jueves, 10 de enero de 2013

Agatón Papa, Santo


LXXIX Papa, 10 de enero
 
Agatón, Santo
Agatón, Santo

LXXIX Papa

Martirologio Romano: En Roma, en la basílica de San Pedro, san Agatón, papa, que mantuvo íntegra la fe ante los errores de los monotelitas y promovió la unidad de la Iglesia convocando sínodos (681).
Nació en Palermo en fecha no conocida, murió en Roma el 10 de enero de 681.

Fue Papa de la Iglesia católica de 678 a 681.

Tras la muerte de su padre, reparte su herencia entre los pobres e ingresa como lego en el monasterio benedictino de San Hermes (Palermo) no tomando las ordenes sacerdotales hasta el 677, cuando contaba con cien años.

Al año siguiente, el 27 de junio, es elegido papa. Su corto pontificado destaca por la convocatoria del Sexto Concilio Ecuménico, celebrado en Constantinopla entre el 680 y el 681, y que bajo la presidencia del emperador bizantino Constantino IV condenó el monotelismo y el monoenergismo, doctrinas que habían sido toleradas hasta entonces por la Iglesia, especialmente por el papa Honorio I lo que supuso que el concilio dictase la excomunión de este.

Asimismo consiguió que Constantino IV aboliera el impuesto de tres mil escudos que, desde Justiniano I, los papas estaban obligados a pagar para ver su elección confirmada por el emperador.

Falleció el 10 de enero de 681 y es venerado como santo tanto por la Iglesia Católica como por la Iglesia Ortodoxa.

Es el patrón de Palermo, su ciudad natal.

San Agatón, papa
fecha: 10 de enero
†: 681 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos», Alban Butler
En Roma, en la basílica de San Pedro, san Agatón, papa, que mantuvo íntegra la fe ante los errores de los monotelitas y promovió la unidad de la Iglesia con la convocatoria de diversos sínodos.

San Agatón, que había nacido en Sicilia de una familia griega, se distinguió por la bondad y dulzura de su temperamento. Antes de hacerse monje en Palermo, había estado casado y dedicado a los negocios, durante veinte años. Era tesorero de la Iglesia en Roma, cuando sucedió a Dono en el Pontificado, el año 678. Sus tres legados presidieron el sexto Concilio Ecuménico (tercero de Constantinopla) contra la herejía monotelita, que él mismo refutó en una erudita carta, haciendo alusión a la tradición apostólica de la Iglesia de Roma: «Reconoced -decía- que la Iglesia católica es la madre de todas las Iglesias, y que su autoridad proviene de san Pedro, el Príncipe de los Apóstoles, a quien Cristo confió su rebaño y prometió la infalibilidad en la fe». El Concilio de Constantinopla aprobó esta carta como regla de fe, diciendo que «Pedro había hablado por boca de Agatón».

El mismo Pontífice restituyó a san Wilfrido a la diócesis de York y concedió privilegios a muchos monasterios de Inglaterra. La terrible peste que devastó Roma en aquella época parece haber sido la causa, por lo menos indirecta, de su muerte, ocurrida en el 681. San Agatón vivió en un período muy agitado. La razón que alegaba para explicar lo mal que hablaban el griego sus legados al Concilio de Constantinopla, era que no podían aprenderse las gracias del lenguaje durante las incursiones de los bárbaros, pues ya era difícil ganar simplemente el diario sustento con el trabajo manual. Sin embargo -añadía- «preservamos la fe que nuestros padres nos han dejado». Sus legados repetían lo mismo: «Nuestras ciudades han sido devastadas por el furor de los bárbaros. Vivimos en medio de batallas, incursiones y saqueos. Estamos en alarma continua y ganamos el pan con el trabajo de nuestras manos». Agatón murió antes de que terminara el Concilio.

Ver Acta Sanctorum, 10 de enero, y sobre todo Duchesne, Liber Pontificalis, vol. I, pp. 350-358.
 

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