj sin relojero».
  • El argumento teleológico sostiene que el orden del universo y su complejidad se explican mejor por referencia a un Dios Creador (argumento similar al del creacionismo o el diseño inteligente contra el evolucionismo darwinista).9
  • El argumento ontológico, a diferencia de los demás, es apriorístico, es decir, se trata de una demostración en la que no interviene ningún factor de la realidad. Se basa en argumentos acerca de un «ser mayor que el cual no puede ser pensado». Fue enunciado por primera vez por Avicena y San Anselmo: «Todos, incluso aquellos que niegan la existencia de Dios, tienen en su mente la noción de Dios; en efecto, si no la tuvieran, no entenderían lo que dicen cuando afirman que no existe. Ahora bien, esa noción es la del ser más allá del cual no cabe ni siquiera concebir algo más perfecto. Pues bien, ése ser perfectísimo ha de existir necesariamente, pues, de no ser así, cualquier cosa que existiera sería más perfecta que Él y eso sería contradictorio. Por lo tanto, es necesario que Dios exista». Rechazado por Tomás de Aquino, Roger Bacon, Hume y Kant, entre otros, pero admitido por Descartes, Gödel y Hegel, entre otros. Kant demostró que definir algo incluso como un ser necesario (Dios), no implica su existencia. Alvin Plantinga formula este argumento para demostrar que, si es lógicamente posible para Dios (un ser necesario) existir, Dios existe, pero es incapaz de refutar a Kant y demostrar que sea lógicamente necesario que exista un ser definido como necesario.10
  • El problema cuerpo-mente sugiere que la relación de la conciencia con la materia se entiende mejor en términos de la existencia de Dios.
  • Los argumentos que sostienen que alguna cualidad física observada en el universo es de una importancia fundamental y no un epifenómeno (como la justicia, la belleza, el amor o la experiencia religiosa) defienden el teísmo frente al materialismo.
  • El argumento antrópico sugiere que un hecho básico, como nuestra propia existencia, se explica mejor por la existencia de Dios.
  • El argumento moral sostiene que la existencia objetiva de la moralidad depende de la existencia de Dios.
  • El argumento trascendental sugiere que lógica, ciencia, ética, y otras cosas que son tomadas en serio, dejarían de ser tomadas en serio o perderían sentido en ausencia de Dios; y que en última instancia, los argumentos ateos deben refutarse a sí mismos si se insiste con rigurosa coherencia.
  • La apuesta de Pascal, un argumento creado por Blaise Pascal en una discusión sobre la creencia en la existencia de Dios, basado en el supuesto de que la existencia de Dios es una cuestión de azar. El argumento plantea que, aunque no se conoce de modo seguro si Dios existe, lo racional es apostar que sí existe.
  • La doctrina de la voluntad de creer del filósofo pragmático William James es un intento de demostrar a Dios, mostrando que la aprobación del teísmo como una hipótesis «funciona» en la vida de un creyente. Esta doctrina depende en gran medida de la teoría pragmática de la verdad de James, donde las creencias son probadas por la forma en que funcionan después de que son adoptadas, en vez de por pruebas anteriores a la conversión (una forma del método hipotético deductivo).
  • Argumentos basados en la reivindicación de milagros específicos atribuidos a Dios asociados con acontecimientos o personajes históricos.
  • El argumento del consenso universal: la creencia en Dios o en el mundo sobrenatural arranca del paleolítico (suelen interpretarse de ese modo distintas manifestaciones espirituales de la cultura material, desde los rituales de enterramiento hasta el arte paleolítico) y llega hasta hoy mismo (se han calculado cifras de más del 80% de la población mundial como creyente en alguna religión).
  • El argumento del "Teolema", conforme a las últimas posturas en metafísica del Estar (Estancialismo Potencial): se basa en la consideración de que, si Dios se trata como Ser Omnipotente, siguiendo la lógica (la que todos los ortofilósofos han seguido a lo largo de los tiempos), se deduciría entonces que, Dios "podría crear un ser superior a sí mismo". Esto, contradice la idea de "Dios lógico", pero no la de un ser metalógico. Es decir: Dios existe y/o no existe, dependiendo de "su" estancia vinculable; por lo que resultaría un "metaestante". Por tanto, ya no tiene sentido preguntarse por un Ser absoluto en el Porque Sí razonal de la Omnipresencia, sino en el Porque Está. A modo de ejemplo: Dios existiría respecto al hombre; pero no existiría respecto a los posibles estantes de estancias "prisión" (p-ej.- el averno, donde reina el mal). En definitiva, se trata de una esencia de Dios que se debe a su metaestancia (ESTAR Y/O NO-ESTAR), o potencialidad de estar. Si bien, Dios tiene más razones de "existir" que no de "no existir" respecto al hombre (que es la referencia que nos atañe, y a la que el mismo Dios nos anima). En definitiva, la esencia de Dios no se puede tratar con argumentos lógicos y absolutos en el Porque Sí..., sino con argumentos metalógicos y relativos en el Porque Está.
  • El físico y sacerdote anglicano John C. Polkinghorne contradice el argumento del problema del mal contra la existencia de Dios, basándose en ideas del escritor británico Charles Kingsley acerca del evolucionismo de Darwin. Polkinghorne expone una justificación de la existencia del mal y el sufrimiento en el mundo (concretamente de la enfermedad del cáncer) desde un punto de vista científico, justificación que hace coherente con la idea de un Dios "bueno". El mal y el sufrimiento no son más que el "coste" de la autonomía, del "hacerse a sí misma", que Dios permite en la naturaleza:
Las mutaciones genéticas engendran nuevas formas de vida, pero exactamente los mismos procesos bioquímicos hacen que otras células mutantes se conviertan en malignas. No se puede tener lo uno sin lo otro. En el mundo hay cáncer no porque el Creador sea indiferente o incompetente, sino porque es el coste inevitable de una creación a la que se le permite hacerse a sí misma. No creo de ninguna manera que ésta sea una respuesta completa a las dificultades que plantea el sufrimiento, pero al menos nos deja entrever que la existencia de la enfermedad no es algo gratuito. [Y sobre el sentido de la devoción de Dios:] Dios es merecedor de nuestra devoción porque Dios es en último término el fundamento de la bondad, la verdad y la belleza.11 12
  • Francis Collins, genetista coordinador del Proyecto Genoma Humano en Estados Unidos, afirma: «No sé de ningún conflicto irreconciliable entre el conocimiento científico sobre la Evolución y la idea de un Dios creador. Yo soy genetista pero creo en Dios». Otros científicos renombrados que sustentan esta idea: Sir John Houghton, Carl Feit, Russell Stannard.13
  • Según Richard Swinburne, catedrático de la Universidad de Oxford, «Las investigaciones científicas recientes sobre la estructura fina del universo demuestran que la materia inicial y las leyes de la naturaleza tenían que presentar cualidades realmente especiales para que en él pudiera evolucionar la vida». Sobre la existencia de leyes fundamentales que rigen la materia, opina Swinburne: «Es algo extraordinario. Creo que Dios debía tener una razón para ello. Que la materia se comporte de este modo, no solo es bello, sino que permite a los seres finitos como nosotros influir sobre el mundo y sobre nuestro prójimo».14
  • Según la periodista de divulgación científica Julia Hinde, algunos científicos «señalan que la capacidad cognitiva humana, que supera ampliamente las exigencias impuestas por la presión evolutiva, y que nos permite percibir las complejidades del universo, apunta a Dios. Otros aluden a la incapacidad de la ciencia, hasta el momento, para explicar cabalmente el origen de la vida. [...] Michael Behe, bioquímico de la Universidad de Lehigh en Estados Unidos, sostiene que la evolución darwinista es incapaz de dar cuenta de todo lo que existe en el mundo viviente».15

Argumentos en contra de la existencia de Dios

Cada uno de los siguientes argumentos tiene por objeto mostrar que las características que describen y/o definen a Dios (o a los dioses), posiblemente no responden a la realidad, al carecer intrínsecamente de sentido, ser contradictorias en sí mismas, o hallarse en contradicción con hechos científicos o históricos conocidos. Es decir, que no hay suficientes razones para creer en un Dios o dioses. No obstante, algunos de estos razonamientos se refieren a una definición específica de Dios, ya que no todas las religiones definen a Dios de igual forma.

Argumentos empíricos

Dependen de datos empíricos o demostrables para ejemplificar sus conclusiones.
  • El Argumento de las revelaciones inconsistentes se opone a la existencia de la deidad llamada "Dios", como se describe en los libros sagrados (tales como el Tanaj judío, la Biblia cristiana o el Corán islámico) mediante la identificación de contradicciones aparentes entre las distintas escrituras, dentro de una misma escritura, o entre la escritura y los hechos conocidos. Para ser eficaz, este argumento requiere confrontarse con la llamada infalibilidad o inerrancia bíblica. La Biblia no es demostración de la existencia de Dios, ya que implicaría un argumento circular: «Dios existe porque dice en este libro que existe», asegura el creyente. «Pero, ¿tal libro lo escribió Dios?», puede preguntar el ateo. A lo que contesta el creyente: «No, lo escribió el hombre, pero fue revelado por Dios», lo que supone un nuevo círculo vicioso argumental.
Sin embargo los musulmanes presentan el Corán como prueba empírica de la existencia de Dios, no tanto por lo que el Corán afirme (que sería un argumento circular) como por su divina belleza. En este sentido, cuando a Mahoma se le atribuía algún milagro, él respondía que su único milagro había sido el Corán.
  • El argumento de la parsimonia (o aplicación del principio de la navaja de Occam) sostiene que, dado que teorías naturales (es decir, que no recurren a lo sobrenatural) explican adecuadamente el desarrollo de la religión y la creencia en los dioses,17 la existencia real de tales agentes sobrenaturales es superflua y puede prescindirse de ella, a no ser que se demuestre su necesidad para la explicación del fenómeno religioso.
  • La analogía de la llamada tetera de Russell, otra paradoja de este filósofo británico, arguye que la carga de prueba acerca de la existencia de Dios debe recaer en el teísta más que en el ateo. Este argumento puede considerarse una extensión del anterior, fundado en la navaja de Occam. El razonamiento de Russell es el siguiente:
Si yo sugiriera que entre la Tierra y Marte hay una tetera de porcelana que gira alrededor del Sol en una órbita elíptica, nadie podría refutar mi aseveración, siempre que me cuidara de añadir que la tetera es demasiado pequeña como para ser vista aun por los telescopios más potentes. Pero si yo dijera que, puesto que mi aseveración no puede ser refutada, dudar de ella es de una presuntuosidad intolerable por parte de la razón humana, se pensaría con toda razón que estoy diciendo tonterías. Sin embargo, si la existencia de tal tetera se afirmara en libros antiguos, si se enseñara cada domingo como verdad sagrada, si se instalara en la mente de los niños en la escuela, la vacilación para creer en su existencia sería un signo de excentricidad, y quien dudara merecería la atención de un psiquiatra en un tiempo iluminado, o la del inquisidor en tiempos anteriores.
Artículo "Is there a God?" ("¿Hay un Dios?"), de Bertrand Russell
  • El hecho de que la carga de prueba recae en el creyente, significa que deben ser siempre éstos los encargados de probar la existencia de aquello que defienden, es decir, que, mediante pruebas fehacientes, deben demostrar al no creyente que se equivoca al no creer. Siguiendo a Bertrand Russell, del mismo modo los ateos tampoco creen en la existencia de la "Mosca Voladora Verde de la Constelación de Orión" y tampoco pretenden probar que NO existe tal insecto. Como ejemplo, cabría preguntarse: ¿Deben los que creen en fantasmas o en OVNIs demostrar al mundo su existencia, o deben demostrar su no existencia los que NO creen en ellos? ¿O deben meramente dejarse en paz unos a otros, cada cual con su creencia?
  • La falta de apariciones divinas a lo largo de la historia, ya que sólo se atestiguan en escasos relatos bíblicos de la Antigüedad y ante muy pocos testigos,18 se ha esgrimido como fuerte evidencia contra la existencia de Dios. Las nulas pruebas reales de fenómenos sobrenaturales en el espacio, tras siglos de observación astronómica, constituyen otra prueba en contrario. La propia ciencia de la lógica propone: «Todos los cuervos son negros hasta que aparezca uno blanco», de lo que cabe deducir, por transposición lógica, que Dios no existe hasta que aparezca. Las pruebas subjetivas, por sentimientos personales, al estilo de «sentir su presencia y saber que existe», no sirven como prueba, ni para ser falseadas (en referencia al filósofo Popper). Uno podría sentirse habitado también por el Diablo o por el espíritu del pirata Morgan y no habría forma alguna de probarlo.

Argumentos deductivos

  • El truco del Boeing 747 definitivo, que aparece en el libro El espejismo de Dios, de Richard Dawkins, es un contra-argumento del argumento del diseño. Este afirma que una estructura compleja y ordenada tiene por fuerza que haber sido diseñada. Sin embargo, un dios que es el responsable de la creación de un universo tal sería al menos tan complicado como el universo que él ha creado. Por lo tanto, también ese dios debe exigir un diseñador, cuyo diseño del mismo modo requeriría un diseñador, y así, ad infinitum. Se demuestra de esta forma que este argumento es una falacia lógica, con o sin petición de principio. Este “truco” muestra que Dios no es el origen de la complejidad, sino que ésta simplemente ha existido siempre. También afirma que el diseño no explica la complejidad, que solo la selección natural puede explicar.
  • La paradoja de la omnipotencia sugiere que el concepto de una entidad omnipotente es lógicamente contradictoria, partiendo de la consideración de cuestiones como: "¿Puede Dios crear una roca tan grande que no pueda levantarla?" o "Si Dios es todopoderoso, ¿podría crear un ser más poderoso que él?". Del mismo modo, un dios omnipotente que deseara saber la posición de todos los átomos en el universo a lo largo de sus 14 mil millones de años de historia, así como su futuro infinito, debería poseer una memoria más grande que el conjunto infinito de estados posibles en el universo actual.
  • El problema del infierno es la idea de que la condenación eterna por los actos realizados en una existencia finita contradice la omnibenevolencia y omnipresencia divinas.
  • El argumento de la voluntad libre (también llamado paradoja de la voluntad libre o fatalismo teológico) se opone a la existencia de un Dios omnisciente dotado de libre albedrío -el mismo de que se hallan dotadas sus criaturas-, debido a que ambas propiedades son contradictorias. De acuerdo con este argumento, si Dios ya conoce el futuro, entonces la humanidad está destinada a corroborar dicho conocimiento, por lo que se hallaría exenta de la voluntad libre de apartarse de dicho plan. Por lo tanto, nuestro libre albedrío contradice la existencia de un dios omnisciente. Otro argumento que ataca directamente la existencia de un dios omnisciente dotado de libre albedrío es que la voluntad de Dios mismo estaría obligada (y por tanto exenta de libre albedrío) a seguir lo que Dios conoce de antemano de sí mismo, para toda la eternidad.
  • Un contra-argumento del argumento cosmológico (todo tiene una causa anterior y superior) parte de la suposición de que las cosas no pueden existir sin haber sido creadas por sus creadores, lo que se aplica a Dios, generándose así un círculo vicioso de creadores. Esto ataca la premisa de que el universo es la segunda causa (después de Dios, que se afirma que es la primera causa).
  • El no-cognitivismo teológico, tal como se utiliza en la literatura, por lo general trata de desmentir el dios-concepto a través de la demostración de que es imposible de verificar por medio de pruebas científicas.
  • El argumento antrópico afirma que, si Dios es omnisciente, omnipotente y perfecto moralmente, habría creado otros seres moralmente perfectos en lugar de seres humanos imperfectos.

Argumentos inductivos

Este tipo de argumentos procede a través del llamado razonamiento inductivo.
  • La argumentación ateo-existencialista de la no existencia de un ser perfecto y sensible parte, de acuerdo con el existencialismo, del aserto de que la existencia es anterior a la esencia, y de que un ser sensible no puede ser también completo y perfecto. Esto está explicado en El ser y la nada, de Jean-Paul Sartre. Según este filósofo, Dios sería un "pour-soi" (un ser-para-sí, una conciencia), pero sería también un "en-soi" (un ser-en-sí, una cosa), lo que supone una contradicción en los términos. Un argumento similar aparece en la novela Grimus, de Salman Rushdie: «Lo que está completo también está muerto».
  • El argumento de la ausencia de razón trata de demostrar que un ser omnipotente y omnisciente no tendría ninguna razón para actuar de una manera determinada, en particular mediante la creación de un universo, dado que no tendría necesidades, querencias o deseos, ya que conceptos tales son propia y subjetivamente humanos. Esto entraña una contradicción con el hecho de existir el universo; por lo tanto, un Dios omnipotente no puede existir. Este argumento es expuesto por Scott Adams en el libro God’s Debris, que propone una forma de pandeísmo como modelo teológico fundamental. Un argumento similar se presenta en el libro de Ludwig von Mises La acción humana. Se refirió a él como el "argumento praxeológico", afirmando que un ser perfecto debe tener desde siempre resueltos todos sus deseos y necesidades, y, de tomar alguna iniciativa en el presente, esto, por sí solo, probaría su incapacidad, demostrándolo imperfecto.
  • El argumento de la "inducción histórica" concluye que, dado que la mayoría de las religiones teístas a lo largo de la historia (por ejemplo, la religión del Antiguo Egipto, o la antigua religión griega), tanto como sus dioses, finalmente han llegado a ser consideradas falsas o absurdas, todas las religiones teístas, incluidas las contemporáneas, lo son, siguiendo un razonamiento inductivo. Esto se comprende bien a partir de la conocida cita de Stephen F. Roberts: «Yo sostengo que tanto usted como yo somos ateos. Yo únicamente creo en un dios menos que usted. Cuando usted entienda por qué motivo rechaza a todos los demás dioses posibles, entenderá por qué motivo rechazo yo el suyo».
  • Una prueba biológica, fundada en Darwin, es la comprobación de que el ADN del chimpancé y el humano tienen más de un 99% de elementos en común, con el agregado de los numerosos hallazgos, en el registro fósil, del linaje completo humano, desde el Australopitecus hasta el Homo habilis, el Homo ergaster, Homo erectus, Homo heidelbergensis, Homo neanderthaliensis, Homo floresiensis, Homo rhodesiensis y finalmente Homo sapiens. Conocedor Charles Darwin de la filosofía de Epicuro, planteaba al respecto: «No puedo llegar a persuadirme de que un Dios benéfico hubiera creado adrede a los icneumónidos (avispas endoparásitas) con la intención expresa de que se comieran desde dentro a las orugas vivas, o de que los gatos jugaran a muerte con los ratones».[cita requerida]

Argumentos subjetivos

Al igual que los argumentos a favor de la existencia de Dios, los argumentos subjetivos en contra de la divinidad sobrenatural se basan principalmente en el testimonio o la experiencia de testigos, o bien en las proposiciones de las religiones reveladas en general.
  • El argumento testimonial da crédito a los testigos personales contemporáneos y del pasado, que, o bien no creen, o bien dudan de la existencia de Dios, por la simple razón de que nunca se les ha hecho visible.
  • El argumento del conflicto de religiones aduce que cada una de estas da una versión diferente de lo que Dios es y de lo que Dios quiere. Ya que todas las versiones contradictorias no pueden ser correctas, muchas, si no todas las religiones, deben ser erróneas.
  • El argumento de la decepción sostiene que, cuando se le pide, no hay ninguna ayuda visible de Dios, por lo tanto no hay ninguna razón para creer que hay un Dios que provee.

Argumentos hinduístas

El ateísmo hindú esgrime diversos razonamientos para rechazar un Dios creador o Isvará.
  • El texto del Samkhya Sutra, de la doctrina Samkhya, afirma que, en su sistema, no hay lugar filosófico para un Dios creador. También se argumenta en este texto que la existencia de Isvará no puede ser probada, y por lo tanto no puede ser admitida.19 La escuela Samkhya argumenta en contra de la existencia de Dios por motivos metafísicos. Sostiene, por ejemplo, que un Dios inmutable no puede ser la fuente de un mundo siempre cambiante; Dios era una hipótesis metafísica necesaria exigida por las circunstancias.20 Los textos de Samkhya tratan además de demostrar que la idea de Dios es inconcebible y contradictoria, y algunos comentarios son esgrimidos con claridad sobre este tema. El Sankhya-tattva-Kaumudi afirma que un Dios perfecto no puede tener necesidad de crear un mundo, y si el motivo de Dios es la bondad, la doctrina inquiere si es razonable llamar a existir a seres que, en el no ser, no padecían sufrimiento alguno. Samkhya postula que una deidad benevolente debe crear solo criaturas felices, no un mundo imperfecto como el mundo real.21
  • Los defensores de la escuela Mimamsá, fundada en ciertos rituales y en la ortopraxis, decidieron que ninguna evidencia supuestamente probatoria de la existencia de Dios era convincente. Argumentan que no hay necesidad de postular un creador para el mundo, al igual que no había necesidad de un autor para componer los Vedas o de un Dios para validar los rituales.22 Mimamsá afirma que los dioses mencionados en los Vedas no tienen existencia aparte de los mantras que repiten sus nombres. En ese sentido, el único poder divino emanará de los mantras.23

Véase también

Enlaces externos

A favor

En contra

Referencias (en inglés)

Bibliografía

Notas

1.                               La cita original es: «God is not 'dead' in academia; he returned to life in the late 1960s», citado por Quentin Smith en The Rationality of Theism. Habla del cambio experimentado desde la hostilidad hacia el teísmo en la Encyclopedia of Philosophy de Paul Edwards (1967) hacia una mayor simpatía hacia el teísmo en la Routledge Encyclopedia of Philosophy, más reciente.
2.                               Tomás de Aquino, véase Cinco vías.
3.                               Una reexposición moderna, véase [1]
4.                               Según el argumento ontológico de San Anselmo
5.                               Véase Richard Swinburne Does God Exist?, o John Polkinghorne.
6.                               Ver los artículos sobre estos autores, y sobre todo el artículo de Einstein de 1940 en la revista Nature.
7.                               «htm El Upanishad Principal». Consultado el 12 de enero de 2007.
8.                               p.23 Pearlman, Myer. Teología Bíblica y Sistemática. Editorial Vida 1992.ISBN 0-8297-1372-7
9.                               Richard Dawkins El relojero ciego
10.                           Plantinga lo atribuye a Charles Hartshorne. Alvin PLANTINGA (1998): «Arguments for the existence of God». En E. Craig (ed.): Routledge Encyclopedia of Philosophy. Londres: Routledge. Consultado en marzo de 2007, en Routledge.com.
11.                           Harriet Swain, ed.: Las grandes preguntas de la ciencia. Ed. Crítica - Barcelona, 2011. ISBN 978-84-9892-231-8 pp. 24-25
12.                           Sobre este aspecto, el físico y cosmólogo británico Roger Penrose, al relacionar la evolución biológica con la Segunda Ley de la Termodinámica, ofrece una peculiar perspectiva cruzada acerca de lo "natural", lo "aleatorio" y lo "milagroso" como factores desencadenantes de la vida. Afirma que la mera existencia de vida no proporciona por sí misma ningún argumento para la plena validez de la Segunda Ley (la que se supone que rige el universo), que postula un punto de partida, o singularidad, extraordinariamente especial, y un aumento subsiguiente de la llamada entropía. De tal forma que, si descartamos la Segunda Ley, «[...] sería mucho menos probable que la creación de vida llegara por medios naturales, ya sea por selección natural o por cualquier otro proceso aparentemente "natural", que por una creación "milagrosa" simplemente a partir de colisiones aleatorias de las partículas constituyentes». Este supuesto de improbabilidad lo trae a colación Penrose debido a que la vida ejemplifica una entropía decreciente, lo que está «en violento desacuerdo con la Segunda Ley, en lugar de ofrecer una demostración de la misma». (En Ciclos del tiempo. Barcelona, Debolsillo, 2011. ISBN 978-84-9989-199-6 p. 52)
13.                           citado por Julia Hinde en Las grandes preguntas de la ciencia. Ed. Crítica - Barcelona, 2011. ISBN 978-84-9892-231-8 p. 17
14.                           Citado por Hinde en op. cit. p. 19-20
15.                           op. cit., p. 20
16.                           Paradojas de Russell
17.                           Pascal Boyer: Religion Explained: The Evolutionary Origins of Religious Thought. Basic Books, 2001.
18.                           Cfr. Exodo 33:7-34:35)
19.                           khyapravacana Sūtra I.92.
20.                           Google Books. The six systems of Indian philosophy
21.                           Google Books. Charles Eliot: Hinduism and Buddhism, Vol II., p. 243
22.                           Google Books. Robert Neville: Religious truth p. 51



-Si uno observa la naturaleza y las cosas creadas por el hombre, se puede dar cuenta de algo, las cosas complejas no se generan de modo espontaneo. Es decir, si tu ves un auto , un avión , un edificio, difícilmente pensarías que se formo de modo espontaneo y natural. Lo que uno sabe es que para que se formen esas cosas tan complejas alguien las ideo.
Se puede hacer una analogía con el universo, ya que como vemos, todo lo que se creo, partió en un comienzo de la nada en el llamado big-bang. Al comienzo todo parecía caótico , pero no era tan así, pues aun en esos momentos , el universo se regia por las leyes (físicas , químicas, etc. ) lo que lo llevaron a lo que hoy conocemos, el cual posee una complejidad sin igual , en dónde incluso nosotros y todas nuestras creaciones existen.
Esto nos hace pensar: ¿porque el universo posee este orden y estas leyes? ... y no.......simplemente un caos. Pues bueno debió ser porque algo o alguien quiso que fuera así, y no de cualquier otro modo. Y ese alguien es el Pulento, el bacan , el Papi shulo , es Dios .etc etc...


Pincha las fotos y veras un video muy interesante que Dios existe:





Rafa López Guerrero: Científicamente, Dios existe

Entrevista al cientifico Rafael López Guerrero donde demuestra la existencia de Dios científicamente, por medio de la radiofrecuencia y las particulas de ión de calcio.

 


DOCE PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS

Esta fue mi respuesta cuando recibí una invitación para comprar un libro, procedente de un filósofo (de quien no recuerdo el nombre y tampoco importa mucho recordarlo) El libro se llama 12 PRUEBAS DE LA INEXISTENCIA DE DIOS. Entonces yo escribí 12 pruebas de su existencia.
Tal vez Uds puedan encontrar más. En realidad, El es tan infinito como infinitas las pruebas. Para quien cree. Porque sin fe...nadie puede ofrecer pruebas, claro.

1)       Dios inicia la vida del hombre tomando barro. Nosotros, en nuestra composición física tenemos todos los minerales que corresponden a ese elemento.
2)       Nada surge de la nada. Alguien tuvo que crear la primera célula.
3)       El organismo humano es un laboratorio perfecto donde se procesan, multiplican, eliminan, mezclan y mutan constantemente distintas funciones, ajenas a nuestro control. Solamente un ser superior pudo haber creado una máquina tan perfecta.
4)       La creación de los astros y el complejo sistema solar, el constante hallazgo de nuevas galaxias, y sobre todo la ausencia de límites en el universo, que hace que no haya forma de establecer el infinito. El  universo está en expansión y nuestra mente no puede acceder a la idea de infinitud. Solamente Dios puede no tener principio ni fin.
5)       La Biblia, escrita por los hombres a inspiración de Dios contiene hechos relatados por personas en distintos momentos a lo largo de miles de años. Dichas personas no se conocieron entre si.
6)       Las personas que tienen relación con Dios, y no se trata de religiosos, son personas con cualidades emocionales y espirituales de mejor calidad.
7)       Aquellos que están poseídos por espíritus inmundos, o sea demonios, permanecen en el cuerpo y el alma de las personas, hasta que en el nombre de Jesús son expulsados, lo que prueba las palabras de Dios indicando esto.
8)       Dichas personas, una vez liberadas, aún de problemas que la medicina no soluciona, vuelven a una vida normal.
9)       Las personas que viven en armonía con Dios, y fueron liberadas, cuando dejan esa relación, vuelven a tener el problema inicial, y como anuncia la Biblia, 7 veces peor.
10)    Las personas que han sido juzgadas por delitos importantes, y purgan su condena en la cárcel, cuando conocen a Dios a través de los predicadores que le llevan la Palabra, cambian drásticamente sus vidas.
11)    Todas las profecías bíblicas se cumplieron o se están cumpliendo, por tanto lo que Dios predice se cumple.
12)    La sabiduría que encierra la Biblia, es comprobable en la práctica. No pudo ser escrito por un solo hombre, y de hecho decenas de hombres la compusieron con la inspiración divina, que se corrobora en el cumplimiento de sus palabras.


       Tal vez éstas 12 razones que prueban la existencia de Dios no estén cumpliendo con las bases del concurso. Pero ya que Uds. Editan las 12 razones de la inexistencia, hago uso de mi libertad,  para que un filósofo que en definitiva no pudo concretamente aportar pruebas contundentes, no sea la última palabra. El lector podrá tener la elección de comparar entre él y yo. Para decidir la inexistencia de algo no solamente hay que aportar pruebas, sino conocer a ese algo. El no lo ha conocido nunca, puesto que la iglesia católica romana ha creado su propia doctrina, absoluta y completamente alejada de la doctrina cristiana , que fue la iglesia primitiva. De modo que es incoherente sostener la inexistencia de algo que jamás se conoció, y del cual se tiene referencias a través de fantasías, tradición oral, y la conocida fusión de paganismo con cristianismo, lo que dio lugar una religión que se ha creado a si misma.

Cientos de pruebas de la Existencia de Dios.

 

Triángulo Dios
1 TRANSCENDENTAL ARGUMENT, a.k.a. PRESUPPOSITIONALIST (I)
(1) If reason exists then God exists.
(2) Reason exists.
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO TRANSCENDENTAL
(1) Si la razón existe, entonces Dios existe.
(2) La razón existe.
(3) Por tanto, Dios existe.
2 COSMOLOGICAL ARGUMENT, a.k.a. FIRST CAUSE ARGUMENT (I)
(1) If I say something must have a cause, it has a cause.
(2) I say the universe must have a cause.
(3) Therefore, the universe has a cause.
(4) Therefore, God exists.
ARGUMENTO COSMOLÓGICO
(1) Si yo digo que algo tiene una causa, tiene una causa.
(2) Yo digo que el universo tiene una causa.
(3) Por tanto, el universo tiene una causa.
(4) Por tanto, Dios existe.

3 ONTOLOGICAL ARGUMENT (I)
(1) I define God to be X.
(2) Since I can conceive of X, X must exist.
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO ONTOLÓGICO (I)
(1) Yo defino a Dios como X
(2) Desde que yo puedo concebir a X, X existe.
(3) Por tanto, Dios existe.
4 ONTOLOGICAL ARGUMENT (II)
(1) I can conceive of a perfect God.
(2) One of the qualities of perfection is existence.
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO ONTOLÓGICO (II)
(1) Yo puedo concebir un Dios perfecto.
(2) Una de las cualidades de la perfección es la existencia.
(3) Por tanto, Dios existe.
5 MODAL ONTOLOGICAL ARGUMENT
(1) God is either necessary or unnecessary.
(2) God is not unnecessary, therefore God must be necessary.
(3) Therefore, God exist.
ARGUMENTO ONTOLÓGICO MODAL
(1) Dios es necesario o innecesario.
(2) Dios no es innecesario, por lo tanto Dios podría ser necesario.
(3) Por tanto, Dios existe.
6 ARGUMENT FROM DESIGN, a.k.a. TELEOLOGICAL ARGUMENT (I)
(1) Check out the world/universe/giraffe.  Isn’t it complex?
(2) Only God could have made them so complex.
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DEL DISEÑO
(1) Mira el mundo/universo/girafa. ¿No es complejo)
(2) Solo Dios podría hacer algo tan complejo.
(3) Por tanto, Dios existe.
7 ARGUMENT FROM BEAUTY, a.k.a. DESIGN/TELEOLOGICAL ARGUMENT (II)
(1) Isn’t that baby/sunset/flower/tree beautiful?
(2) Only God could have made them so beautiful.
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DE LA BELLEZA
(1) ¿No es un bebé/puesta de sol/flor/árbol bonito?
(2) Solo Dios podría hacer algo tan bonito.
(3) Por tanto, Dios existe.
8 ARGUMENT FROM MIRACLES (I)
(1) My aunt had cancer.
(2) The doctors gave her all these horrible treatments.
(3) My aunt prayed to God and now she doesn’t have cancer.
(4) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DEL MILAGRO
(1) Mi tía tuvo cáncer.
(2) El doctor le dió horribles tratamientos.
(3) Mi tía rezó a Dios y luego ella no tuvo cáncer.
(4) Por tanto, Dios existe.
9 MORAL ARGUMENT (I)
(1) Person X, a well-known atheist, was morally inferior to the rest of us.
(2) Therefore, God exists.
ARGUMENTO MORAL (I)
(1) La persona X, un buen conocido ateo, es moralmente inferior al resto de nosotros.
(2) Por tanto, Dios existe.
10 MORAL ARGUMENT (II)
(1) In my younger days I was a cursing, drinking, smoking, gambling, child-molesting, thieving, murdering, bed-wetting bastard.
(2) That all changed once I became religious.
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO MORAL (II)
(1) Durante mis días jóvenes yo maldecía, bebía, fumaba, era ludópata, abusaba de niños, robaba, mataba y era un…
(2) Todo cambió cuando abracé la religión.
(3) Por tanto, Dios existe.
11 ARGUMENT FROM CREATION, a.k.a. ARGUMENT FROM PERSONAL INCREDULITY (I)
(1) If evolution is false, then creationism is true, and therefore God exists.
(2) Evolution can’t be true, since I lack the mental capacity to understand it; moreover, to accept its truth would cause me to be uncomfortable.
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DE LA CREACIÓN
(1) Si la evolución es falsa, el creacionismo es cierto, y por tanto Dios existe.
(2) La evolución no puede ser cierta, desde que perdí la capacidad mental para entenderla; además, aceptar la verdad podría ser incómodo.
(3) Por tanto, Dios existe.
12 ARGUMENT FROM FEAR
(1) If there is no God then we’re all going to not exist after we die.
(2) I’m afraid of that.
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DEL MIEDO
(1) Si no hay Dios, entonces cuando muramos dejaremos de existir.
(2) Me asusta eso.
(3) Por tanto, Dios existe.
13 ARGUMENT FROM THE BIBLE
(1) [arbitrary passage from OT]
(2) [arbitrary passage from NT]
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DE LA BIBLIA
(1) [Pasaje arbitrario del A.T.]
(2) [Pasaje arbitrario del N.T.]
(3) Por tanto, Dios existe.
14 ARGUMENT FROM INTELLIGENCE
(1) Look, there’s really no point in me trying to explain the whole thing to you stupid atheists; it’s too complicated for you to understand.  God exists whether you like it or not.
(2) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DE LA INTELIGENCIA
(1) Escucha, no tengo nada que me lleve a explicar cualquier cosa a tu estúpido ateismo; es demasiado complicado para tí entenderlo. Dios existe te guste o no.
(2) Por tanto, Dios existe.
15 ARGUMENT FROM UNINTELLIGENCE
(1) Okay, I don’t pretend to be as intelligent as you guys — you’re obviously very well read.  But I read the Bible, and nothing you say can convince me that God does not exist.  I feel him in my heart, and you can feel him too, if you’ll just ask him into your life.  “For God so loved the world that he sent his only begotten son into the world, that whosoever believes in him shall not perish from the earth.” John 3:16.
(2) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DE LA IN-INTELIGENCIA
(1) Ok, yo no pretendo ser tan inteligente como vosotros – realmente sois tipos cultos. Pero yo he leído la Biblia, y nada de lo que digáis va a convencerme de que Dios no existe. Yo lo he sentido en mi corazón, y tu puedes sentirlo también, si solo le pides que entre en tu vida. “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna” Juan 3:16.
(2) Por tanto, Dios existe
16 ARGUMENT FROM BELIEF
(1) If God exists, then I should believe in Him.
(2) I believe in God.
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DEL CREYENTE
(1) Si Dios existe, entonces debo creer en Él.
(2) Yo creo en Dios.
(3) Por tanto, Dios existe.
17 ARGUMENT FROM INTIMIDATION, a.k.a. TOMAS DE TORQUEMADA’S ARGUMENT
(1) See this bonfire?
(2) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DE LA INTIMIDACIÓN (o ARGUMENTO DE TORQUEMADA)
(1) ¿Ves esta hoguera?
(2) Por tanto, Dios existe.
18 PARENTAL ARGUMENT
(1) My mommy and daddy told me that God exists.
(2) Therefore, God exists.
ARGUMENTO PARENTAL
(1) Mamá y Papá me han dicho que Dios existe.
(2) Por tanto, Dios existe.
19 ARGUMENT FROM NUMBERS
(1) Billions of people believe in God.
(2) They can’t all be wrong, can they?
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DE LOS NÚMEROS
(1) Miles de millones de personas creen en Dios.
(2) Tanta gente no puede estar equivocada, ¿cierto?
(3) Por tanto, Dios existe.
20 ARGUMENT FROM ABSURDITY
(1) Maranathra!
(2) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DE LA ABSURDIDEZ
(1) Maranathra!
(2) Por tanto, Dios existe.
[...]
26 ARGUMENT FROM INCOMPREHENSIBILITY
(1) Flabble glurk zoom boink blubba snurgleschnortz ping!
(2) No one has ever refuted (1).
(3) Therefore, God exists.
ARGUMENTO DE LA INCOMPRENSIÓN
(1) Flabble glurk zoom boink blubba snurgleschnortz ping!
(2) Nadie ha conseguido refutar (1)
(3) Por tanto, Dios existe.
Y muchas más, hasta 666 pruebas de la existencia de Dios, en:

 

El filósofo ateo más influyente del mundo acepta la existencia de Dios

Recientes investigaciones científicas sobre el origen de la vida y el ADN muestran la existencia de una “inteligencia creadora”, afirma ahora Antony Flew.


 El filósofo ateo más influyente del mundo acepta la existencia de Dios
Considerado hasta 2004 el filósofo ateo más férreo e influyente del mundo, Antony Flew acepta la existencia de Dios. En su libro Hay un Dios: Como el ateo más notorio del mundo cambia de parecer, Flew explica el porqué de ese cambio: recientes investigaciones científicas sobre el origen de la vida y el ADN revelan la existencia de una “inteligencia creadora”, asegura.

Según informaba el 16 de abril de 2009 Aciprensa, durante más de cinco décadas, este filósofo inglés fue uno de los más vehementes ateos del mundo. Escribió libros y ofrecío audiencias multitudinarias donde debatió con conocidos pensadores creyentes, entre otros con el célebre apologista cristiano C. S. Lewis.

Sin embargo, en una exposición ofrecida en la Universidad de Nueva York en 2004, los asistentes quedaron sorprendidos cuando Flew anunció que para entonces ya aceptaba la existencia de Dios y que se sentía especialmente impresionado por el testimonio del cristianismo.

En su libro, cuyo título original es There is a God. How the world’s most notorious atheist changes his mind (Nueva York: Harper One, 2007), Flew no sólo desarrolla sus propios argumentos sobre la existencia de Dios, sino que argumenta frente a los puntos de vista de importantes científicos y filósofos acerca de la cuestión de Dios.

Su investigación le llevó a examinar, entre otros, los trabajos críticos David Hume al principio de causalidad y los argumentos de importantes científicos como Richard Dawkins, Paul Davies y Stephen Hawking. Uno de los pensamientos sobre Dios que tomó como referencia fue el de Albert Einstein, ya que, lejos de lo que afirman ateos como Dawkins, Einstein fue claramente creyente.

"UNA INTELIGENCIA CREADORA"

¿Qué llevó a Flew a cambiar tan radicalmente su concepto de Dios? Él explica que la razón principal nace de las recientes investigaciones científicas sobre el origen de la vida; unas investigaciones que muestran la existencia de una “inteligencia creadora”.

Tal como expuso en el simposio celebrado en 2004, su cambio de postura fue debido “casi enteramente a las investigaciones sobre el ADN”; “Creo que el ADN ha demostrado, debido a la increíble complejidad de los mecanismos que son necesarios para generar vida, es que tiene que haber participado una inteligencia superior en el funcionamiento unitario de elementos extraordinariamente diferentes entre sí”, asegura.

“Es la enorme complejidad del gran número de elementos que participan en este proceso y la enorme sutileza de los modos que hacen posible que trabajen juntos. Esa gran complejidad de los mecanismos que se dan en el origen de la vida es lo que me llevó a pensar en la participación de una inteligencia”, añade Flew.

En cuanto a la teoría de Richard Dawkins de que el llamado ‘gen egoísta’ es el responsable de la vida humana, Flew la califica de “ejercicio supremo de mixtificación popular”. “Los genes, por supuesto, ni pueden ser egoístas ni no egoístas, de igual modo que cualquier otra entidad no consciente no puede ni entrar en competencia con otra ni hacer elecciones”.

“Ahora creo que el universo fue fundado por una Inteligencia infinita y que las intrincadas leyes del universo ponen de manifiesto lo que los científicos han llamado la Mente de Dios. Creo que la vida y la reproducción se originaron en una fuente divina”, dice.

“TRES DIMENCIONES QUE APUNTAN A DIOS”

“¿Por qué sostengo esto, después de haber defendido el ateísmo durante más de medio siglo? La sencilla respuesta es que esa es la imagen del mundo, tal como yo la veo, que emerge de la ciencia moderna. La ciencia destaca tres dimensiones de la naturaleza que apuntan a Dios”.

“La primera es el hecho de que la naturaleza obedece leyes. La segunda, la existencia de la vida, organizada de manera inteligente y dotada de propósito, que se originó a partir de la materia. La tercera es la mera existencia de la naturaleza. Pero en este recorrido no me ha guiado solamente la ciencia. También me ayudó el estudio renovado de los argumentos filosóficos clásicos”, señala.

“Mi salida del ateísmo no fue provocada por ningún fenómeno nuevo ni por un argumento particular. En realidad, en las dos últimas décadas, todo el marco de mi pensamiento se ha trastocado. Esto fue consecuencia de mi permanente valoración de las pruebas de la naturaleza. Cuando finalmente reconocí la existencia de Dios no fue por un cambio de paradigma, porque mi paradigma permanece”, concluye.

“ESTE ES MI LIBRO”

A raíz de la publicación del libro, llovieron las críticas por parte de sus colegas por el cambio realizado, entre ellas la de Mark Oppenheimer en un artículo titulado El cambio de un ateo.

Según informaba Noticias Cristianas, Oppenheimer caracteriza a Flew como un viejo hombre senil que es manipulado y explotado por los cristianos evangélicos para sus propios propósitos. Además, le acusa de haber firmado un libro que nunca escribió.

Sin embargo, Flew, de 86 años de edad, responde de forma concluyente: “Mi nombre está en el libro y representa exactamente mis opiniones. No permitiré que se publique un libro con mi nombre con el cual no estoy cien por ciento de acuerdo”.

“Necesité que alguien lo escribiera porque tengo 84 años –dijo entonces-. Ese fue el papel de Roy Varghese. La idea que alguien me manipuló porque soy viejo es exactamente incorrecta. Puedo ser viejo, pero es difícil que alguien me manipule. Este es mi libro y representa mi pensamiento”, sentenció.


Gandhi habla sobre Dios


Gandhi Meditando
Mi Dios de Gandhi. Pasé días meditando en cada uno de los pensamientos que Gandhi plasmó en esta indescriptible joya que me trasportó al momento que estuve en contacto con sus reliquias en New Delhi, India.
Quedé tan movido interiormente con su contenido, que lo utilicé para dar las primeras clases después del largo receso de verano. Las clases resultaron ser mágicas y los estudiantes se inundaron del puro amor y la pura paz del espíritu de Gandhi.
Aquí les dejo algunos de los pensamientos que más me marcaron para que sigan meditando en estas profundas verdades, producidas por un ser que en la tierra probó que podemos convivir sin agresión, siempre amparados bajo la Ley del Amor.
 
Hay un indefinible y misterioso Poder que lo llena todo. Lo siento, aunque no lo veo. Este Poder invisible se hace sentir por sí mismo y, sin embargo, se resiste a toda demostración, porque es totalmente diferente de lo que percibo a través de mis sentidos. Este Poder trasciende los sentidos.

La humilde y silenciosa aceptación de la autoridad divina hace más fácil el camino de la vida, al igual que la aceptación de un gobernante terreno facilita la vida bajo su dominio.

Percibo débilmente que, mientras todo a mi alrededor cambia continuamente e incluso muere, en todo este cambio subyace un Poder vivo que es inmutable, que lo mantiene todo unido, que crea, disuelve y re-crea. Ese Poder o Espíritu que a todo da vida es Dios.

Cuando se produce una toma de conciencia fuera de los sentidos, es infalible. Se demuestra, no por una prueba extraña, sino por la transformación de la conducta y el carácter de quienes han sentido la presencia real de Dios dentro de sí.

La entrega a esta Verdad es la única justificación de nuestra existencia. Todas nuestras actividades tienen que estar centradas en la Verdad. La Verdad tiene que ser el aliento mismo de nuestra vida.

La existencia de Dios no puede ni necesita ser demostrada. Dios es.

Podemos sentir a Dios, si lo deseamos, pero tenemos que prescindir de los sentidos. Dentro de nosotros suena incesantemente la música divina, pero los ruidosos sentidos ahogan la delicada música, que es diferente e infinitamente superior a todo cuanto podemos percibir o escuchar con nuestros sentidos.
He visto y creo que Dios nunca se nos aparece en persona, sino en la acción.
Quien quiera nadar en el seno del océano de la Verdad tiene que reducirse a la nada.
Tiene que haber Verdad en el pensamiento, Verdad en la palabra y Verdad en la acción.
El nombre de esa fuerza de cohesión entre los seres animados es el Amor. Allí donde haya un conflicto, allí donde nos encontremos frente a un adversario, tenemos que vencerlo con amor.
La no violencia es la fuerza suprema de que dispone la humanidad. Es más poderosa que la más potente arma de destrucción concebida por la inteligencia humana.
La no violencia es una fuerza activa del orden más elevado. Es la fuerza del alma o el poder de la Divinidad dentro de nosotros.
Los racionalistas son seres admirables, pero el racionalismo es un monstruo horrible cuando sostiene que es omnipotente.
Todos tenemos fe en Dios, aunque no todos lo sepamos. Porque todos tenemos fe en nosotros mismos, y ésto, elevado a la enésima potencia, es Dios.
La suma total de todo cuanto vive es Dios. Aunque no somos dioses, somos de Dios, del mismo modo que una pequeña gota de agua es parte del océano.
Quienes buscan la Verdad tienen que ser más humildes que el polvo. El mundo aplasta el polvo bajo sus pies, pero los buscadores de la Verdad tienen que humillarse tanto que hasta el polvo pueda aplastarlos. Mientras no nos hayamos reducido a nada, no podremos conquistar el mal que hay en nosotros.
La empresa humana más elevada consiste en tratar de encontrar a Dios. Nadie puede tener experiencia de Dios si no es puro de corazón.
La oración es el único medio para poner orden, paz y reposo en nuestros actos diarios.
Dios y Su Ley son una misma cosa. Una persona que se identifica con la ley no necesita recitar el nombre de Dios.
No reconozcas nunca una derrota en una causa sagrada, y en adelante no vuelvas a dudar que serás puro y encontrarás una respuesta de Dios.
Creo que todos podemos convertirnos en mensajeros de Dios si dejamos de tener miedo a los demás y buscamos sólo la Verdad de Dios.
Las leyes de Dios son eternas, inalterables e inseparables del mismo Dios. Esta es una condición indispensable de Su misma perfección.
Detrás de cada calamidad física hay un designio divino.
Las religiones son diferentes caminos que convergen en un mismo punto.
Todas las religiones son un don de Dios, pero todas ellas participan también de la imperfección humana, al tener que pasar por la mediación del hombre. Los seres humanos imperfectos sólo pueden expresarla con el lenguaje de que disponen, y sus palabras son interpretadas por otros hombres igualmente imperfectos.
En teoría, dado que hay un solo Dios, solo puede haber una religión verdadera.
La fe viva en este Dios significa aceptar que todos los hombres son hermanos. También significa respetar por igual todas las religiones.
No puedo imaginar nada más noble ni más "nacional" que dedicar una hora al día, por ejemplo, al trabajo que tienen que hacer los pobres, para, de ese modo, identificarnos con ellos y, a través de ellos, con toda la humanidad. No puedo imaginar mayor culto a Dios que trabajar en Su nombre por los pobres tal y como ellos lo hacen.
La religión es un servicio a los desvalidos. Dios se nos manifiesta en la persona de los desvalidos y los afligidos.
Nadie puede ver a Dios cara a cara si no ha reducido a la nada el yo que hay en él.
Pienso que quien no sirva a los pobres ni se identifique con ellos no podrá obtener su realización personal.
La oración no hay que hacerla con los labios, sino con el corazón. Y las oraciones de aquellos cuyas lenguas destilan néctar, pero cuyos corazones están llenos de veneno, nunca son escuchadas.
Dios quiere que Su sede sea el corazón de quien sirve a su prójimo.
Los templos, las mezquitas y las iglesias son lo que el ser humano hace de ellos.
No dejo de esforzarme por ver a Dios mediante el servicio a la humanidad, pues sé que Dios no está en el cielo ni en el infierno, sino en todas y cada una de las personas.
Mi experiencia constante me ha llevado al convencimiento de que no hay más Dios que la Verdad.
Esta es la lección que he aprendido: lo que es imposible para el hombre es un juego de niños para Dios.
Ya desde los primeros años de mi carrera profesional descubrí que para encontrar la Verdad tenía que obedecer, aún a costa de mi vida, la Ley del Amor.

El único Dios al que reconozco es aquel que se encuentra en los corazones de millones de personas sin voz.

Oración para la hora de la decisión. Mahatma Gandhi

Señor ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón. Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites dignidad.
Ayúdame a ver el otro lado de la medalla.
No me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a ti mismo y a no juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo, si triunfo.
Ni en la desesperación si fracaso.
Mas bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es lo más grande del fuerte y que la venganza es la señal primitiva del débil.
Si me quitas el éxito, déjame fuerza para triunfar del fracaso.
Si yo faltara a la gente dame valor para disculparme y si la gente faltara conmigo dame el valor para perdonar.
Señor si yo me olvido de tí, no te olvides nunca de mí.

Credo de Martin Luther King

 Hoy, en la noche del mundo y en la esperanza de la
 Buena Noticia, yo afirmo con audacia mi fe en el
 porvenir de la humanidad.

 Yo rechazo la creencia de que en las circunstancias
 actuales los hombres queden incapacitados para hacer
 una tierra mejor.

 Yo rechazo la creencia de que el ser humano sea un
 hilo de paja transportado por la corriente de la vida,
 sin tener la posibilidad de influir mínimamente en el
 curso de los acontecimientos.

 Yo rechazo la opinión de quienes pretenden que el
 hombre esté prisionero a tal punto de la noche sin
 estrellas de la guerra y del racismo, que la aurora
 luminosa de la paz y de la fraternidad no pueda nunca
 llegar a ser una realidad.

 Yo rechazo la predicción según la cual los pueblos
 descenderán uno tras otro en el torbellino del
 militarismo, hacia el infierno de la destrucción
 termonuclear.

 Yo creo que la verdad y el amor sin condiciones
 tendrán efectivamente la última palabra. La vida,
 aunque provisoriamente derrotada, es siempre mas
 fuerte que la muerte.

 Yo creo firmemente que, aún en medio de las bombas que
 estallan y los cañones que truenan, permanece la
 esperanza de un mañana luminoso.

 Oso creer que un día todos los habitantes de la tierra
 podrán recibir tres comidas por día para la vida de su
 cuerpo, la educación y la cultura para la salud de su
 espíritu, la igualdad y la libertad para la vida de
 sus corazones.

 Yo creo igualmente que un día toda la humanidad
 reconocerá en Dios la fuente de su amor. Creo que la
 bondad salvadora y pacífica un día llegará a ser la
 ley. El lobo y el cordero podrán reposar juntos, todo
 hombre podrá sentarse bajo su higuera, en su viña y
 nadie tendrá motivo para tener miedo.

 Creo firmemente que triunfaremos.

 Martin Luther King jr
Islam: Dios existe, y en su honor debes rezarle cinco veces al día, ayunar durante el mes del ramadán, y visitar la Kaaba al menos una vez en tu vida.
 Judaísmo: Dios existe
 Citas,Pensamientos y frases Varios sobre Dios:
 
Dios/Cristo

A Dios le sobran propagandistas y le faltan testigos. R.Trossero
A Dios solo le podemos pedir justicia. Mohandas Karamchand Gandhi
A una persona con hambre, Dios se le manifiesta como pan. Mohandas Karamchand Gandhi
Acercarse a lo sobrenatural es verdadera terapia. Carl Gustav Jung
Acércate a Cristo como adorador y no como crítico. San Efrén
Ahora, que te entregaste, pídele una vida nueva, un "resello": para dar firmeza a la autenticidad de tu misión de hombre de Dios. San Josemaría Escrivá de Balaguer 
Al conocer lo que Dios nos ha dado, encontraremos muchísimas cosas por las que dar gracias continuamente. San Bernardo
Allí donde Dios tiene un templo, el diablo suele levantar una capilla. Robert Burton
Amigos míos, Dios me es necesario, porque es el único ser que puede amar eternamente. Fëdor Mikhailovich Dostoyevski
¡Anuncien con valentía que Cristo, muerto y resucitado, es vencedor del mal y de la muerte! SS. Juan Pablo II
Así como Cristo aceptó la muerte corporal para darnos la vida espiritual, así soportó la pobreza temporal para darnos las riquezas espirituales. Santo Tomás de Aquino
Así como el clamor del océano se compone del ruido de cada una de las olas, así la santidad de vuestro apostolado se compone de las virtudes personales de cada uno de vosotros. Josemaría Escrivá de Balaguer
Aunque todos nos dejen , Él nunca va a dejarnos. Somos muy preciosos para Él. Y ha dicho que tiene grabados nuestros nombres en su mano. Aunque le dejemos, Él viene para buscarnos. Es nuestro Padre. Sor Nirmala
¡Bendito sea Dios que todo lo da y en cuyo poder se puede! Santa Teresa de Jesús
Cada rincón y grieta del universo está lleno con Brahman Dios. El es el único origen de todas la acciones. Mohandas Karamchand Gandhi
¡Camina en Cristo y canta con alegría!..., pues el que te mandó que le siguieses..., va delante de ti... El resucitó primero..., para que tuviésemos un motivo para esperar... San Agustín de Hipona
Con Dios todo es grande; sin Dios todo es pequeño. François Renato de Chateaubriand
Creer "en Cristo es como en el "médico"... hay que hacer lo que El manda, como El lo manda. Autor desconocido
¿Crees que el sol existe cuando no lo ves por causa de una nube?; entonces no dudes de la bondad de Dios para contigo, cuando parece que Él esconde su rostro. Autor desconocido
Cristo es la meta y compañero esplendoroso del camino. S. Palumbiere
Cristo es la respuesta total a la pregunta total del hombre. K. Rahner
Cristo jamás vio a la humanidad como una suma de mal irremediable, tuvo siempre la total seguridad de que valía la pena luchar por el hombre y morir por él. José Luis Martín Descalzo
Cristo no murió con los brazos abiertos para que tu murieras con los brazos cruzados. Siempre tendrás algo por hacer por tu hermano. Hna. María Marta Montejano 
Cuando Dios creó el mundo vio que era bueno. ¿Qué dirá ahora? George Bernard Shaw
Cuando el hombre se aparta de Dios, no es Dios quien le persigue, sino los ídolos. Joseph Ratzinger
Cuando no veamos el camino a causa de alguna aflicción o dificultad, solo tenemos que mirar a Dios, esperar con paciencia, y a su debido tiempo Su luz brillará y nos guiará. William Ullathorne
Cuando nos sintamos demasiado atrevidos, recordemos nuestra fragilidad; cuando nos sintamos demasiado desmayadizos, recordemos la fortaleza de Cristo. Santo Tomás Moro
Cuando todos te abandonan, Dios permanece contigo. Mohandas Karamchand Gandhi
Cuando un hombre primitivo deja de creer en su dios de madera, eso no significa que no haya Dios, sino... que el verdadero Dios no es de madera. León Tostoi
Cuando una persona inclina la cabeza ante Dios, Dios se la corona. Claudia Meraz
Cuanto más de Cristo tenemos en nuestros corazones, menos espacio tenemos para nosotros mismos. Robert C. Chapman
Cuanto menos es uno, más se encarga El de todo. Madre Maravillas de Jesús
Darle gracias a Dios por lo que nos brinda tanto en la buenas como en las malas. Autor desconocido
De todo corazón Dios te da lo que te da. También de corazón Él te da lo que te pide. Y te devuelve duplicado lo que tu le das. Maurice Zúndel
Decidí poner mi confianza en Dios en todo momento y en todo lugar. El nunca podrá rechazarme. John Henry Newman
Deja el pasado a la misericordia de Dios, el presente a la bondad de Dios y el futuro a la providencia de Dios. Autor desconocido
Déjate llevar por las manos de Dios y nunca perderás el rumbo de tu vida. Cesar Reynosa
Delante y detrás de mí está Dios, y todo está bien. John G. Whittier
Dichoso quien no tiene más gozo y alegría que las palabras y obras del Señor. San Francisco de Asís
Dios es como la fuente, de la cual cada uno coge como lleva el vaso. San Juan de la Cruz
Dios es el gran silencio del infinito. El mundo todo habla de El y para El nada de lo que se diga lo representa tan bien como su silencio y su calma eterna. Eliphas Levi
Dios, cuando hizo el tiempo, lo hizo de sobra. Proverbio irlandés
Dios da las nueces, pero no las parte. Proverbio Ruso
Dios da más importancia a lo que somos, que a lo que hacemos. Watchman Nee
Dios da, nunca vende. Proverbio africano
Dios en cada momento me sostiene. Santa Teresa de los Andes
Dios es el lugar en el que no me acuerdo de todo lo demás. Joseph Joubert
Dios es la evidencia invisible. Víctor Hugo
Dios es la humildad y todo lo hermoso que hay dentro de cada uno de nosotros. Autor desconocido
Dios es lento para enojarse y generoso para perdonarnos. Autor desconocido
Dios es un ser silencioso. El pesa cada una de sus palabras. Jean-Francois Six
Dios es un Dios de amor y misericordia. Mohandas Karamchand Gandhi
Dios es vida, verdad y luz. Es amor. Es el Dios supremo. Mohandas Karamchand Gandhi
Dios está en el océano lo mismo que en la tierra. James Thomas Fields
Dios está en todas partes al mismo tiempo, junto a tí y dentro de tí. Autor desconocido
Dios está indefenso en su amor por nosotros. Slawomir Biela
Dios golpea sin cesar a las puertas de nuestro corazón. Siempre está deseoso de entrar; si no penetra, la culpa es nuestra. San Ambrosio
Dios ha escogido a veces lo necio del mundo, pero nunca lo bribón del mundo. Matthew Henry
Dios ha querido que ningún bien se haga al hombre sin amarlo. Fray Enrique Domingo Lacordaire, O.P.
Dios habla una lengua extranjera. Proverbio africano
Dios habló y fue la luz. La palabra es la luz de la humanidad, como la luz es la palabra de la naturaleza. Manuel Antonio Bonilla
Dios lleva a los hombres a las aguas más profundas, no para ahogarlos sino para limpiarlos. Aughey
Dios mira las manos limpias, no las llenas. Publio Siro
Dios muchas veces nos ayuda no ayudándonos. R. P. Antoine Sertillanges
Dios no buscará en nosotros ni medallas, ni diplomas o títulos, sino cicatrices. Autor desconocido
Dios no crea en serie, sino en serio. Autor desconocido
Dios no envía vacío a nadie excepto a aquellos que están llenos de sí mismos. Dwight L. Moody
Dios no es ante todo omnipotente. Es primero amor. Cardenal Leon Joseph Suenens
Dios no exige mucho, Dios da mucho. P. Mendizabal
Dios no habla, pero todo habla de Dios. Julien Green
Dios no quiere forzar a nadie, sino solamente propone, invita y aconseja. Beata Ángela de la Cruz
Dios no quiso resucitar en el cielo, ni el la tierra, si no en lo mas profundo de nuestro corazón. Fernando Urizar
Dios está esperando para llenar nuestras vidas de increíble plenitud, si solamente admitimos nuestra bancarrota. Ian Thomas
Dios nos conduce por caminos tan imprevistos. Charles de Foucauld
Dios nos invita frecuentemente; la mayoría de las veces no estamos en casa. Autor desconocido
Dios nos dio los recuerdos para que pudiéramos tener rosas en diciembre. James M. Barrie
Dios nos hizo para Él, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Él. San Agustín de Hipona
Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas. San Agustín
Dios no nos arrastra; nos atrae. C.H.Mackintosh
Dios no pide que seamos vasos de oro, ni vasos de plata. Lo que pide es que seamos vasos rendidos. Kathryn Kuhlman
Dios nunca te cerrará una puerta, sin abrirte otra. Autor desconocido
Dios nunca nos olvida, somos nosotros los que nos olvidamos de El.  Mohandas Karamchand Gandhi
Dios ocupa en nuestra estima el lugar que ocupa en nuestro tiempo. Louis Evely
Dios prefiere a la gente corriente, por eso ha hecho tanta. Abraham Lincoln 
Dios promete cielos, pero no promete que siempre serán azules. Abby Roland
Dios quiere que nos abramos paso hasta su presencia, y que pasemos toda la vida allí. A.W. Tozer
Dios, quien nos creó sin nuestra ayuda, no nos salvará sin nuestro consentimiento.
San Agustín de Hipona

Dios quiere actuar utilizando nuestras manos. Nomadelfia
Dios regala su propia corona de espinas a sus amigos Santa Bernardita Soubirous
Dios repite en cada flor, en cada canto de un ave, en cada nota de música, en cada puesta de sol, en cada paisaje hermoso, en cada sentimiento noble: cultivad vuestro corazón. Luis A. Ferre
Dios se da a sí a los que lo dejan todo por Él. Santa Teresa de Ávila
Dios se da al ser humano según su sed. Paul Evdokimov
Dios se encuentra en todo, también en el dolor; en el dolor, sobre todo Elie Wiesel
Dios siempre salva a quienes alientan intenciones puras. Mohandas Karamchand Gandhi
Dios tiene dos tronos. Uno en lo más alto de los cielos y otro en el más humilde de los corazones. D.L. Moody
Dios viene a nosotros , para saciar nuestra sed, a través de la Eucaristía y del hermano pobre, el que no tiene ropa, el sin techo o el enfermo. Sor Nirmala
Donde nosotros vemos una falta a condenar y castigar, Dios ve
primariamente una miseria a socorrer. Eloi Leclerc
Durante treinta años, anduve a la búsqueda de Dios. Y, cuando al final de tanto tiempo abrí los ojos, descubrí que era El quien me esperaba. E. Attar
El alma unida a Dios se diviniza de tal manera que llega a pensar, a desear y obrar conforme a Jesucristo. Santa Teresa de Avila
El Arca de Noé fue construida por aficionados guiados por la mano de Dios; el Titánic por profesionales. Autor desconocido
El ave descansa en el aire; la piedra, en el suelo; el pez, en el agua; y yo, en las manos de Dios. Ángelus Silesius
El camino de Dios es de renuncia, de mortificación, de entrega, pero no de tristeza o de apocamiento (San Josemaría Escrivá de Balaguer, Amigos de Dios, 128).
El corazón de Jesús sea el centro de todas tus inspiraciones. San Pío de Pieltrecina
El Corazón de Nuestro Divino Maestro no conoce otra ley que la de la dulzura, de la humildad y del amor.... San Pío de Pieltrecina
El cumplimiento de la voluntad de Dios es la fuerza del creyente. Juan Pablo II
El Dios en quien yo creo no nos manda el problema, sino la fuerza para sobrellevarlo. Harold S. Kushner
Él es -Jesucristo- el rostro humano de Dios y el rostro divino del hombre. Juan Pablo II
El Espíritu Santo se sirve de la palabra del hombre como de un instrumento. Pero es El el que interiormente perfecciona la obra. Santo Tomás
El Espíritu Santo mostró la verdadera belleza del alma y del cuerpo: la bondad del alma y la inmortalidad de la carne. San Clemente de Alejandría
El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir. Albert Einstein
El hombre penetra en el sendero con frecuencia oscuro de la vida, pero de repente las tinieblas se deshacen ante el esplendor de la Palabra de Dios. Juan Pablo II
En realidad, todas las cosas, todos los acontecimientos, para quien sabe leerlos con profundidad, encierran un mensaje que, en definitiva, remite a Dios. Juan Pablo II
De entre todos, el mejor sistema filosófico es el de Jesús: el sistema de la benevolencia. Benjamin Dossi
El hombre se encontrará con su Dios si no cierra deliberadamente la puerta.
Madame Guyon

El molino de Dios trabaja despacio, pero seguro. George Herbert Mead
El primer impulso de un hombre a quien no le gusta Dios es decirse: "Tengo que arreglar el mundo sin Él." Joseph Joubert
El propósito último para cada uno de nosotros que conoce a Dios, es amarle y disfrutar de Su presencia. Que pena que olvidemos la simplicidad de esta gran verdad. M. Guyón
El que no escucha primero a Dios no tiene nada que decir al mundo. Hans Urs von Baltasar
El que realmente escucha a Dios, ya no vive para si mismo, porque el fuego de este amor lo consumió todo. Alicia Beatriz Angélica Araujo
El rostro de Cristo tiene la virtud de hacerse presente hoy y de seducirte a través de otros rostros. Es lo que se llama la irradiación de los santos. Jean Lafrance
El Señor implica, complica y simplifica. Carlos Clemente
El Señor nos ha concedido la gracia de hacernos sentir un vacío ante todo lo que no es Él. Balduino, Rey de Bélgica
El Señor sabe quien soy. Esto me basta. Juan XXIII
El silencio es el único rumor que hace Dios cuando pasa por el mundo. Víctor Manuel Arbeloa
El único sentido de esta vida consiste en ayudar a establecer el reino de Dios. León Tolstoi
En Cristo, mensaje y mensajero son una sola cosa. Autor desconocido
En este mundo agitado, recordemos quien es la paz en medio de la tormenta y la quietud en medio del bullicio. Madre Teresa de Calcuta
En lo que respecta a la visión de Dios, el estilo de vida es más importante que la forma de hablar. Guillermo de Saint Thierry
Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas. Miguel de Cervantes Saavedra
“Enséñanos buen Señor, a servirte como mereces, a dar sin contar el costo, a luchar sin contar las heridas y a no buscar descanso, a laborar sin pedir recompensa excepto saber que hacemos tu voluntad.” San Ignacio de Loyola
Es el amor de Dios infundido en nuestros corazones el que tiene que inspirar y transformar nuestro ser y nuestro obrar. Autor desconocido
Es exigencia de nuestra mente una cierta quietud. Dios se deja ver en la soledad interior. San Agustín
Es imposible golpear hoy a un ser cualquiera sin golpear a Jesús. León Bloy
Es imposible... tener ánimo para cosas grandes, quien no entiende que está favorecido de Dios. Santa Teresa de Jesus
Es preciso que seas "hombre de Dios", hombre de vida interior, hombre de oración y de sacrificio. —Tu apostolado debe ser una superabundancia de tu vida "para adentro. Josemaría Escrivá de Balaguer
Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir. Oscar Wilde
Eso que no cabe en lo máximo, habita en lo mínimo. Autor desconocido
Esperad grandes cosas de Dios. Emprended grandes cosas por Dios. William Carey
Felices los que hablan con Dios, porque sabrán entender a los hombres. Autor desconocido
Hay algunos que tendrían a un Cristo barato. Le tendrán sin la cruz. Pero el precio no va a bajar. Samuel Rutherford
Hay un solo Dios, un solo Cristo, una sola Iglesia de Cristo, una sola fe, y un solo pueblo unido en un Cuerpo. San Cipriano
Hay una divinidad que da forma a nuestros fines, pero podemos ayudar escuchando Su voz. Kathleen Norris
Hay una situación en tu vida hoy en la que no puedas ver a Dios trabajar? Puede que tus circunstancias estén resistiendo todo intento de cambio. Tal vez alguien a quien amas rehúsa obstinadamente responder a Dios. A pesar de que pueda parecer que no sucede nada, Dios esta obrando, tras bastidores, en el trasfondo, logrando sus propósitos. David C. McCasland
Hago mi trabajo con Jesús, lo hago por Jesús, lo hago para Jesús y, por tanto, los resultados son de Él, no míos. Beata Madre Teresa de Calcuta
He tenido en  mis manos muchas cosas, y las he perdido todas, sin embargo todo aquello que he puesto en manos de Dios, lo conservo todavía. Martin Luther King
Inquieto está el corazón humano hasta que descansa en Dios. San Agustín
Gracia es el deseo y el poder que Dios da para ayudarnos a responder a cada situación de la vida de acuerdo con Su voluntad. D. Fromke
Jesús es mi Dios, Jesús es mi Esposo, Jesús es mi Vida, Jesús es mi único Amor, Jesús es todo mi ser, Jesús es mi todo. Beata Madre Teresa de Calcuta
Jesús es rostro humano de Dios y rostro divino del hombre. Juan Pablo II
Jesús nos ama a todos los hombres por igual; somos nosotros los que lo amamos a él de forma diferente. Hilde A. Acosta
Jesús saldrá con las manos llenas al encuentro del hombre que se fatiga por Dios, pero que permanece ante Él con las manos vacías. Padre Taedusz Dajczer
Jesús se presenta a nosotros como la Verdad para ser transmitida, la Vida para ser vivida, la Luz para ser iluminada, el Amor para ser amado, el Gozo para ser dado y la Paz para ser repartida. Teresa de Calcuta
Jesús, te quiero muchísimo; es inútil que te lo repita, te quiero mucho. San Pío de Pieltrecina
Juntos andemos Señor, por donde fuisteis, tengo que ir; por donde pasastes, tengo que pasar. Santa Teresa de Jesús
La gloria de Dios es la persona humana viviendo en plenitud. Ireneo
La grandeza de Dios no tiene término. Santa Teresa de Ávila
La ley de Cristo, que se cumple en el amor, nos obliga a procurar la salvación de las almas más que la del cuerpo. San Francisco de Asís
La ley ha sido dada para que se implore la gracia; la gracia ha sido dada para que se observe la ley. San Agustín de Hipona
La llaga del costado de Cristo es grande; pero, si Él no cuida de mí, yo se la voy a aumentar San Felipe Neri
La llamada de Dios no se fija en antecedentes humanos y es irresistible. Autor desconocido
La ley de Cristo, que se cumple en el amor, nos obliga a procurar la salvación de las almas más que la del cuerpo. San Francisco de Asís
La mejor manera de mantener fuera al enemigo es mantener a Cristo en el centro. A.W. Tozer
La misma debilidad de Dios procede de su omnipotencia. San Agustín
La muerte de Cristo realizó la redención del mundo. San Cromacio de Aquilea
La pasión de Cristo es un canto al Amor, no al sufrimiento. Autor desconocido
La plenitud de Cristo es la Cabeza y los miembros. ¿Qué quiere decir la Cabeza y los miembros? Cristo y la Iglesia. San Agustín
La redención de Cristo en la cruz fue total, del cuerpo, alma y espíritu: De los dolores corporales, de los pecados, y dándonos la paz. Autor desconocido
La resurrección de Cristo es vida para los difuntos, perdón para los pecadores, gloria para los santos. San Máximo de Turín
La sombra no existe. Lo que tú llamas sombra es la luz que no ves. Henri Barbusse
La única condición que Dios nos pone es la de no poner condiciones. Autor desconocido
La verdad de Dios debe ser puesta en acción, no en sentimientos. Andrew Murray
La vida con Cristo es dura, llena de pruebas. Pero prefiero vivir 1 solo minuto con Cristo, ¡qué 1.000 años sin Él! Autor desconocido
La voluntad de Dios no te llevará donde su gracia no te puede sostener. Jim Elliot
Lo mejor que tiene Dios para darnos sólo puede ser nuestro si esperamos pacientemente en su presencia. F.B. Meyer
Lo que es el hombre delante de Dios, eso es, y no más. San Francisco de Asís
“Los caminos del Señor, no son nuestros caminos, pero los caminos del Señor, siempre, son los mejores”. Damián Diste
Los enigmas de Dios son más satisfactorios que las soluciones de los hombres. Gilbert Keith Chesterton 
Los invito a cada uno a comprometerse cada día en el seguimiento de Cristo para rechazar la violencia, que es un camino sin futuro, y para construir una paz duradera fundada en la justicia y el respeto de las personas. SS. Juan Pablo II
Los más viejos soldados de Cristo no deben prometerse ser descargados de su milicia hasta que la muerte los licencie. Matthew Henry
Los molinos de Dios muelen despacio, pero muelen muy fino. Corrie Ten Boom
Los ojos de Dios son el manantial de ternura más profundo  e inagotable que el hombre pueda imaginar o pensar. Alicia Beatriz Angélica Araujo
Los que deseen vivir, busquen a Dios, que es la vida eterna. Félix Lope de Vega Carpio
Los que hacen profesión de pertenecer a Cristo se distinguen por sus obras. San Ignacio de Antioquía
Mirar con los ojos de Dios es descubrir el verdadero sentido a la vida. Alicia Beatriz Angélica Araujo
Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que El quiere, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor. Santo Tomás Moro
No anteponer nunca nada a Jesucristo. San Benito
No buscarías el rostro de Cristo en la oración si no hubieras ya sentido su mirada posarse en ti. Jean Lafrance
No debemos usar a Dios como se usa una muleta para caminar. Remo Cantoni
No eres más porque te alaben, ni menos porque te critiquen; lo que eres delante de Dios, eso eres y nada más. Thomas De Kempis
No es su permanencia en Cristo lo que lo salva, sino la permanencia de él en usted. C.H.Spurgeon
No se trata de compartir mi vida con Cristo, sino de vivir la vida que El me comparta. Antonio Saturnino Gamarra
No hables de Dios y su justicia, porque siempre quedarás en deuda. Zenaida Bacardí de Argamasilla
No has de buscar tu gloria en la mirada de los hombres, sino únicamente en el gozo de la mirada del Padre. Jean Lafrance
No hay prueba mayor de Dios que ese final de la Cruz. Pedro Casaldaliga
No le digas a Dios cuan grandes son tus problemas ... Mejor dile a tus problemas cuan grande es tu Dios. Autor desconocido
No mira Dios tanto la cantidad de lo ofrecido, sino el amor de quien ofrece. San Jerónimo
No pidáis a Dios que os de una carga apta para vuestros hombros; pedidle unos hombros aptos para soportar vuestras cargas. Phillips Brooks
No pretendamos conocer grandes cosas de Dios si después obramos pocas cosas por él. Madre Teresa Alhama
No pretendas estorbar y paralizar a Dios con el pretexto de ayudarlo; deja ya de ser un obstáculo para Dios. Charles T. Studd
No supliquéis a Dios, que os dé una carga apta a vuestros hombros; pedidle uno hombros aptos para soportar vuestras cargas. Phillips Brooks 
Nos hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón estará insatisfecho hasta que descanse en tí... San Agustín
Nuestra imitación de Cristo consiste en vivir la vida de Cristo, es tener una actitud interior y exterior que en todo se conforma a la de Cristo, es hacer lo que Cristo haría si estuviese en mí lugar. Padre Alberto Hurtado
Nuestro Dios no es un Dios lejano, sino un Dios cercano. San Ireneo de Lyon
Nunca se está más cerca de Dios que en la aflicción, que induce a la purificación del alma. Molinos
Por el silencio se reconocen los que llevan a Dios en su corazón. Gerhard Tersteegen
¿Por qué he de preocuparme? No es asunto mío pensar en mi. Asunto mío es pensar en Dios. Es cosa de Dios pensar en mi. Simone Weil
¿Porqué hay tantas moradas en la casa del padre, sino por la diversidad de merecimientos? Jn 14, 2 Tertuliano
Ofrecer a Dios nuestra agenda es permitir que su reino venga a nosotros. Autor desconocido
Oh, Dios mío, tu mar es tan grande y mi bote tan pequeño.... Henry David Thoreau
¡Oh Dios, separarse de ti es caer; volverse a ti levantarse; permanecer en ti estar seguro! ¡Oh Dios, salir de ti es morir; volver a ti revivir; habitar en ti vivir! San Agustín de Hipona
Oh Jesús, yo te amo...quiero ser todo tuyo. San Pío de Pieltrecina
Ojalá que Cristo pueda decir de mí: «éste es mi cuerpo». Autor desconocido
Orar es toda forma de acordarnos de Dios. Cuando pensamos en El, en su inmensidad, en su poder... estamos orando. Autor desconocido
Para agradar a Dios pocos discursos y muchos afectos es lo más acertado. Santo Hermano Pedro de San José de Betancur
Para Dios es más fácil entrar en un alma hundida en los vicios, que en un alma atrincherada detrás de sus propias virtudes y méritos. J. Green
Para las personas creyentes, Dios esta al principio. Para los científicos está el final de todas sus reflexiones. Max Planck
¡ Que dulce eres Señor para los que buscan !, ¡qué serás para los que te encuentran! San Bernardo
Que el Jesús nos acompañe y que veamos en todo las huellas de Dios... Autor desconocido
Quien busca la verdad busca a Dios, aunque no lo sepa. Edith Stein
¿Quién puede decirnos a nosotros que no existe una inteligencia superior a la nuestra que comprenda nuestro dolor? Víctor L. Frank
Quien olvida a Dios, se olvida de si mismo. Mohandas Karamchand Gandhi
Quien padece una enfermedad llamada Jesús de Nazareth, ya nunca sanará I. Arabi
Quien quiera algo que no sea Cristo, no sabe lo que quiere; quien pida algo que no sea Cristo, no sabe lo que pide; quien no trabaje por Cristo, no sabe lo que hace" San Felipe Neri
Quien sabe abandonarse, como un niño, a la sabiduría de Dios; quien espera en su poder, quien se confía a su misericordia, sube muy alto en la vida espiritual. Padre Timoteo Giaccardo
Quien tiene a Dios de su parte, lo tiene todo. Mohandas Karamchand Gandhi
Quienes siguen a Dios en la oscuridad hallarán que la luz está reservada para ellos.
Matthew Henry

Saber decir algo sobre Dios no significa haberse encontrado con Él. Gregorio Palamas
Señor, que yo piense, quiera, ame y obre como Tú. Beato Pedro Poveda
Si alguien me demostrara que Jesús no poseyó la verdad... entonces preferiría seguir con Jesús que con la verdad. Fedor Dostoievski
Si Cristo es Dios y murió por mí, entonces ningún sacrificio puede ser demasiado para hacer por él. Charles T. Studd
Si Dios cuenta nuestros cabellos, también cuenta nuestras lágrimas. Autor desconocido
Si Dios no es amor, no vale la pena que exista. Henry Miller
Si Dios no te ha estado usando, es probablemente porque no has sido utilizable. David Wilkerson
Si Dios se ha hecho hombre, ser hombre es la cosa más grande que se puede ser. José Luis Martín Descalzo
Si he podido ver mas allá que los demás, es porque me he parado en los hombros de un gigante... en los hombros de Dios. Isaac Newton 
Si el mundo no vuelve a Dios, solo nos queda el fin del mundo. Lech Walesa
Si estimáis la gloria, buscadla en la única verdadera, que es Dios. San Ignacio de Loyola
Si experimentas tu propia debilidad, es que estás siendo llamado por Dios a entregarte a su misericordia. P. Tadeusz Dajczer
Si existimos es por que Dios existe. Mohandas Karamchand Gandhi
Si he podido ver mas allá que los demás, es porque me he parado en los hombros de un gigante... en los hombros de Dios. Isaac Newton
Si Jesús hubiese nacido mil veces en Belén, y ninguna en mi corazón, yo sería la persona más desolada del mundo. Corrie Ten Boom
Si Jesús se manifiesta, dale gracias; si se oculta, también: todo es juego de su amor. P. Pio de Pietralcina
Si la sola presencia de un hombre recto basta para contenernos en los límites del deber, ¿qué no podría la presencia de la infinita Majestad de Dios?. San Agustín
Si no existiera el agua, no tendría sed, si no existiera el pecado no necesitaría perdón, si no viviera Dios, no necesitaría Amor. Juan Manuel Navarro
Si no te entregas a Dios, nunca tendrás firmeza. (Is 7, 9).   
Si no tienes la intención de servir a Cristo, por lo menos salte del camino y deja que los demás le sirvan. Charles H. Spurgeon
Si podemos despojarnos de nuestros apegos, podremos apegarnos al único y necesario Señor de la Vida. Alicia Beatriz Angélica Araujo
Si queremos agradar a Dios, es menester que nos neguemos a nosotros mismos. Autor desconocido
Si te sientes pecador y débil tienes derecho especial a estar entre los brazos de Jesús. Tadeusz Dajczer
Si viste a tu hermano, entonces viste a Dios. San Clemente de Alejandría
Siendo Dios el bien supremo, de ningún modo permitiría que hubiese en sus obras mal alguno si no fuese tan omnipotente y bueno que del mal sacase bien. Santo Tomás de Aquino
Sin Cristo, santo de los santos, el hielo hubiera invadido la tierra. D. Sertillanges, O.P.
Sin un Dios en el cielo seríamos roca sin vida, con un Dios en el universo somos rosas en un jardín. Autor desconocido
Solamente el hombre religioso es siempre el mismo. Porque su Dios no cambia. Joseph Joubert.
Solo con Dios y su infinito amor todo es posible. Athenas Athanasiadis
Sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen. Blaise Pascal
Sólo Dios conoce el corazón del hombre. Mohandas Karamchand Gandhi
Sólo quienes se reconocen hijos de Dios se liberan de toda esclavitud. Santiago Alberione
Sólo se logra el Reino de Dios renunciando a todo lo demás. Yves de Montcheuil
Tan pronto como creí que había un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa más que vivir para Él. Charles de Foucauld
Tanto mis imperfecciones y fracasos como mis éxitos y dones son bendiciones de Dios, y lo deposito todo a sus pies. Mahatma Gandhi   
Ten por cierto que si a Dios un alma le es grata, más la pondrá a prueba. Por tanto, ¡Coraje! y adelante siempre. San Pío de Pieltrecina
Toda la vida de Cristo fue cruz y martirio, ¿y tú buscas para ti descanso y placer? Tomás de Kempis
Todo el daño nos viene de no tener puestos los ojos en Vos, que si no mirásemos otra cosa que el camino, pronto llegaríamos... Santa Teresa de Jesús
Todo mi ser está concentrado y recogido en Dios. San Pío de Pieltrecina
Todos aquellos que han pensado mucho en Dios, sin duda un día le verán. Joseph Joubert.
Todos los demás seres se distinguen por su sombra, pero Él se distingue por su luz. Joseph Joubert
Un corazón sin Dios es un corazón sin amor. Dupré
Una cosa es buscar al Jesús de los milagros, y otra muy distinta es buscar a los milagros de Jesús. Alicia Beatriz Angélica Araujo
Venid conmigo: El trabajo es mucho y el sueldo infinito. Jesucristo
Veo al Señor cargado de los tesoros de su amor y necesitando almas vacías donde poder depositarlas. Madre Maravillas de Jesús
Ver nuestro mal no fue para El paralizante, sino exactamente al contrario: le empujaba a un total y mayor amor. José Luis Martín Descalzo
Vivo sin vivir en mí, y de tal manera espero, que muero porque no muero...Vivo en el Señor. Santa Teresa de Ávila
Will Durante 30 años, anduve a la búsqueda de Dios. Y, cuando al final de tanto tiempo abrí los ojos, descubrí que era el quien me esperaba. Autor desconocido
Ya no necesito más: conozco a Cristo pobre y crucificado. San Francisco de Asís
Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador. 15,1

Dios en el pensamiento de San Agustin.

 

Dios en el pensamiento de San Agustin
San Agustín. Dios[1]
                En torno al tema de Dios gira todo el pensamiento agustiniano.
                               *Primero como Ser supremo, Creador y fuente de todas las realidades.
                               *Segundo como Verdad suprema y Luz intelectual, fuente de la verdad de todas las cosas.
                               *Tercero, como Bondad suprema y fuente de bondad en todas las cosas.
                El hombre es incapaz de hacer algo bueno o pensar algo verdadero sin el auxilio divino.

1. La existencia de Dios
                La existencia de Dios, en cuanto tal no era ningún problema para Agustín, más bien tendía a poner en duda la propia existencia antes que la de Dios.
                Piensa que los hombres, salvo excepciones -"locura de pocos"- también tienen un conocimiento de la existencia de Dios como autor del mundo.
                Dios se muestra como existencia evidente ante la razón humana; basta una sencilla reflexión para probarla y afirmarla con toda certeza. Conoce las pruebas de la existencia de Dios: por los grados de ser, por la contingencia, por la causalidad o finalidad.
II. La prueba noológica
                Propia de su pensamiento es la llamada prueba noológica de la existencia de Dios. En ella no se propone partir de premisas puramente filosóficas, sino que quiere conducir la simple fe al grado superior de la comprensión de la fe, al intellectus fidei: comprender con la fe aquello en lo que se cree. No se trata pues de indagar si Dios existe, sino "como se revela la existencia de Dios"
                La argumentación parte de lo palpable, del indudable hecho de conciencia de "que tú eres, que tú vives y que tú comprendes" (esse, vivere, intelligere). En esto se descubre un orden ascendente: de lo simple a lo más perfecto, de lo exterior a lo interior. La comprensión  ocupa el lugar más alto  en la jerarquía, no sólo incluye los otros dos órdenes, sino que tiene además la facultad de juzgarlos.
                Después Agustín analiza la facultad de conocimiento humana.
                               El hombre percibe el mundo exterior con sus órganos de los sentidos. El sentido interno coordina estas percepciones
                               Para que exista el conocimiento se requiere la ratio que juzga. La ratio no solo puede juzgar sobre lo demás sino que puede reflexionar sobre ella misma, se plantea si puede haber "algo" en el hombre que esté por encima de la razón, al que le correspondan, siendo la razón humana mutable, los predicados de aeternum  e incommutabile.
                               El que la razón sea inferior a ese "algo" no basta para llamarlo Dios, debe además estar demostrado que no puede ser superado por nada.
                               Es la razón la que debe brindarnos la prueba.
                               La cuestión es pues, si existe "algo" que sea común a todos los entes dotados de razón, que cada uno pueda ver con la razón y el entendimiento porque es patente para todos.
                               Y en efecto se puede demostrar que la razón conoce lo eterno y lo inmutable y que a la vez es distinta de estos objetos de su conocimiento, puesto que ella misma es sin duda mutable.
                               De entre los muchos ejemplos de posibles verdades inmutables que hay en nuestro entendimiento, Agustín elige el número. Las leyes matemáticas son patentes a todo pensamiento, no provienen de la percepción sensible y son independientes de ésta: ya sea que lo capte o se equivoque nuestro espíritu, siete y tres son siempre diez.
                               Tras analizar estas ideas fundamentales, Agustín llega a la conclusión de que existe una verdad inmutable, que contiene todo aquello que es inmutablemente verdadero, que es patente a todos, como una luz a la vez secreta  y universal.
                               Esta verdad es más excelsa que el entendimiento humano, que no juzga sobre ella sino conforme a sus reglas y, bajo su luz, también reflexiona sobre sí mismo.
                               La razón encuentra en sí algo absoluto, eterno e inmutable: la verdad. Esta verdad excelsa es Dios, él es el fundamento de todas las verdades. Dios debe existir como condición de posibilidad de las verdades eternas, las cuales reciben su valor de verdad de la Verdad eterna que es el mismo Dios. El pensamiento y el juicio reciben el carácter de necesidad y universalidad de dicha Verdad.
                Como se ve, la prueba noológica y la teoría del conocimiento (iluminación) forman una unidad. Ambas dependen de la concepción de verdad  que para Agustín es más que una idea. La verdad es algo ontológico: es lo que es. Dios, en tanto que verdad, es causa del ser y causa del conocimiento.
                Se objeta que esta argumentación confunde los planos lógico y ontológico.
                Esta objeción no es válida porque Agustín no parte de una verdad lógica sino de la certeza de la propia existencia a la que pertenecen el esse, el vivere y el intelligere. El intelligere no es una función del pensamiento, sino que es una auténtica realidad viviente y personal del hombre. Lo que se persigue es algo que supere excelsitud la realidad del espíritu humano y que por ello, lo sustente y a la vez lo ilumine. La estructura de la prueba noológica ya implica que Dios es aquella realidad que supera el pensamiento humano y, por ende, no puede ser aprehendida por éste. De allí la inefabilidad última de Dios y las afirmaciones agustinianas que recurren a la teología negativa y concluyen en definitiva en la docta ignorantia: "[el alma] conoce cómo no lo conoce"
               III. El itinerario existencial
                Es un procedimiento que va ascendiendo por grados hasta llegar a Dios. Tiene tres etapas, en que va pasando de lo exterior a lo interior, y de lo interior a lo superior.
  • 1. En las cosas exteriores del mundo corpóreo se pregunta si puede encontrar en ellas al Dios que busca. Las cosas contestan: No somos tu dios, Dios está sobre nosotras.
  • 2. Penetra en su propia interioridad y prosigue en su alma la búsqueda. En el análisis de las facultades -sentidos, memoria- y en la multiplicación de las imágenes tampoco lo encuentra.
  • 3. En el fondo más recóndito de su alma encuentra la verdad y el bien. Dios está por encima de los sentidos y la memoria, es íntimo y a la vez trascendente al hombre: "Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva...tu estabas dentro mío y yo te buscaba fuera.."
 IV. Naturaleza de Dios
                Que Dios sea incomprensible no impide hablar de él por analogías. Dios es la Verdad suma y lo supremo inteligible: por mucho que nos esforcemos nuestras facultades cognoscitivas siempre serán deficientes para llegar a Dios. Por ser  superior a todas nuestras categorías de nuestro pensamiento es  indefinible. Los nombres y predicados que le atribuimos a Dios son deficientes e inadecuados: no podemos atribuirla nada positivamente. Dios es inefable, se le conoce mejor ignorándolo.
                Dios es absolutamente trascendente y absolutamente incognoscible. Es el Ser en sí mismo (id ipsum esse) y la realidad suprema, principio y fuente de todos los seres: el nombre que mejor expresa su naturaleza es el que Él se dió a sí mismo: "Yo soy el que soy". Dios es la sola y única realidad absoluta.
                Dios es la Esencia inmutable: nada puede adquirir, ni perder. Es perfecto y se basta absolutamente a sí mismo. Es la Esencia de todo. No hay más que un solo Dios y un solo principio de todas las cosas.
                Es la bondad suprema: bonum omnis boni. Es el summun bonum y el summus bonus. Todo lo que es bueno, es bueno por él.
                Pese a las esporádicas referencias a la Escritura, las determinaciones de la esencia de Dios como la verdad, el ser y lo bueno son resultado de una reflexión filosófica neoplatónica e independientes del cristianismo; pero ello no quiere decir que sean falsas o insignificantes desde la perspectiva cristiana.
                Un caso distinto es el de la Trinidad, el principio de que Dios es trino. Este concepto que afirma la trascendencia y la unidad divinas, proviene estrictamente de la doctrina cristiana.
                El análisis de la estructura triádica de la creación, en particular del alma humana, se convierte en conocimiento indirecto de la Trinidad.
                Por medio de la analogía Agustín se propone llegar al conocimiento del Dios trinitario partiendo del autoconocimiento del hombre. Para ello somete a la conciencia como tal a un detallado análisis filosófico.
                                               Soy un ser que conozco y que quiero,
                                               conozco que soy y que quiero,
                                               y quiero ser y conocer.
La esencia permanece inalterable; reconocemos tres aspectos en la indivisible unidad de la vida
                La terna memoria, intelecto y voluntad constituyen una unidad esencial, pese a su diversidad relativa, cada uno de estos elementos es lo que es mediante los otros dos. No son tres vidas, sino una vida, y no son tres espíritus, sino un espíritu, no son en consecuencia, tres sustancias sino una sustancia.
                Las tres facultades fundamentales del espíritu humano no se pueden comprender adecuadamente con las categorías de sustancia y accidente.  Se da en ellas una relatio esencial, sin que haya diversidad sustancial en sus elementos.  Ninguna de las relaciones se convierte en accidente por su "ser en otro". La referencia, el esse ad subsiste en unidad esencial, es el espíritu humano.
Aunque los vestigios de la Trinidad se muestren con especial claridad en el espíritu humano, toda la creación acusa una estructura triádica. La relación con el Creador es esencial para todo lo que es.
No hay aquí un rechazo a la teoría aristotélica de las categorías, simplemente se dice que ellas no son aplicables al  espíritu humano ni a Dios. Lo que sí se perfila aquí una nueva y mayor valoración de la categoría de relatio.
 V. San Agustín, Platón, Plotino: Dios
  • 1. El argumento de Dios como condición de las verdades eternas, las cuales reciben su valor de verdad de Dios, repite el argumento con que Platón demostraba la existencia de las Ideas, sostenidas por la idea de Bien.
  • 2. Las Ideas o arquetipos platónicos, modelos ejemplares de la obra del Demiurgo, se transforma en Agustín: En Dios, en el Verbo Eterno, existen desde toda la eternidad las ideas ejemplares, modelos o arquetipos, pero como idénticas y consustanciales a la misma esencia divina. No es un mundo distinto de Dios, sino las mismas ideas existentes en su inteligencia eterna.
  • 3. Procede de Plotino la afirmación de Dios como Unidad, como principio trascendente de todo ser.
  • 4. Es de inspiración similar la insistencia en la absoluta autosuficiencia de Dios: vida interior de amor y autoconocimiento. La actividad divina esencial consiste en amor y contemplación vueltos hacia el interior. Los actos de Dios sobre las criaturas son secundarios
  • 5. Agustín y los Padres aplicaban para entender la Trinidad, elementos de las concepciones de Plotino acerca de lo divino, aunque con otras interpretaciones: La segunda persona de la Trinidad, el Hijo, la Sabiduría divina, recibe lo afirmado sobre la Inteligencia divina; la actividad del Espíritu Santo se aproxima a la concepción del Alma superior del universo.
La respuesta sobre la existencia de Dios





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            El universo... ¿un ingenio sin ingeniero?
Hay quien niega la existencia de Dios. Es cierto. Pero hay muchos más que la afirman. En los testimonios que selecciono a continuación, hablan de ello desde famosos científicos a reconocidos filósofos, escritores o directores de cine, una muestra sólo de entre los muchos que podríamos mencionar. Una selección que he querido englobara, en su mayoría, a gentes de gran prestigio y reconocida inteligencia y cultura.
Porque la razón más elemental conduce a la evidencia de que" tiene que haber" un Dios.
      "Es difícil imaginarse un mundo sin Dios. Por lo menos, es más fácil imaginárselo con Dios" (Eugene Ionesco, autor teatral francés. De una editorial en el periódico ABC de Madrid)
No es concebible, no es razonable que la inmensa y fantástica maravilla del mundo vivo sea producto del azar. Si soy de los que creéis en la Teoría de la Evolución, tenéis que reconocer que hay cosas, muchísimas, que han tenido que ser imaginadas y creadas por alguien "pensante", que no han podido ser producto de la casualidad o de la "necesidad natural". (Importante: véase aquí la sección "Directo a Dios")
      "L'univers m'embarasse.
      Et je ne puis songer
      Que cette horloge existe
      Et n'aint point d'horloger"
      (El universo me turba
      y no puedo imaginar
      que exista este reloj
      y no exista un relojero)
      (Voltaire, filósofo francés, uno de los principales exponentes de la "Ilustración". Citado por Vittorio Messori y Michele Brambilla en "Algunas razones para creer")
Es el "espíritu superior y sin límites" de que hablaba Albert Einstein, manifestado "a través de la más alta sabiduría y la más espléndida belleza". Repito, lo dijo Albert Einstein, uno de los más grandes científicos que hayan podido existir.
Tengo que confesaros, en este momento, mi estupor porque pueda haber científicos que no crean en la existencia de Dios. No lo entiendo. Para mi, es inconcebible que precisamente aquellos que escudriñan en lo más profundo y recóndito de la biología, de la energía, de la vida en definitiva, no se den cuenta de que se están topando continuamente con Dios, o mejor dicho, con su "manifestación".
      "La emoción más hermosa y más profunda que podemos experimentar es la sensación mística. Es la semilla de toda ciencia auténtica. Aquel que es ajeno a esta emoción, que no tiene la posibilidad de admirarse y de ser sacudido por el respeto, es como si estuviera muerto. Saber que aquello que resulta impenetrable para nosotros existe realmente y se manifiesta a través de la más alta sabiduría, la más espléndida belleza, sabiduría y belleza que nuestras débiles facultades solamente pueden comprender en su forma más primitiva, este conocimiento, este sentimiento está en el centro de la verdadera religión
      ...
      Mi religión consiste en una humilde admiración hacia el espíritu superior y sin límites que se revela en los más pequeños detalles que podemos percibir en las cosas con nuestros espíritus falibles y frágiles. Esta profunda convicción de la presencia de una razón superior y potente, revelándose en la inmensidad del universo he aquí mi idea de Dios" (Albert Einstein, físico alemán y Premio Nobel. La primera cita es del libro "Qué hombre y qué Dios" de Maurice Zundel, quien hace referencia a Lincoln Barnett que, a su vez, la cita en su libro "Einstein et l'univers". La segunda fue publicada en "The Journal of the Franklin Institute" de Philadelfia, EEUU.)
Porque el hecho de que no le comprendamos no quiere decir que no exista...
      "Si dudas de Dios, deja los libros y vete a los bosques" (Bernardo de Claraval, Santo y monje cisterciense. Siglo XII)
Nuestra inteligencia resulta insuficiente para entender qué pueda pasar por la imaginación de Dios. Es como si una hormiga intentara entender qué cosa es una vaca. No comprendería ni el tamaño, ni el porque de los mugidos, ni qué utilidad pueda tener una cola tan larga...
No podemos pretender entender a alguien capaz de crear ese maravilloso universo del que formamos parte. Lo máximo que podemos intentar es concebir hipótesis lo más probables posible. Y pienso que es totalmente lícito intentar ir más allá en nuestra búsqueda, en nuestro "querer saber"...
      "Quien no logra encontrar a Dios en todo, corre el riesgo de no encontrarlo en nada" (Vladimir Ghilka)
o como dijo una de los pensadores más preclaros del cristianismo:
      "Busquémoslo para encontrarlo, porque Él está escondido,  y después de haberlo encontrado, busquémoslo aun porque Él es inmenso" (San Agustín, eminente teólogo cristiano del siglo IV; incansable buscador de la verdad fue bautizado a los 32 años; maestro de retórica, la existencia de Dios era uno de los principales temas de su pensamiento)
Con la mente abierta, sin prejuicios, sin ideas preconcebidas. Recordad que Dios espera un tanto de confianza y abandono, ni que sea un atisbo de duda razonable en forma de "admitir la posibilidad" para darnos su luz (la fe), para venir a nuestro encuentro a medio camino (de hecho allí nos está esperando ya)
      "En tu tierra -dijo el pequeño príncipe- los hombres cultivan mil rosas en un mismo jardín... y no encuentran lo que buscan... Y, sin embargo, lo que buscan se podría encontrar en una sola rosa... pero los ojos están ciegos" (Saint Exupéry, escritor. Fragmento de "El pequeño príncipe", su principal obra)
Y en esta búsqueda incesante de Dios, seamos, sin embargo, razonables. Cuando meditemos "humanamente" y argumentemos que más fácil sería que Dios nos estuviera dando continuamente pruebas indiscutibles de su existencia, pensemos en estas palabras de un famoso hombre de cine (que sin haber encontrado indicios indudables de la existencia de Dios, reconoce, sin embargo, que así tiene que ser, que es mejor de esa forma):
      "Algo me ha ayudado: la ausencia de pruebas de la existencia de Dios. Dios oculto. Para mí, esta ausencia de pruebas es la primera prueba, pues si Dios respeta al hombre, debe querer de nuestra parte una adhesión libre; no debe ponernos en la obligación de creer en Él". (Henri-Georges Clouzot, cineasta galardonado en los festivales de Cannes y Venecia. Bernard Bro reproduce esta cita en su libro "Pero ¿qué diablos hacía Dios antes de la creación?").
Hay quien ha abordado al tema de la fe desde un punto de vista pragmáticor, desde una óptica calculadora, es decir, con toda la lógica posible y en términos de "conveniencia", como algo "razonable": Hablo de Blaise Pascal, y su famosa "apuesta" por la fe:
      "Prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un Dios que existe. Porque si después no hay nada, nunca lo sabré. Pero si hay algo, si hay Alguien, tendré que darle cuenta de mi actitud de rechazo". (Blaise Pascal, matemático y físico. Convertido, al final de su vida, fue un relevante autor cristiano. La principal faceta de su pensamiento: la lógica. Citado en "Angeles en tus caminos" de José María Lorca)
Os confesaré algo muy personal. Yo recobré mi perdida fe a los 49 años. Anteriormente, en muchas ocasiones, preguntaba extrañado a mi mujer qué era eso de la fe, la fe que ella tenía. Su respuesta era, invariablemente: "No te lo puedo explicar, la siento... y basta". Como podéis comprender, esa respuesta no me satisfacía en absoluto, no la podía entender...
Ahora "sé". Ahora me encuentro en su misma situación. No la puedo explicar, sólo sé que la tengo. Dios me la quiso regalar. Quizás... -y es una hipótesis, pues no puedo pretender saber con certeza absoluta el porque de las decisiones de Dios- yo ya había dado algún paso, aunque sin una fe concreta, en pos de Él. La quise, en un momento dado, aun sin comprenderla. Y quizás incluso estuviera siempre incluida, incorporada en mí sin yo saberlo, sin llegar a identificarla... Y Él me la dio, me la explicitó y desarrolló. Me la hizo presente.
       "Cuando se experimenta lo divino, se reducen considerablemente las ganas de teorizar" (Anthony de Mello, nacido en la India, jesuita, escritor prolífico. De "El canto del pájaro")
Porque vivir la fe es la más excitante de las experiencias, la más profunda de las emociones, el sentimiento que más llena, da sentido y sustenta una vida:
      "Al terminar una cena, en un castillo ingles, un famoso actor de teatro y cine entretenía a sus invitados declamando textos de Shakespeare. Después se ofreció para hacer lo mismo con otros textos. Un sacerdote le preguntó si podría declamar el Salmo 23.
      - Si que lo recitaré, pero con la condición de que después lo recite también usted, respondió el actor.
      El sacerdote accedió. El actor hizo una interpretación bellísima con una dicción perfecta:
      - El Señor es mi pastor, nada me falta, etc...
      Los invitados, al terminar, aplaudieron vivamente. Después le tocó el turno al sacerdote. Pero esta vez, al acabar, no hubo aplausos, sino sólo un profundo silencio y el principio de algunas lágrimas... El actor se quedó un rato callado. Después, se levantó para decir:
      - Señoras y señores, confío en que ya se deben de haber dado cuenta de lo que ha pasado aquí y ahora. Yo me sabía el salmo 23 y recité su texto, pero este sacerdote, además de recitar el texto, conoce al Pastor". (Cardenal Lagui, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica. Citado por J. M. Alimbau en "Palabras para momentos difíciles") 

Ver también:

 Conversión de (San Bernardo de Claraval).
    «La conversión del corazón no es obra de los hombres sino de Dios» (Bernardo de Claraval)
«La conversión no se realiza en un solo día. ¡Ojalá pueda llevarse a cabo a lo largo de nuestra vida!» (Bernardo de Claraval) 
        
Es imposible no desconcertarse alguna vez en la vida. Pero hay desconciertos y desconciertos. Quizá la vida empieza a tomarse en serio cuando los desconciertos parecen mayores. Y se toma la vida muy en serio quien se decide a ponerse delante de Dios, sin más. Dios siempre desconcierta, porque es desconcertante. Nunca se deja ver cara a cara; y sin embargo todos nosotros sentimos una especie de llamada cuando entramos en comunión con El. Esta llamada es la fe, puro regalo. Por la fe en Cristo nos llamamos cristianos.
          Y al instante caemos en la cuenta que nuestra vida no está a la altura de esa llamada a la familiaridad con El. Es nuestro primero y gran desconcierto. Entonces es cuando la vida misma se nos hace desconcertante. Y precisamente en esos instantes es cuando parece resonar en nuestro interior aquella invitación acuciante del Evangelio: «Convertíos y creed en el Evangelio» (Mc 1, 15).
         La conversión empieza por una inquietud; se prosigue en una búsqueda; y se va como fraguando en una transformación. La Biblia no considera la conversión en sí misma como un valor; es más bien una disposición. Y en cuanto tal, podemos considerar la conversión como el umbral de todos los valores religiosos y monásticos. En este sentido la conversión es la misma vida del creyente traducida en respuesta. Pero no una respuesta a la ligera, sino como lo más serio que se puede concebir. Por eso la conversión es un compromiso de vida inherente a la fe.
         Hay muchos caminos de conversión; conforme a las diversas maneras de vivir la vida misma. La vida monástica y cisterciense se destaca por ser un camino de conversión muy peculiar. Es «una vuelta a Dios» desde una «región lejana»; imagen muy querida a los autores cistercienses clásicos, que expresa la peculiaridad de la conversión cisterciense. Peculiaridad que equivale a radicalidad. Aquí no hay nada de exageración. El monje o la monja es una de las pocas personas que en este mundo se han tomado la cosa muy en serio. Por algo se les conoce como «los buscadores de Dios» por excelencia, casi en exclusiva; aunque parezca un atrevimiento el decirlo (RB 58, 7). La búsqueda de Dios, en la tradición viva del monaquismo de todos los tiempos, se entiende como un combate espiritual en orden a la liberación personal de uno mismo y de la humanidad entera a través de sí. Esta liberación, en términos revelados por el mensaje de Jesús de Nazaret, es la Salvación. Porque «Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (1 Tim 2, 4).
         Sólo el Espíritu de Jesús nos llama a realizar en nosotros esta tarea salvadora; pero cuenta siempre con nuestra cooperación radical y perseverante: «Convierte tu corazón no amando nada fuera de Dios, no amando nada sino por Dios» (Bernardo de Claraval).
         Y si es cierto que en el Sermón del Monte (Mt 5, 3 ss; Lc 6, 20 ss) Jesús no habla explícitamente de conversión, su mensaje expresa claramente un programa de transformación de la existencia diaria en función del destino del hombre, el Reino de Dios. La realidad de la conversión es, en consecuencia, la acción del Espíritu de Dios; que es al mismo tiempo la acción fundamental del quehacer humano del monje. Es un morir que es vida; y que en concreto el cisterciense lo traduce en la vivencia de todos y cada uno de los valores monásticos. Para ello cuenta además con un lugar concreto, su monasterio; y unos hermanos, su comunidad, configurada en una palpable variedad debida a las limitaciones de sus miembros, a las diferencias de edad, de mentalidad, de educación y de misión.
         La comunidad cisterciense quiere ofrecer de este modo un icono vivo del Señor Jesús a cualquiera que se acerque a ella. Se trata de una presencia cristiana que tiene que ir creciendo y embelleciéndose en su identidad y en sus relaciones. De este modo el conjunto de los hermanos orientan su programa de conversión peculiar en función del Reino, y se ayudan a llevarlo a cabo. Por la conversión se va restaurando la imagen de Dios, deteriorada por el egoísmo del pecado. Además el Espíritu de Jesús va despertando en cada hermano la genuina nobleza humana, ya creada por Dios en los albores de la Historia de la Salvación; cuando Adán nuestro Padre, antes del pecado, vivía feliz con el Señor de la vida y con todas las realidades creadas.
          En breve, la exigencia de conversión para el monje cisterciense coincide con el máximo compromiso de fe cristiana, en virtud del mismo bautismo, Y, como la misma fe, la nota característica de la conversión es la alegría. En una fiesta gozosa, con una solemne e íntegra devolución generosa de todos los derechos filiales, culmina la vuelta del hijo pródigo al hogar, el Reino del Padre (Lc 15, 6, 10).


Existencia de Dios para Albert Einstein.

 


Un universitario retó a sus alumnos con esta pregunta.
-¿Dios creó todo lo que existe?

Un estudiante contestó valiente:
-Sí, lo hizo.
-¿Dios creó todo?
-Sí señor, -respondió el .


El profesor contestó,
-Si Dios creó todo, entonces Dios hizo el mal, pues 
el mal existe y bajo el precepto de que nuestras  son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo.

El estudiante se quedó callado ante tal respuesta
 y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe cristiana era un mito. Otro estudiante levantó su mano y dijo:
-¿Puedo hacer una pregunta, profesor?.
-Por supuesto, -respondió el profesor.

El joven se puso de pie y preguntó:
-¿Profesor, existe el frío?,
-¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe,
 ¿acaso usted no ha tenido frío?.

El muchacho respondió:
-De hecho, señor, el frío no existe. 
 Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. “Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor”. Y, ¿existe la oscuridad?   -continuó el estudiante.

El profesor respondió:
 
-Por supuesto.

El estudiante contestó:
-Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad 
tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente. 
Finalmente, el joven preguntó al profesor:
 
-Señor, ¿existe el mal?.

El profesor respondió:
 
-Por supuesto que existe, como lo mencioné 
al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal.

A lo que el estudiante respondió:
 
-El mal no existe, señor, o al menos no 
existe por si mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios, es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó el mal. No es como la fe o el amor, que existen como existen el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.

Entonces el profesor, después de asentar con la cabeza, se quedó callado.


El nombre del joven era Albert einstein DIDAPOSITIVAS PARA REFLEXIONAR SOBRE LA EXISTENCIA sobre la existecia de Dios.(El no ve sonbre la existecia de Dios con todas las pruebas es un tonto que Dios lo perdone, pero puedes cambiar ¡oh no!NO SEA TONTO SALVATE, TE ESTAN ESTANDO UNA OPORTUNIDADSEAS CREDULO Y NO INCREDULO¡ YA! HIJO(A) SALVATE AHORA QUE ERES JOVEN Y TIENES TODO UN VERNIR EN FORMAR UNA FAMILIA AL IGUAL USTED PROFESOR (A))YO TAMBIEN SOY PROFESOR. (AMIGOS DE MI QUERIDA HIJA NO SEAN TONTO SANVENSE, NO CREEN USTEDES, NO SE DEJEN ENVAUCAR.)  DIAPOSITIVAS:   empirismo.pptx Evidencias_Arquitecto_spanish.ppt
 la_existencia _de_dios.pps.E.G..ppt
 powerpoint-usted-puede-saber-que-dios-existe-por-willie-alvarenga-durant-oklahoma-  PRUEBASRACIONALESDELAEXISTENCIADEDIOS.ppt  Pruebas-de-existencia-de-Dios.ppt

 PRUEBASRACIONALESDELAEXISTENCIADEDIOS.ppt


No sea tonto seas incredulo si no credulo no seas como santo Tomas ver para creer simplemente  cree amigo no te parec todas las pruebas que más quieres.(Solo depende de Tí, no crees) ya bamos crees no seas tonto, hasta los cientificos creen, solo depende de tí, al igual a la profesora o profesor)

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