miércoles, 16 de mayo de 2012

Los Papas desde San Pedro hasta Benedicto XVI

LOS SUMOS PONTÍFICES ROMANOS
Entre paréntesis están los nombres de los antipapas.
Hasta Eleuterio los años del inicio y final de los pontificados no están perfectamente definidos; se trata de una aproximación. También después, hasta la mitad del siglo XI, quedan dudas sobre el día o sobre el mes. Dos o tres fechas de día o mes al inicio del pontificado indican la elección, la ordenación y la coronación, por las cuales los pontífices solían computar los años de pontificado.
San Pedro de Betsaida (Galilea). Príncipe de los Apóstoles, que recibió de Jesucristo la suprema pontificia potestad para transmitir a sus sucesores; residente primero en Antioquía, y  después en Roma,  donde encontró el martirio en el año 64 ó 67 de la era vulgar. Su pontificado romano duró 25 años.
San Lino, de la Toscana, 67-76.
San Anacleto o Cleto, Romano, 76-88.
San Clemente, Romano, 88-97.
San Evaristo, Griego, 97-105. La noticia de que hubiera nacido en Belén carece de toda posible confirmación.
San Alejandro I, Romano, 105-115.
San Sixto I, Romano, 115-125.
San Telésforo, Griego, 125-136.
San Higinio, de Atenas (Grecia), 136-140.
San Pío I, de Aquileya, 140-155.
San Aniceto, de Emesa (Siria), 155-166.
San Sotero, de la Campania, 166-175.
San Eleuterio, de Nicomedia en el Épiro (Grecia), 175-189.
San Víctor I, Africano, 189-199.
San Ceferino, Romano, 199-217.
San Calixto I, Romano, 217-222.
(San Hipólito, Romano, 217-235). Exiliado, como san Ponciano, en Cerdeña; allí murió, reconciliado con la Iglesia.
San Urbano I, Romano, 222-230.
San Ponciano, Romano, 21.VII.230-28.IX.235.
San Antero, Griego, 21.XI.235-3.I.236.
San Fabián, Romano, 10.I.236-20.I.250.
San Cornelio, Romano, …III.251-…VI.253.
(Novaciano, Romano, 251).
San Lucio I, Romano, 25.VI.253-5.III.254.
San Esteban I, Romano, 12.V.254-2.VIII.257.
San Sixto II, Griego, 30.VIII.257-6.VIII.258.
San Dionisio, de patria desconocida, 22.VII.259-26.XII.268.
San Félix I, Romano, 5.I.269-30.XII.274.
San Eutiquiano, de Luni, 4.I.275-7.XII.283.
San Cayo, Dálmata, 17.XII.283-22.IV.296.
San Marcelino, Romano, 30.VI.296-25.X.304.
San Marcelo I, Romano, 27.V.308  (o 26.VI.308)-16.I.309.
San Eusebio, Griego, 18.IV.309-17.VIII.309 (o 310)..
San Milcíades o Melquíades, Africano, 2.VII.311-11.I.314.
San Silvestre I, Romano, 31.I.314-31.XII.335.
San Marcos, Romano, 18.I.336-7.X.336.
San Julio I, Romano, 6.II.337-12.IV.352.
Liberio, Romano, 17.V.352-24.IX.366.
(Félix II, Romano, …355-22.XI.365). Erróneamente ha sido confundido con un santo Félix, mártir de Roma, por lo que ha sido puesto como san Félix II en la serie de los romanos pontífices, determinando números errados para los legítimos papas siguientes, Félix III y IV y para el antipapa Félix V, que debería ser respectivamente II, III y IV.
San Dámaso I, Español, 1.X.366-11.XII.384
(Ursino, 366-367).
San Siricio, Romano, 15 (o 22 o 29).XII.384-26.XI.399.
San Anastasio I, Romano, 27.XI.399-19.XII.401.
San Inocencio I, de Albano, 22.XII.401-12.III.417.
San Zósimo, Griego, 18.III.417-26.XII.418.
San Bonifacio I, Romano, 28 (o 29).XII.418-4.IX.422.
(Eulalio, 27 (o 29).XII.418-419).
San Celestino I, de la Campania, 10.IX.422-27.VII.432.
San Sixto III, Romano, 31.VII.432-19.VIII.440.
San León I, el Grande (Magno), de la Toscana, 29.IX.440-10.XI.461.
San Hilario, Sardo, 19.XI.461-29.II.468.
San Simplicio, de Tívoli, 3.III.468-10.III.483.
San Félix III (II), Romano, 13.III.483-1.III.492.
San Gelasio I, Africano, 1.III.492-21.XI.496.
Anastasio II, Romano, 24.XI.496-19.XI.498.
San Símaco, Sardo, 22.XI.498-19.VII.514.
(Lorenzo, 498. 501-505).
San Hormisdas, de Frosinone (Campania), 20.VII.514-6.VIII.523.
San Juan I, de la Toscana, Mártir, 13.VIII.523-18.V.526.
San Félix IV (III), del Sannio, 12.VII.526-22.IX.530.
Bonifacio II, Romano, 22.IX.530-17.X.532.
(Dióscoro, de Alejandría, 22.IX.530-14.X.530) Quizás puede sostenerse la legitimidad de Dióscoro, que murió 22 días después de la elección.
Juan II, Romano, 2.I.533-8.V.535. Se llamaba Mercurio; es el primero que cambia el nombre (de una divinidad  pagana) al subir a la Sede pontificia.
San Agapito I, Romano, 13.V.535-22.IV.536.
San Silverio, de Frosinone (Campania), 1 (ó 8).VI.536-11.XI.537. Depuesto violentamente en el mes de marzo, renunció, parece ser, al pontificado el 11 de noviembre de 537, muriendo el 2 de diciembre siguiente.
Vigilio, Romano, 29.III.537-7.VI.555. Impuesto por Belisario el 29 de marzo de 537, llegó a ser legítimo por la renuncia de san Silverio con el reconocimiento por parte del clero romano, que sanó de esta forma los vicios de la elección.
Pelagio I, Romano, 16.IV.556-4.III.561.
Juan III, Romano, 17.VII.561-13.VII.574.
Benedicto I, Romano, 2.VI.575-30.VII.579.
Pelagio II, Romano, 26.XI.579-7.II.590.
San Gregorio I, el Grande (Magno), Romano, 3.IX.590-12.III.604.
Sabiniano, de Volterra (Toscana), 13.IX.604-22.II.606.
Bonifacio III, Romano, 19.II.607-12.XI.607.
San Bonifacio IV, del territorio de las Marcas, 25.VIII.608-8.V.615.
San Deusdedit o Adeodato I, Romano, 19.X.615-8.XI.618.
Bonifacio V, de Nápoles, 23.XII.619-25.X.625.
Honorio I, de la Campania, 27.X.625-12.X.638.
Severino, Romano, 28.V.640-2.VIII.640. Elegido el 12.X.638, no obtuvo la ratificación imperial hasta el 28.V.640.
Juan IV, Dálmata, 24.XII.640-12-X.642.
Teodoro I, en Jerusalén, pero hijo de griego, 24.XI.642-14.V.649.
San Martín I, de Todi (Umbría), …VII.649-16.IX.655.
San Eugenio I, Romano, 10.VIII.654-2.VI.657. Capturado y deportado san Martín I (17.VI.653), el 10.VIII.654 fue ordenado su sucesor Eugenio y parece que san Martín I no había hecho objeción a tal ordenación.
San Vitaliano, de Segni, 30.VII.657-27.I.672.
Adeodato II, Romano, 11.IV.672-17.VI.676.
Dono, Romano, 2.XI.676-11.IV.678.
San Agatón, de Sicilia, 27.VI.678-10.I.681.
San León II, de Sicilia, 17.VIII.682-3.VII.683.
San Benedicto II, Romano, 26.VI.684-8.V.685.
Juan V, Sirio, 23.VII.685-2.VIII.686.
Conón, de patria desconocida, 21.X.686-21.IX.687. De patria desconocida, pero educado cerca de Sicilia, después fue a Roma, donde llegó a tener el honor de los presbíteros.
(Teodoro, …687).
(Pascual, …687).
San Sergio I, Sirio, nacido en Palermo,15.XII.687-8.IX.701.
Juan VI, Griego, 30.X.701-11.I.705.
Juan VII, Griego, 1.III.705-18.X.707.
Sisinio, Sirio, 15.I.708-4.II.708.
Constantino, Sirio, 25.III.708-9.IV.715.
San Gregorio II, Romano, 19.V.715-11.II.731.
San Gregorio III, Sirio, 18.III.731-28.XI.741.
San Zacarías, Griego, 10.XII.741-22.III.752.
Esteban II (III), Romano, 26.III.752-26.IV.757. A la muerte de Zacarías fue elegido el presbítero romano Esteban; pero, habiendo muerto cuatro días después y antes de su consagración, que según el derecho canónico de la época era el verdadero inicio del pontificado, su nombre no se encuentra registrado en el Liber pontificalis ni en otros catálogos de los papas.
San Pablo I, Romano, …IV, 29.V.757-28.VI.767.
(Constantino, de Nepi, 28.VI, 5.VII.767-769).
(Felipe, 31.VII.768). El mismo día que fue elegido, a su monasterio volvió.
Esteban III (IV), de Sicilia, 1, 7.VIII.768-24.I.772.
Adriano I, Romano, 1, 9.II.772-25.XII.795.
San León III, Romano, 26, 27.XII.795-12.VI.816.
Esteban IV (V), Romano, 22.VI.816-24.I.817.
San Pacual I, Romano, 25.I.817-11.II.824.
Eugenio II, Romano, …II, V.824-…VIII.827.
Valentín, Romano, …VIII.827-…IX.827.
Gregorio IV, Romano, …827-…I.844.
(Juan, …I.844).
Sergio II, Romano, …I.844-27.I.847.
San León IV, Romano, …I, 10.IV.847-17.VII.855.
Benedicto III, Romano, …VII, 29.IX.855-17.IV.858.
(Anastasio, el Bibliotecario, …VIII.855-…IX.855, +c.880).
San Nicolás I, el Grande (Magno), Romano, 24.IV.858-13.XI.867.
Adriano II, Romano, 14.XII.867-14.XII.872.
Juan VIII, Romano, 14.XII.872-16.XII.882.
Marino I, de Gallese (Toscana), 16.XII.882-15.V.884.
San Adriano III, Romano, 17.V.884-…IX.885. El 2.VI.1891 fue confirmado su culto.
Esteban V (VI), Romano, …IX.885-14.IX.891.
Formoso, Obispo de Porto, 6.X.891-4.IV.896.
Bonifacio VI, Romano, …IV.896-…IV.896.
Esteban VI (VII), Romano, …V.896-…VIII.897.
Romano, de Gallese (Toscana), …VIII.897-…XI.897.
Teodoro II, Romano, …XII.897-…XII.897.
Juan IX, de Tívoli, …I.898-…I.900.
Benedicto IV, Romano, …I (o II).900-…VII.903.
León V, de Ardea, …VII.903-…IX.903
(Cristóbal, Romano, …V o …IX.903-…I.904).
Sergio III, Romano, 29.I.904-14.IV.911.
Anastasio III, Romano, …IV.911-…VI.913.
Landón, de la Sabina (Romaña), …VII.913-…II.914.
Juan X, de Tossignano (Imola), …III.914-…V.928.
León VI, Romano, …V.928-…XII.928.
Esteban VII (VIII), Romano, …XII.928-…II.931.
Juan XI, Romano, …II (o III).931-…XII.935.
León VI, Romano, 3.I.936-13.VII.939.
Esteban VIII (IX), Romano, 14.VII.939-…X.942.
Marino II, Romano, 30.X.942-…V.946.
Agapito II, Romano, 10.V.946–…XII.955.
Juan XII, Octaviano, de los condes de Túsculo, 16.XII.955-14.V.964.
León VIII, Romano, 4, 6.XII.963-1.III.965. León VIII fue elegido en el concilio romano celebrado en la Basílica de San Pedro por el emperador Otón I después de que Juan XII fuera depuesto el día 4.XII.963. Juan XII murió el 14.V.964. ¿Fue válida tal deposición? En caso afirmativo, León VIII fue papa legítimo. En caso negativo, León VIII sería antipapa.
Benedicto V, Romano, 22.V.964-4.VII.966. Si León VIII fue papa legítimo, Benedicto V, que fue depuesto en otro sínodo celebrado el 23.V.964, en el Laterano por León VIII y por el emperador Otón I,  es antipapa. En el supuesto de que León VIII hubiera sido antipapa, Benedicto V sería papa legítimo.
Juan XIII, Romano, 1.X.965-6.IX.972.
Benedicto VI, Romano, 19.I.973-…VI.974. En el 972 se colocaba un papa inexistente, Dono II.
(Bonifacio VII, Romano, Franco, …VI.974-…VII.974; después, por 2ª vez, 20.VIII.984-…VII.985).
Benedicto VII, Romano, …X.974-10.VII.983.
Juan XIV, de Pavía, Pedro Canepanova, …XII.983-20.VIII.984.
Juan XV, Romano, Juan Crescencio, …VIII.985-…III.996.
Gregorio V, Sassone, Bruno, de los duques de Carintia, 3.V.996-18.II.999.
(Juan XVI, de Rossano, Juan Filagato, …IV.997-…II.998).
Silvestre II, de Auvernia, Gerberto de Aurillac, 2.IV.999-12.V.1003.
Juan XVII, Romano, Juan Sicco, …VI.1003-…XII.1003.
Juan XVIII, Romano, Juan Fasano, 25.XII.1003, …I.1004-…VII.1009.
Sergio IV, Romano, Pedro, 31.VII.1009-12.V.1012. Comúnmente se dice que fue el primer papa que, seguido después por todos (con las excepciones de Adriano VI y de Marcelo II), había cambiado de nombre al ser nombrado papa. .
Benedicto VIII, Teofilacto, de los condes de Túsculo, 18.V.1012-9.IV.1024.
(Gregorio, …1012).
Juan XIX, Romano, de los condes de Túsculo, …IV (o V).1024-…1032.
Benedicto IX, Teofilacto, de los condes de Túsculo, 21.X.1032-…IX.1044.
Silvestre III, Romano, Juan de Sabina, 20.I.1045-10.II.1045.
Benedicto IX (por segunda vez), 10.IV.1045-1.V.1045.
Gregorio VI, Romano, Juan Graciano, 5.V.1045-20.XII.1046.
Clemente II, de Sajonia, Suitger, de los condes de Morsleben y Hornburg, 24, 25.XII.1046-9.X.1047.
Benedicto IX (por tercera vez), 8.XI.1047-17.VII.1048.
Dámaso II, de Baviera, Poppo, 17.VII.1048-9.VIII.1048.
San León IX, de Alsacia, Bruno, de los condes de Egisheim-Dagsburg, 12.II.1049-19.IV.1054.
Víctor II, Alemán, de Suabia, Gebeardo, de los condes de Dollnstein-Hirschberg, 16.IV.1055-28.VII.1057.
Esteban IX (X), de Lorena, Federico de Lotaringia, de los duques de Lorena, 3.VIII.1057-29.III.1058.
(Benedicto X, Romano, Juan Mincio de Velletri, de los condes de Túsculo, 5.IV.1058-24.I.1059, +…?).
Nicolás II, de Borgoña, Gerardo, 6.XII.1058, 24.I.1059-27.VII.1061.
Alejandro II, de Baggio (Milán), Anselmo de Lucca, 1.X.1061-21.IV.1073.
(Honorio II, de Verona, Cadalo, 28.X.1061-…1072).
San Gregorio VII, de la Toscana, Hildebrando, 22.IV.1073-25.V.1085.
(Clemente III, de Parma, Guiberto, 24.III.1084-8.IX.1100).
Beato Víctor III, de Benevento, Dauferio (Desiderio), 24.V.1086-6.IX.1087. El 23.VII.1887 fue confirmado su culto.
Beato Urbano II, Francés, de Châtillon-sur-Marne, Odón de Lagery, 12.III.1088-29.VII.1099. El 14.VII.1881 fue confirmado su culto.
Pascual II, de Bieda de Galeata (Romaña), Rainiero, 13, 14.VIII.1099-21.I.1118.
(Teodorico, Obispo de Santa Rufina, 1100, +1102).
(Alberto, Obispo de Sabina, …1102).
(Silvestre IV, Romano, Maginulfo, 18.XI.1105-…1111).
Gelasio II, de Gaeta, Juan , 24.I, 10.III.1118-28.I.1119.
(Gregorio VIII, Francés, Mauricio apodado Burdino (asnillo), 8.III.1118-…1121, +…?).
Calixto II, Guido de Borgoña, 2, 9.II.1119-13.XII.1124.
Honorio II, de Fiagnano (Imola), Lamberto Scannabecchi, 15, 21.XII.1124-13.II.1130.
(Celestino II, Romano, Teobaldo Buccapecus, …XII.1124).
Inocencio II, Romano, Gregorio Papareschi, 14, 23.II.1130-24.IX.1143.
(Anacleto II, Romano, Pedro Pierleoni, 14, 23.II.1130-25.I.1138).
(Víctor IV, Gregorio, …III.1138-29.V.1138, + …?).
Celestino II, de la Ciudad de Castello (Umbría), Guido, 26.IX, 3.X.1143-8.III.1444.
Lucio II, de Bolonia, Gerardo Caccianemici, 12.III.1444-15.II.1145.
Beato Eugenio III, de Pisa, Bernardo, de los Paganelli de Montemagno, 15, 18.II.1145-8.VII.1153. El 3.X.1872 fue confirmado su culto.
Anastasio IV, Romano, Conrado de Subarra, 12.VII.1153-3.XII.1154.
Adriano IV, Inglés, Nicolás Breakspeare, 4, 5.XII.1154-1.IX.1159.
Alejandro III, de Siena, Rolando Bandinelli, 7, 20.IX.1159-30.VIII.1181.
(Víctor IV, Octaviano de Monticello (Monticello, Tívoli), 7.IX, 4.X.1159-20.IV.1164).
Debería ser “V”, pero, quizá porque el otro antipapa del año 1138 se mantuvo apenas dos meses y espontáneamente se sometió a Inocencio II, no se le contó cuando Octaviano de Monticello asumió el nombre de Víctor.
(Pascual III, Guido de Crema, 22, 26.IV.1164-20.IX.1168).
(Calixto III, Juan abad de Strumi (Arezzo), …IX.1168-29.VII.1178). Fecha de la sumisión a Alejandro III: 29.VII.1178.
(Inocencio III, de Sezze, Lando, 29.IX.1179-…1180).
Lucio III, de Lucca, Ubaldo Allucingoli, 1, 6.IX.1181-25.I.1185.
Urbano III, de Milán, Humberto Crivelli, 25.XI, 1.XII.1185-20.X.1187.
Gregorio VIII, de Benevento, Alberto de Morra, 21, 25.X.1187-17.XII.1187.
Clemente III, Romano, Pablo Scolari, 19, 20.XII.1187-…III.1191.
Celestino III, Romano, Jacinto Boboni, 30.III, 14.IV.1191-8.I.1198.
Inocencio III, de Gavignano, Lotario , de los condes de Segni, 8.I, 22.II.1198-16.VII.1216.
Honorio III, Romano, Cencio Savelli, 18, 24.VII.1216-18.III.1227.
Gregorio IX, de Anagni, Hugolino, de los condes de Segni, 19, 21.III.1127-22.VIII.1241.
Celestino IV, de Milán, Godofredo Castiglioni, 25, 28.X.1241-10.XI.1241.
Inocencio IV, de Génova, Sinibaldo Fieschi, 25, 28.X.1243-7.XII.1254.
Alejandro IV, de Anagni, Reinaldo, de los condes de Segni, 12, 20.XII.1254-25.V.1261.
Urbano IV, Francés, de Troyes, Jacobo Pantaleón, 29.VIII, 4.IX.1261-2.X.1264.
Clemente IV, Francés, de Saint-Gilles-sur-Rhône, Guy Foulquois, 5, 15.II.1265-29.XI.1268.
Beato Gregorio X, de Piacenza, Teobaldo Visconti, 1.IX.1271, 27.III.1272-10.I.1276. El 12.IX.1713 fue confirmado su culto.
Beato Inocencio V, de Champigny (Saboya), Pedro de Tarantasia, 21.I, 22.II.1276-22.VI.1276. El 13.III.1898 fue confirmado su culto.
Adriano V, de Génova, Ottobono Fieschi, 11.VII.1276-18.VIII.1276.
Juan XXI, Portugués, Pedro Juliâo, conocido por, Pedro Hispano, 8, 20.IX.1276-20.V.1277. Un pontífice con el nombre de Juan XX no ha existido.
Nicolás III, Romano, Juan Gaetano Orsini, 25.XI, 26.XII.1277-22.VIII.1280.
Martín IV, Francés, Simón de Brie, 22.II, 23.III.1281-28.III.1285. Considerados como Martín también los pontífices Marino I (882-884) y Marino II (942-946) al nuevo papa le fue dado el ordinal IV entre los papas de nombre Martín.
Honorio IV, Romano, Jacobo Savelli, 2.IV, 20.V.1285-3.IV.1287.
Nicolás IV, de de Lisciano, cerca de Ascoli, Jerónimo Masci, 22.II.1288-4.IV.1292.
San Celestino V, de Isernia, Pedro del Morrune, 5.VII, 29.VIII.1294-13.XII.1294. +19.V.1296. El 5.V.1313 fue canonizado.
Bonifacio VIII, de Anagni, Benedicto Caetani, 24.XII.1294, 23.I.1295-11.X.1303.
Beato Benedicto XI, de Treviso, Nicolás Boccasini, 22, 27.X.1303-7.VII.1304. El 24.IV.1736 fue confirmado su culto.
Clemente V, Francés, de Villandrant (Gironde), Beltrán de Got, 5.VI, 14.XI.1305-20.IV.1314.
Juan XXII, de Cahors, Jacobo Duèse, 7.VIII, 5.IX.1316-4.XII.1334.
(Nicolás V, de Corvaro (Rieti), Pedro Rainallucci, 12, 22.V.1328-25.VIII.1330, +16.X.1333).
Benedicto XII, Francés, de Saverdum, cerca de Toulouse (Languedoc), (Jacobo Fournier, 20.XII.1334, 8.I.1335-25.IV.1342.
Clemente VI, Francés, de Maumont (Limousin), Pedro Roger de Beaufort, 7, 19.V.1342-6.XII.1352.
Inocencio VI, Francés, de Monts de Byssac (Limousin) Esteban Aubert, 18, 30.XII.1352-12.IX.1362.
Beato Urbano V, Francés, de Grisac, junto a Mende (Lorena), Guillermo de Grimoard, 28.IX, 6.XI.1362-19.XII.1370. El 10.III.1870 fue confirmado su culto.
Gregorio XI, Francés, de Maumont, cerca de Lomoges, Pedro Roger de Beaufort, 30.XII.1370, 5.I.1371-26.III.1378.
Urbano VI, de Nápoles, Bartolomé Prignano, 8, 18.IV.1378-15.X.1389.
Bonifacio IX, de Nápoles, Pedro Tomacelli, 2, 9.XI.1389-1.X.1404.
Inocencio VII, de Sulmona, Cosme Migliorati, 17.X, 11.XI.1404-6.XI.1406.
Gregorio XII, de Venecia, Ángel Correr, 30.XI, 19.XII.1406-4.VII.1415. La fecha de la renuncia fue el 4.VII.1417, y la de su muerte, 18.X.1417. Con los antipapas que siguen se constituyen las dos obediencias: aviñonesa y pisana.
(Clemente VII, Roberto, de los condes de Ginebra, 20.IX, 31.X.1378-16.IX.1394).
(Benedicto XIII, Aragonés, de Illueca, Pedro Martínez de Luna, 28.IX, 11.X.1394-23.V.1423). El Concilio de Constanza le había depuesto el 26 de julio del 1417 como ya lo había hecho el de Pisa el 5.VI.1409. Le siguieron en su obediencia Clemente VIII y Benedicto XIV.
(Clemente VIII, Gil Sánchez Muñoz, 10.VI.1423-26.VII.1419, +28.XII.1447).
(Benedicto XIV, Bernardo Garnier, 12.XI.1425-…1430).
(Alejandro V, de la isla de Creta, súbdito veneciano, Pedro Filargo, 26.VI, 7.VII.1409-3.V.1410).
(Juan XXIII, de Nápoles, Baltasar Cossa, 17, 25.V.1410-29.V.1415). La fecha de la deposición por el Concilio de Constanza fue 29.V.1415; la de su muerte 22.XI.1419.
Martín V, Romano, Odón Colonna, 11, 21.XI.1417-20.II.1431.
Eugenio IV, de Venecia, Gabriel Condulmer, 3, 11.III.1431-23.II.1447.
(Félix V, de Saboya, Amadeo, duque de Saboya, 5.XI.1439, 24.VII.1440-7.IV.1449). La fecha de la abdicación es 7.IV.1449; la de su muerte, 7.I.1451.
Nicolás V, de Sarzana, Tomás Parentucelli, 6, 19.III.1447-24.III.1455.
Calixto III, Español, de Játiva (Valencia), Alonso de Borja, 8, 20.IV.1455-6.VIII.1458.
Pío II, de Corsignano (Siena), Enea Silvio Piccolomini, 19.VIII, 3.IX.1458-14.VIII.1464.
Paulo II, de Venecia, Pedro Barbo, 30.VIII, 16.IX.1464-26.VII.1471.
Sixto IV, de Abisola, cerca de Savona, Francisco della Rovere, 9, 25.VIII.1471-12.VIII.1484.
Inocencio VIII, de Génova, Juan Bautista Cibo, 29.VIII, 12.IX.1484-25.VII.1492.
Alejandro VI, Español, de Játiva (Valencia), Rodrigo de Borja, 11, 26.VIII.1492-18.VIII.1503.
Pío III, de Siena, Francisco Todeschini-Piccolomini, 22.IX, 1, 8.X.1503-18.X.1503.
Julio II, de Abisola, cerca de Savona, Juliano della Rovere, 31.X, 26.XI.1503-21.II.1513.
León X, de Florencia, Juan de Médicis, 9, 19.III.1513- 1.XII.1521.
Adriano VI, Holandés, de Utrecht, Adriano Florensz, 9.I, 31.VIII.1522-14.IX.1523.
Clemente VII, de Florencia, Julio de Médicis, 19, 26.XI.1523-25.IX.1534.
Paulo III, Romano, Alejandro Farnese, 13.X, 3.XI.1534-10.XI.1549.
Julio III, Romano, Juan María Ciocchi del Monte, 7, 22.II.1550-23.III.1555.
Marcelo II, de Montepulciano (Macerata), Marcelo Cervini, 9, 10.IV.1555-1.V.1555.
Paulo IV, de Capriglio, en el reino de Nápoles, Juan Pedro Carafa, 23, 26.V.1555-18.VIII.1559.
Pío IV, de Milán, Juan Ángel de Médicis, 25.XII.1559, 6.I.1560-9.XII.1565.
San Pío V, de Boscomarengo, ciudad del campo alejandrino en el milanesado, Antonio (Miguel) Ghislieri, 7, 17.I.1566-1.V.1572. Entre paréntesis, el nombre que eligió al profesar en la orden de Santo Domingo. Fue beatificado el 27.IV.1672, canonizado, 22.V.1712.
Gregorio XIII, de Bolonia, Hugo Boncompagni, 13, 25.V.1572-10.IV.1585.
Sixto V, de Montalto, cerca de Ancona, Félix Perreti, 24.IV, 1.V.1585-27.VIII.1590.
Urbano VII, Romano, Juan Bautista Castagna, 15.IX.1590-27.IX.1590.
Gregorio XIV, de Cremona, Nicolás Sfondrati, 5, 8.XII.1590-16.X.1591.
Inocencio IX, de Bolonia, Juan Antonio Facchinetti, 29.X, 3.XI.1591-30.XII.1591.
Clemente VIII, de Fano, en el seno de una familia florentina, Hipólito Aldobrandini, 30.I,9.II.1592-3.III.1605.
León XI, de Florencia, Alejandro de Médicis, 1, 10.IV.1605-27.IV.1605.
Paulo V, Romano, Camilo Borghese, 16, 29.V.1605-28.I.1621.
Gregorio XV, de Bolonia, Alejandro Ludovisi, 9, 14.II.1621-8.VII.1623.
Urbano VIII, de Florencia, Maffeo Vicente Barberini, 6.VIII, 29.IX.1623-29.VII.1644.
Inocencio X, Romano, Juan Bautista Pamphili, 15.IX, 4.X.1644-7.I.1655.
Alejandro VII, de Siena, Fabio Chigi, 7, 18.IV.1655-22.V.1667.
Clemente IX, de Pistoya, Julio Rospiglioni, 20, 26.VI.1667-9.XII.1669.
Clemente X, Romano, Emilio Altieri, 29.IV, 11.V.1669-22.VII.1676.
Beato Inocencio XI, de Como, Benedicto Odescalchi, 21.IX, 4.X.1676-12.VIII.1689. Fue beatificado el 7.X.1956.
Alejandro VIII, de Venecia, Pedro Ottoboni, 6, 16.X.1689-1.II.1691.
Inocencio XII, de Spinazzola, cerca de Bari, Antonio Pignatelli, 12, 15.VII.1691-27.IX.1700.
Clemente XI, de Urbino, Juan Francisco Albani, 23, 30.XI.1700-19.III.1721.
Inocencio XIII, de Poli (Palestrina), Miguel Ángel dei Conti, 8, 18.V.1721-7.III.1724.
Benedicto XIII, de Gravina de Puglia (Bari), Pedro Francisco (Vicente María) Orsini, 29.V, 4.VI.1724-21.II.1730. Entre paréntesis, el nombre que eligió al profesar en la orden de Santo Domingo.
Clemente XII, de Florencia, Lorenzo Corsini, 12, 16.VII.1730-6.II.1740.
Benedicto XIV, de Bolonia, Próspero Lambertini, 17, 22.VIII.1740-3.V.1758.
Clemente XIII, de Venecia, Carlos Rezzonico, 6, 16.VII.1758-2.II.1769.
Clemente XIV, de Sant’Arcangelo de la Romaña, cerca de Rímini, Juan Vicente Antonio (Lorenzo) Ganganelli, 19, 28.V, 4.VI.1769-22.IX.1774.
Pío VI, de Cesena, Juan Ángel Braschi, 15, 22.II.1775-29.VIII.1799.
Pío VII, de Cesena, Bernabé (Gregorio) Chiaramonti, 14, 21.III.1800-20.VIII.1823. Entre paréntesis, el nombre que eligió al profesar en la orden benedictina.
León XII, de Espoleto, Aníbal della Genga, 28.IX, 5.X.1823-10.II.1829.
Pío VIII, de Cingoli, cerca de Ancona, Francisco Saverio Castiglioni, 31.III, 5.IV.1829-30.XI.1830.
Gregorio XVI, de Belluno, Bartolomé Alberto (Mauro) Capellari, 2, 6.II.1831-1.VI.1846. Entre paréntesis, el nombre que eligió al profesar en la orden de los camaldulenses.
Beato Pío IX, de Senigallia, cerca de Ancona, Juan María Mastai Ferreti, 16, 21.VI.1846-7.II.1878. Fue beatificado el 3.IX.2000.
León XIII, de Carpineto, cerca de Anagni, Joaquín Vicente Pecci, 20.II, 3.III.1878-20.VII.1903.
San Pío X, de Riese (Treviso), José Melchor Sarto, 4, 9.VIII.1903-20.VIII.1914. Fue beatificado el 3.VI.1951; canonizado, 29.V.1954.
Benedicto XV, de Pegli, cerca de Génova, Jacobo Pablo Bautista della Chiesa, 3, 6.IX.1914-22.I.1922.
Pío XI, de Desio, cerca de Monza (Milán), Ambrosio Damián Aquiles Ratti, 6, 12.II.1922-10.II.1939.
Pío XII, Romano, Eugenio Pacelli, 2, 12.III.1939-9.X.1958.
Beato Juan XXIII, de Sotto il Monte, cerca de Bérgamo, Ángel José Roncalli, 28.X, 4.XI.1958-3.VI.1963. Fue beatificado el 3.IX.2000.
Pablo VI, de Concesio, cerca de Brescia, Juan Bautista Montini, 21, 30.VI.1963-6.VIII.1978.
Juan Pablo I, de Forno di Canale -actualmente se llama Canale d’Agordo (Belluno), Albino Luciani, 26.VIII, 3.IX.1978-28.IX.1978.
Beato Juan Pablo II, Polaco, de Wadowice (Cracovia), Carlos José Wojtyla, 16, 22.X.1978-2.IV.2005. Fue beatificado el 1.V.2011.
Benedicto XVI, Alemán, de Marktl am Inn (Baviera), Joseph Ratzinger, 19, 24.IV.2005-……

Historia de los Papas. ¿Quiénes fueron los antipapas? (y IV)

Clemente VII. Meses después de haber elegido a Urbano VI, los cardenales, reunidos en Anagni, declararon nula la elección hecha. Y un mes después, el 21 de septiembre de 1378, eligieron como papa a Roberto de Ginebra, que ha pasado a la historia con el nombre de Clemente VII, papa de la obediencia de Aviñón. Con él comenzó el cisma de Occidente.
Benedicto XIII. En el 1394 sucedió a Clemente VII el cardenal español Pedro Martínez de Luna con el nombre de Benedicto XIII. A su muerte ya se había restablecido la unidad de la cristiandad, aunque él hasta el final continuó considerándose legítimo papa.
Alejandro V. En el concilio de Pisa, año 1409, se decidió deponer tanto al papa de la obediencia de Roma como al de la obediencia de Aviñón, a la vez que se elegía a Pedro Filargo como nuevo papa. Éste adoptó el nombre de Alejandro V, que fue respetado por Rodrigo de Borja al ser elegido pontífice, pues se llamó Alejandro VI.
Juan XXIII. Para suceder a Alejandro V, los cardenales de la obediencia de Pisa eligieron a Baltasar Cossa, que se llamó Juan XXIII. Este papa de la obediencia de Pisa hasta la elección de Ángel José Roncalli -Juan XXIII- en el año 1958- era considerado por la mayoría de los historiadores como verdadero papa.
Clemente VIII. Gil Sánchez Muñoz fue elegido en Peñíscola por el reducido grupo de cardenales fieles a Benedicto XIII para suceder al papa Luna. Se llamó Clemente VIII. Se sometió a Martín V en el 1429.
Benedicto XIV. Se llamaba Bernardo Garnier. Fue elegido por un cardenal de Clemente VIII. Benedicto XIV es simplemente una anécdota en la historia del Pontificado.
Félix V. Amadeo VIII de Saboya es el último de los antipapas. Fue elegido en el concilio cismático de Basilea (año 1439) en oposición a Eugenio IV. Tomó el nombre de Félix V. Pocos príncipes -sólo los de Alemania y Aragón- le reconocieron como papa, por lo que renunció a la tiara en el año 1449. El papa Nicolás V -Eugenio IV ya había muerto- le hizo cardenal. Falleció el último antipapa de la historia en Ginebra el 7 de enero de 1451.

Historia de los Papas. ¿Quiénes fueron los antipapas? (III)

Juan XVI. Juan Filagato, obispo de Piacenza, en el 997 fue proclamado papa por Crescencio II con el nombre de Juan XVI durante el pontificado de Gregorio V. El emperador Otón III no consistió tal usurpación y en Roma ordenó decapitar al traidor Crescencio II. El antipapa fue hecho prisionero y mutilado. Encerrado en un convento vivió todavía quince años.
Gregorio. Con la muerte del papa Sergio IV y de Juan Crescencio III, en mayo de 1012, los condes de Túsculo recuperaron el poder en Roma que ya habían ejercido un siglo atrás. El 18 de mayo eligieron a uno de ellos -el conde Teofilacto, cardenal de Porto- para que ocupara la sede pontificia. El nuevo papa adoptó el nombre de Benedicto VII. Sin embargo, la familia de los Crescencios designó a un cierto clérigo llamado Gregorio para la más alta dignidad eclesiástica en oposición al legítimo papa. El antipapa, obligado a huir de Roma, viajó a Alemania para implorar del emperador Enrique II el reconocimiento de su causa. El monarca alemán sostuvo a Benedicto VII y desde ese momento se borran las huellas de Gregorio que solamente aparece en la historia mencionado como un antipapa.
Benedicto X. Antes de que transcurriera una semana desde la muerte de Esteban IX (X), la nobleza romana aprovechó la ausencia de los cardenales para intentar una recuperación de su poder, haciendo aclamar como Pontífice a un Túsculo, el obispo Juan de Velletri, apodado Mincio, que se hizo llamar Benedicto X. Era el año 1058. Los cardenales no aceptaron tal elección, y san Pedro Damiano se negó a consagrarlo, por lo que tuvo que hacerlo el arcipreste de Ostia. El monje Hildebrando juntamente con el Sacro Colegio y con los apoyos de la regente alemana, emperatriz Inés, y de Godofredo de Lorena, eligieron en Siena a Gerardo de Borgoña que tomó el nombre de Nicolás II. Un sínodo reunido en Sutri despojó a Benedicto X de toda dignidad sacerdotal, después de haber estado nueve meses ejerciendo en Roma las funciones de papa. El antipapa se sometió al sínodo y pidió perdón al papa Nicolás II.
Honorio II. A la muerte de Nicolás II, en 1061, Hildebrando hizo que los cardenales eligieran rápidamente al sucesor del papa difunto, anticipándose a la nobleza romana que exigía del emperador Enrique IV la designación de un papa acorde a sus deseos. Los cardenales eligieron a Anselmo de Lucca, que gobernó la Iglesia con el nombre de Alejandro II. Semanas después, un grupo de obispos lombardos, apoyados por Enrique IV que estaba disconforme con el decreto de Nicolás II sobre la elección de los papas, dio la investidura pontificia a Pedro Cadalo, natural de Verona y obispo de Parma, quien tomó el nombre de Honorio II. Era éste, según el cronista Bonizo, un hombre rico en bienes y pobre en virtudes. Este antipapa murió en 1072 después de haber producido con su ambición grandes trastornos a la Iglesia.
Clemente III. Llamado Guiberto, era arzobispo de Rávena cuando en el año 1080, en plena lucha de las investuduras, el emperador Enrique IV lo elevó a la silla papal en oposición a san Gregorio VII. El antipapa tomó el nombre de Clemente III y sobrevivió varios pontificados. Dueño de una parte de Roma, la ocupó en tiempos del beato Víctor III. Tiempo después, fue expulsado de la Urbe durante el pontificado del beato Urbano II, retirándose a Ravena. Volvió a entrar en la Ciudad Eterna, siempre con la protección de Enrique IV, en el 1092, obligando al Papa a huir. Éste pudo volver a Roma en el invierno del 1093 a 1094. Clemente III, excomulgado y  expulsado definitivamente de Roma en la época de Pascual II, murió en el año 1100.
Teodorico. Muerto el antipapa Clemente III, los clérigos que formaban parte del séquito de Enrique IV se reunieron secretamente en San Pedro y eligieron a Teodorico, cardenal obispo de Albano, al que consagraron aprovechando la ausencia de Pascual II. Al regreso del Papa, Teodorico fue preso, juzgado y condenado a prisión perpetua en el monasterio de la Santa Trinidad, cerca de Salerno, donde profesó como monje. Esto ocurría en el año 1100.
Alberto. Los partidarios del que fue Clemente III no se desanimaron con la suerte de Teodorico, y en el 1102 tuvieron una reunión en la Iglesia de los Santos Apóstoles para elegir a Alberto, cardenal de Silva Candida. Pero tampoco consiguieron su propósito. El antipapa fue puesto en manos de Pascual II, que lo envió al monasterio de San Lorenzo en Aversa.
Silvestre IV. En 1105 intentaron los seguidores de los tres antipapas anteriores de nuevo quitar a Pascual II y colocar en su lugar otro papa. Se reunieron en Santa María Rotonda para la elección. En esta tercera ocasión el elegido era un arcipreste romano, de nombre Maginulfo, que quiso llamarse Silvestre IV. Pascual II no hizo caso de éste, pues contaba con escasos partidarios. Fracasada su causa, el antipapa buscó refugio en Osimo, cerca de Ancona.
Gregorio VIII. En el año 1118, por desavenencias con el papa Gelasio II, el emperador Enrique V de Alemania declaró vacante la Sede Apostólica e hizo elegir al francés Mauricio, arzobispo de Braga, que quiso llamarse Gregorio VIII. Aunque el antipapa consiguió tener dominio sobre San Pedro, Sant’Angelo y amplias zonas de la ciudad de Roma, no fue reconocido como pontífice más que por la familia de los Frangipani. Tras la muerte del legítimo papa, Gelasio II, subió a la Sede romana Calixto II quien reunió en Reims un concilio en el que se decidió la excomunión mayor del emperador germánico y del antipapa Gregorio VIII. El pueblo romano habría hecho expiar a Mauricio su usurpación con la muerte si  no lo hubiera impedido Calixto II. El antipapa fue llevado al monasterio de La Cava, cerca de Salerno. Posteriormente fue trasladado a la ciudadela de Janula, junto a Montecassino. El sucesor de Calixto II, Honorio II, en el año 1125 lo encerró en Castel Fumone, no lejos de Alatri. No se sabe exactamente cuándo murió, aunque sí que aún vivía en 1137 y que en ese año visitó de nuevo La Cava
Celestino II. Tras la muerte de Calixto II, el 15 de diciembre de 1124, los cardenales, con una elección realizada según las normas canónicas, hacían de Teobaldo Buccapecus, cardenal presbítero del título de Santa Anastasia, legítimo sucesor del papa difunto. El elegido se impuso el nombre de Celestino II, pero no fue consagrado. Cuando iba a serlo los Frangipani interrumpieron la ceremonia e hirieron a Celestino II. Éste, para evitar discordias y un nuevo cisma, optó por renunciar al cargo para el cual había sido elegido canónicamente. Teobaldo murió al poco tiempo, como resultado, tal vez, de las heridas recibidas. Con Celestino II se ha cometido la injusticia de inscribirlo en la lista de los antipapas. En realidad fue verdadero pontífice, y su pontificado -sólo unas horas- el más breve de la historia, juntamente con el de Felipe, en el caso de que también hubiera sido papa legítimo.
Anacleto II. En el año 1130 se produjo una doble elección. Por un lado un grupo de cardenales, los más jóvenes del Sacro Colegio, se reunieron en el monasterio de San Gregorio en el Monte Celio, en el mismo lugar que había muerto Honorio II, y eligieron al cardenal diácono del título del Santo Ángel, Gregorio Papareschi, que tomó el nombre de Inocencio II. Por otra parte, un número mayor de miembros del Sacro Colegio eligió en la Iglesia de San Marcos a Pedro Pierleoni, imponiéndose el nombre de Anacleto II. Como consecuencia, un nuevo cisma surgió en la cristiandad. La solución del cisma se debe a san Bernardo, que señaló a Inocencio II como verdadero papa por haber sido elegido por la sanior pars del Sacro Colegio. Anacleto II fue abandonado por casi todos, excomulgado en 1134 y murió en 1138.
Víctor IV. A la muerte del antipapa Anacleto II sus seguidores eligieron para sucederle a Gregorio Conti, que tomó el nombre de Víctor IV. En el mismo año 1138, san Bernardo le convenció para que renunciara a su oficio, en bien de la Iglesia, reconociendo a su rival.
Víctor IV. Veintiún años después otro antipapa se llamó igualmente Víctor IV. Se trata de Octaviano de Monticello, cardenal de Santa Cecilia, que a la muerte de Adriano IV, se negó a reconocer a su sucesor Alejandro III, y se hizo elegir papa con el nombre de Víctor IV. En el concilio de Pavía, celebrado en febrero del 1160, el emperador Federico Barbarroja lo impuso como papa, pero poco tiempo después, en julio de ese mismo año, en el concilio de Beauvais, la mayor parte de los reyes y príncipes de Occidente reconocieron a Alejandro III. El antipapa se refugió en Cremona y en Lucca, siendo abandonado por sus partidarios.
Pascual III. En el 1164 murió Víctor IV y, aunque la mayoría de los obispos alemanes fueron reconociendo progresivamente a Alejandro III,  Barbarroja hizo que algunos de los que fueron partidarios del antipapa le dieran un sucesor, encargo que cumplieron eligiendo a Guido de Crema, que tomó el nombre de Pascual III. Éste, como muestra de agradecimiento a Federico Barbarroja, canonizó a Carlomagno. Pascual III murió en Roma el 20 de septiembre de 1168.
Calixto III. Dos meses después de la muerte de Pascual III, el emperador Federico Barbarroja, siempre enemigo del legítimo papa, Alejandro III, hizo elegir a Juan, abad de Strumi, que eligió el nombre de Calixto III. Durante ocho años se empeñó el monarca alemán en sostener al antipapa. Cuando Barbarroja le dejó de apoyar, Calixto III, en el 1178, tuvo el buen sentido de someterse y de reconocer a Alejandro III.
Inocencio III. Aún tuvo Alejandro III un cuarto rival. El 29 de septiembre de 1179 Lando de Sezze logró hacerse elegir con la ayuda de la familia del difunto Víctor IV. Tomó el nombre de Inocencio III, pero antes de transcurridos cuatro meses se sometió. Alejandro III lo desterró de por vida en el monasterio de La Cava.
Nicolás V. Durante el pontificado de Juan XXII se produjo un nuevo enfrentamiento entre el Papado y el Imperio. En esta ocasión motivado por la disputa de la corona imperial entre Luis de Baviera y el duque Federico el Hermoso de Austria. Resultó ganador el de Baviera pero Juan XXII se negó a reconocerle. La reacción de Luis de Baviera fue deponer al Papa y haciendo poner en su lugar a Pedro Rainalluci, que quiso llamarse Nicolás V. Dos años después, cuando el emperador le retiró su apoyo, el antipapa se sometió a Juan XXII.

Historia de los Papas. ¿Quiénes son los antipapas? (II)

Los antipapas, independientemente de si lo fueron o no, son los siguientes:
San Hipólito. En el año 217 no reconoció como verdadero papa a san Calixto I, y se erigió en jefe de un grupo cismático. Sus seguidores le nombraron papa. Hipólito continuó su cisma durante los pontificados de san Urbano I y san Ponciano. Junto a éste fue desterrado a las minas de sal de Cerdeña por el emperador Maximino el Tracio. Allí se reconcilió con Ponciano, y ordenó a sus partidarios: Manteneos fieles a la fe católica y restaurad la unidad. Murió mártir por la fe de Cristo en el año 235. La Iglesia celebra su memoria el 13 de agosto.
Novaciano. En el año 251, al sentirse postergado por la elección de san Cornelio, Novaciano acusó al nuevo obispo de Roma de laxismo y se alzó contra el legítimo sucesor de San Pedro, haciéndose consagrar obispo por tres obispos italianos. Arrastró al cisma a una buena porción de la Iglesia. Excomulgado por un sínodo romano en otoño del 251, se alejó de Roma en el 253 durante la breve persecución de Trebonio Gallo, perdiéndose su rastro. Se cree que murió en el 257 ó 258.
Félix II. Al ser desterrado el papa Liberio, el emperador Constancio nombró obispo de Roma al arcediano romano Félix. La mayoría del clero romano le reconoció como verdadero papa, no así los seglares, que masivamente se mantuvieron fieles a Liberio. Cuando regresó de su destierro Liberio, Félix fue desterrado a perpetuidad por el Senado y pueblo de Roma. Murió en Porto.
Ursino. Cuando murió el papa Liberio, año 366, se produjo una doble elección. Una se celebró en la basílica transtiberina de Julio, de la que salió elegido el diácono Ursino; en la otra, que tuvo lugar en la basílica de San Lorenzo in Lucina, eligieron al diácono Dámaso. El emperador Valentiniano I intervino desterrando a Ursino, aunque el cisma perduró. En el 380, un sínodo celebrado en Roma solicitó de nuevo la intervención imperial. El emperador -ahora, Graciano- se declaró abiertamente -como su antecesor- de parte del papa Dámaso I. Durante el reinado de Teodosio I, favorecedor del legítimo papa, fue desapareciendo hasta extinguirse el cisma de Ursino.
Eulalio. A la muerte de san Zósimo, ocurrida en el 418, surgió en la Iglesia de Roma un nuevo cisma. Al igual que en el cisma del 366, éste tuvo origen en una doble elección. Tanto san Bonifacio I como el arcediano Eulalio fueron elegidos por grupos distintos para que ocuparan la Sede de San Pedro. En un principio, el emperador Honorio reconoció a Eulalio, pero poco más tarde, al ser informado de la verdadera situación y de quienes participaron en cada elección, confirmó como verdadero papa a Bonifacio I. Eulalio fue expulsado de Roma, residió en Antium, y posteriormente fue designado obispo de Nepi.
Lorenzo. A finales del siglo V, en el año 498, cuando quedó vacante la Sede romana por la muerte de Anastasio II, se reunieron en la basílica liberiana, Santa María la Mayor, parte del clero de Roma y una mayoría de senadores que aclamaron al presbítero Lorenzo, del título de Santa Práxedes, como nuevo papa, sin tener en cuenta las normas y costumbres establecidas. Simultáneamente, en Letrán, una asamblea más numerosa, elegía al diácono Símaco para suceder al difunto Anastasio. Símaco y Lorenzo accedieron a someterse al arbitraje de Teodorico, rey de los ostrogodos. Teodorico falló a favor de Símaco, y Lorenzo acató la decisión, concediéndosele el obispado de Nocera in Campania. Tiempo después, Lorenzo pretendió de nuevo el solio pontificio, sin conseguirlo, y tuvo que retirarse de Roma definitivamente.
Dióscoro. El papa Félix IV había nombrado a su propio sucesor en la persona del arcediano romano Bonifacio. Y en efecto, cuando murió en el 530, el pueblo y el clero reunidos en la basílica de Santa María in Trastevere, proclamaron a Bonifacio como papa. Pero una parte del clero y del pueblo romano, celosos de sus prerrogativas, protestó de la irregular designación, y en la iglesia de Constantino elegían como obispo de Roma a Dióscoro, cardenal-diácono, antiguo legado papal en Constantinopla. El cisma duró poco tiempo -un mes- pues la muerte de Dióscoro puso fin a la división. Entonces Bonifacio II fue reconocido por todo el clero y pueblo de Roma. En el Anuario Pontificio se lee: Quizás puede sostenerse la legitimidad de Dióscoro, que murió 22 días después de su elección.
Pedro. En el año 686, a la muerte de Juan V, el clero reunido en la Basílica de San Juan de Letrán elegía al arcipreste Pedro como nuevo obispo de la ciudad. Mientras tanto, los magistrados y la milicia, congregados en la Iglesia de San Esteban in Rotundo, prefirieron elevar a la Sede romana al presbítero Teodoro. Ninguno de los dos fue papa, y además, Pedro tampoco figura en la lista de los antipapas, porque en realidad no lo fue. Como transcurría el tiempo y, a pesar de numerosas tentativas de conciliación entre los seguidores de ambos rivales, no se logró ningún acuerdo, se tomó la decisión de descartar a los dos -Pedro y Teodoro- y nombrar pontífice a Conón, que era un anciano de vida ejemplar. Éste fue aceptado por todos.
Teodoro. El papa Conón murió al año siguiente de ser elegido. Y de nuevo rebrotó la querella entre los diversos grupos a causa de la elección del sucesor del papa difunto. Otra vez Teodoro, con el apoyo de la milicia mostró sus aspiraciones y fue elegido por una pequeña porción del clero y del pueblo romano. Otro candidato era el archidiácono Pascual, que mediante una fuerte suma -cien libras de oro- consiguió ser elegido con el apoyo del exarca de Rávena, Juan Platin. Pero la mayoría del clero, arrastrando a los nobles y a una parte del ejército, decidió que ninguno de los dos era conveniente, y proclamó a Sergio, que pudo contar con la aclamación popular. Teodoro, al ver perdida su causa, y que la milicia le abandonaba, salió al encuentro de Sergio I y le reconoció como legítimo papa. Y de él nunca más se supo. Resulta indudable que no puede ser considerado como antipapa, pues en las dos ocasiones, la del 686 y la del 687, se sometió al papa legítimo -primeramente a Conón, y después, a san Sergio I-.
Pascual. Con la elección de Sergio I no se dio por vencido. Escribió al exarca de Rávena que fuera a Roma para que le ayudara en sus pretensiones. Platin acudió, pero al comprobar que Sergio I contaba con el favor de toda la población, reconoció a éste como legítimo papa. Pascual se negó a abdicar, siendo encerrado en un monasterio, convicto de magia y en el que murió sin reconocer al verdadero papa.
Constantino II. En el año 767, inmediatamente después de entregar el papa san Pablo I su alma a Dios, un grupo de laicos invadió el palacio Laterano para aclamar como papa a Constantino, que ni siquiera era clérigo. Esta elección,  realizada con el apoyo de Totón, duque de Nepi y hermano del elegido, parece ser que no fue conforme a las normas canónicas vigentes, aunque algunos autores la consideran válida. Constantino recibió todas las órdenes sagradas y tomó posesión de su cargo. Durante trece meses estuvo gobernando la Iglesia. Cabe preguntarse si fue verdadero papa. Para unos, sí; mientras que para otros fue un intruso, un usurpador. Constantino II fue depuesto el 30 de julio del 768 por el primicerio Cristóbal y su hijo Sergio, enemigos del duque de Nepi, ayudados por los lombardos de Waldiperto.
Baronio, en sus Annales Ecclesiastici, dice escuetamente: Arrojado el pseudo-Papa Constantino de la sede que había ocupado un año y un mes, y a la que había sido elevado sin ley ni justicia, dispuesto igualmente el cese de Felipe, en las nonas del mes de agosto (5 de agosto) fue elegido legítimamente y ritualmente, según lo prescrito en los sagrados cánones, Esteban, cuarto de su nombre, llamado por algunos tercero. Con la elección de Esteban III (IV), Constantino fue obligado a retirarse a un monasterio donde pasó el resto de sus días.
Felipe. Depuesto Constantino II, inmediatamente después, Waldiperto, deseando cumplir los deseos de Desiderio, rey de los lombardos, promovió a la silla papal a un presbítero llamado Felipe. Un cierto número de ciudadanos reunidos en el monasterio de San Guido aclamó a Felipe como pontífice. En el recorrido que iba desde su monasterio, del que era abad, hasta la basílica del Laterano, la muchedumbre no dejó de gritar: Felipe es quien ha sido elegido Papa por San Pedro. Y fue entronizado como papa. Pero el primicerio Cristóbal no quiso reconocer la elección de Felipe por considerarla anticanónica. Felipe, sin oponer resistencia alguna, el mismo día de su elección, regresó a su monasterio rodeado del respeto de todos.
Juan. Al morir Gregorio IV, en el 844, una parte del pueblo eligió para sucederle al diácono Juan, pero no obtuvo el reconocimiento del clero ni de la mayoría de los romanos, por lo que fue obligado a retirarse en un convento, a la vez que Sergio II era consagrado como legítimo papa.
Anastasio, el Bibliotecario. Anastasio era cardenal de San Marcos. Con el apoyo de los emperadores Luis y Lotario, se declaró sumo pontífice y entró en Roma con hombres armados apoderándose del Palacio de Letrán y haciendo prisionero al verdadero papa, Benedicto III. Pero la mayor parte del clero y el pueblo permanecieron fieles al legítimo pontífice, y Anastasio fue prontamente depuesto.
Cristóbal. Cardenal presbítero del título de San Dámaso y familiar del papa León V (903-903). Juzgando al Pontífice poco apto para gobernar la Iglesia, Cristóbal se apoderó violentamente de la Sede papal obligando a León V a retirarse al monasterio benedictino de Bandallo. Estuvo en la Sede de San Pedro seis meses. En enero del 904 el pueblo de Roma, que lo odiaba, permitió a Sergio, el electo en discordia del 898 cuando fue elegido Juan IX, regresar a Roma, adueñarse de Letrán, encarcelar a Cristóbal y ser proclamado papa con el nombre de Sergio III. León V y Cristóbal murieron poco tiempo después. Es curioso que este usurpador esté inscrito como papa -y no como antipapa- en varios catálogos de la historia del Pontificado y que esté enterrado en el Vaticano.
Bonifacio VII. Gobernaba la Iglesia Benedicto VI cuando se produjo una insurrección en Roma provocada por Crescencio. El Papa fue encarcelado en Sant’Angelo, donde murió asesinado, mientras el diácono Franco, que ya había disputado con Benedicto VI en la elección, era entronizado como nuevo papa con el nombre de Bonifacio VII. El usurpador, sin embargo, sólo pudo estar unas semanas ejerciendo de pontífice porque el pueblo de Roma, horrorizado por el asesinato de Benedicto VI, se rebeló contra Bonifacio VII. Éste, ante la entrada en la Urbe de un ejército imperial, se refugió en Sant’Angelo. El conde Sicco de Espoleto lanzó entonces su asalto a la fortaleza. El antipapa logró escapar, llevándose parte de los tesoros de la Iglesia y ponerse a salvo en territorio bizantino. En Constantinopla estuvo oculto cerca de diez años
Para cubrir la sede vacante fue elegido el obispo de Sutri, que tomó el nombre de Benedicto VII. A la muerte de éste, en el 983, subió al solio pontificio Pedro Canepanova, que era vicecanciller del emperador Otón II en Italia y obispo de Pavía. Tomó el nombre de Juan XIV. Pero apenas elegido -aún no llevaba tres meses gobernando la Iglesia-, Otón II murió. Circunstancia que aprovechó Franco -Bonifacio VII- para presentarse en Roma y, esta vez con el apoyo de Crescencio y de grupos activos disidentes, encarcelar al Papa en Sant’Angelo, que también fue asesinado por orden del usurpador. Tampoco esta vez estuvo mucho tiempo ocupando la Sede romana, pues al año moría asesinado. Toda una pesadilla había terminado con la muerte del antipapa Bonifacio VII, asesino de dos papas.

Historia de los Papas. ¿Quiénes fueron los antipapas? (I)

LOS ANTIPAPAS
Se da el nombre de antipapa a diversos personajes, que en distintas épocas usurparon el título y las funciones del obispo de Roma, oponiéndose al papa legítimo. O también se puede definir como antipapa el pretendiente al Papado, elegido o designado en oposición al oficialmente nombrado y en consecuencia oficialmente reconocido como verdadero papa.
Ahora bien, hay dudas sobre algunos antipapas, que quizá no fueron tales sino auténticos papas, por ejemplo, Dióscoro (530-530), Félix II (355-365), Celestino II (1124-1124) y los papas de las obediencias de Aviñón y de Pisa durante el Cisma de Occidente, y también hay papas de cuya legitimidad se duda, por ejemplo, León VIII (963-965), Silvestre III (1045-1045) y Gregorio VI (1045-1046).
E incluso ha habido algunos antipapas que llegaron a ser papas legítimos como Vigilio (537-555), san Eugenio I (654-657) y Sergio III (904-911).
Además es de destacar la actuación de san León IX (1049-1054), que cuando en diciembre de 1048 el emperador Enrique III de Alemania lo designó en la Dieta de Worms para suceder al papa Dámaso II en la Sede romana, no ignoraba que los romanos tenían su propio candidato, y quiso tener la seguridad de que el pueblo romano aceptaba de buen grado la elección que había hecho el Emperador de su persona como obispo de la Urbe, y de esta forma evitar en convertirse en un antipapa. A tal fin se presentó humildemente en la Ciudad Eterna descalzo y con hábito de penitente, y esperó discretamente a que el pueblo y el clero cumplieran los requisitos formales. Los romanos le aceptaron y aclamaron sinceramente.
Algo parecido hizo Honorio II (1124-1130), que consciente de la irregularidad de su elección y comprendiendo que su promoción había sido ilegítima, renunció a la suprema dignidad, porque prefería tener con derecho el obispado de Ostia, que no el Romano con injuria. Pero los cardenales confirmaron de buen grado su nombramiento, siendo consagrado después de haberse repetido pacíficamente la ceremonia de aclamación, contando con el consentimiento unánime de todos los miembros del Sacro Colegio.

Anécdotas del Beato Juan Pablo II (XXII)

Le esperaba una dura jornada
            Contó el nuncio en Madrid, Innocenti, la siguiente anécdota ocurrida durante el primer viaje apostólico de Juan Pablo II a España. El Papa se alojaba, como era lógico, en la nunciatura. Para Innocenti el tener hospedado al Papa en su casa era un gran gozo, aunque también motivo de preocupación. Yo estaba algo nervioso –dijo-; no lo podía evitar. La segunda noche que el Papa durmió en la nunciatura oí un pequeño ruido y vi luz en la capilla. Preocupado me acerqué, abrí la puerta y me encontré al Papa (eran las cuatro de la madrugada) haciendo el Vía Crucis postrado en el suelo. Sorprendido, le dije: “Pero, ¿qué hace, Santo Padre? ¿Ha olvidado la dura jornada que le espera mañana? (entre otros actos tenía que celebrar a las ocho de la mañana en el cementerio de La Almudena, la misa de las familias, por la tarde, en la plaza de Lima). Pero el Papa no se inmutó. Siguiendo de rodillas, me miró fijamente y como toda respuesta me dijo: “Usted, señor nuncio, haga como yo, póngase de rodillas y acompáñeme a hacer el Vía Crucis para afrontar con más gracia de Dios la dura jornada de mañana.

Anécdotas del Beato Juan Pablo II (XXI)

            Estaba dispuesto
            Alguien preguntó a Juan Pablo II si iría a la Meca. Y ésta fue la respuesta: Sí, pero no depende de mí. Le diré como decía mi predecesor Pío XI, también yo iría a hablar con el diablo para tratar de religión, de verdad y de derechos humanos.
            Un propósito
             En el año 1997, Juan Pablo II, en el día de su cumpleaños (18 de mayo), visitó un barrio periférico de Roma, Pietralata. El Papa habló con los niños del coro parroquial. Uno de los pequeños le contó al Papa que cuando llega su cumpleaños su madre le pide que haga un propósito. Sin pensarlo dos veces el niño le preguntó: ¿Tú qué propósito has hecho? Y el Pontífice tampoco se lo pensó dos veces: Ser más bueno.

Anécdotas del Beato Juan Pablo II (XX)

            Una observación
            Una vez le dijeron a Juan Pablo II: Santidad, cuánto mal puede hacer una mujer corrupta. El Papa interrumpió aquel comentario en seco diciendo: Pero no olvide que detrás de una mujer corrupta está siempre un hombre que la ha corrompido y que, sin embargo, se esconde.
            La madre del rey
            En un viaje apostólico, momentos antes de aterrizar el avión en un país africano, le comentaron a Juan Pablo II que sería recibido por el rey y por la reina madre. Y el papa preguntó: ¿La reina es la madre del rey? Le respondieron: No, Santidad; es la mujer número catorce de su padre; el rey es el hijo de la mujer número veinticinco. Y Juan Pablo II, bromeando, dijo: ¡Aquí estamos todavía en el Antiguo Testamento!

Anécdotas del Beato Juan Pablo II (XIX)

También él se preocupaba
             En una ocasión, después del atentado que sufrió Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981, un grupo de peregrinos polacos le dijeron al Papa que no viajara tanto y que se cuidara mucho. Juan Pablo II comentó que su misión era estar con todos. Una mujer le dijo entonces que el consejo que le habían dado era porque les preocupaba Su Santidad. Entonces el Papa dijo: También me preocupa “mi santidad”.

Anécdotas del Beato Juan Pablo II (XVIII)

Muchas fotografías
             ¿Verdad que usted no se imagina que yo vaya a ser papa? ¿Por qué hace tantas fotografías?, le decía el cardenal Wojtyla a un fotógrafo presente en el aeropuerto de Roma. El cardenal llegaba a la Ciudad Eterna para asistir al cónclave que iba a elegir al sucesor de Juan Pablo I. No, el fotógrafo no se lo imaginaba; pero nunca se sabe. Sin embargo, del cónclave el cardenal Wojtyla salió convertido en el papa Juan Pablo II.

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