domingo, 20 de enero de 2013

Fabián Papa, Santo

XX Papa, 20 de enero
Fabián, Santo
Fabián, Santo

Papa y Mártir

Martirologio Romano: San Fabián, papa y mártir, que, siendo simple laico, fue llamado al pontificado por indicación divina y, después de dar ejemplo de fe y virtud, sufrió el martirio en la persecución bajo el emperador Decio. San Cipriano, al hacer el elogio de su combate, afirma que dejó el testimonio de haber regido la Iglesia de modo irreprochable e ilustre. Su cuerpo fue sepultado en este día en el cementerio de Calixto, en la vía Apia de Roma (250).

Etimología: Fabián = Aquel que pertenece a la familia de Fabio, es de origen latino.
Sucedió en el papado a San Antero y gobernó la Iglesia unos quince años (236-250), hasta la persecución de Decio, durante la cual sufrió el martirio. Fue sepultado en el cementerio de San Calixto, donde se lee su epitafio. — Fiesta: el 20 de enero, junto con la de San Sebastián. Misa propia.

Sabemos muy poca cosa de este pontífice. Pero figura en el Catálogo Liberiano y en el Liber Pontificalis, y nos hablan de él San Cipriano de África, San Jerónimo y el historiador Eusebio de Cesarea. Este último refiere que en una ocasión en que Fabián regresaba del campo con algunos amigos, la multitud de los cristianos se hallaba congregada para la elección de nuevo Papa. Nadie pensaba en él, cuando una paloma vino a posarse sobre su cabeza. Lo muchedumbre, conmovida por el hermoso espectáculo, empezó a gritar y repetir: «¡Fabián, pontífice!». Y él no tuvo más remedio que acceder.

El Liber Pontificalis lo hace natural de Roma, aunque alguna leyenda le atribuye procedencia extranjera. Es también legendaria la atribución que se le adjudica de tres cartas de la colección llamada del Seudo-Isidoro y del decreto 21 del Código de Graciano.

De su pontificado, pueden reseñarse varias cosas hermosas y notables. Menciónanse algunos edificios mandados erigir por él encima de los cementerios o catacumbas, aprovechando, por cierto, un período de tranquilidad que gozó la Iglesia después de la persecución de Maximino Tracio.

Distribuyó los distritos urbanos a los siete diáconos, para que fuese mejor atendida la beneficencia y estuviesen bien administrados los fondos de la Iglesia. Medida que estuvo en vigor durante muchos siglos y que señala los comienzos de las regiones eclesiásticas y de la administración religiosa.

Instituyó también siete subdiáconos, para que recogiesen y archivasen las actas y gestas de los mártires, redactadas asimismo por siete notarios. En toda esa organización podemos ver un esquema oficial del clero, necesario para el ordenado ejercicio del culto y de la caridad cristiana.

Fue el suyo un tiempo de controversias teológicas, especialmente en Roma. Uno de los efectos que las ocasionaron fue el cisma llamado de Novaciano, que estalló en el pontificado siguiente (el de San Cornelio), pero se había incubado durante el del Papa Fabián, gracias tal vez a la bondad y dulzura del Pontífice.

En efecto, Novaciano, de Roma, y Novato, de Cartago, íntimos amigos, defendieron un error de tipo puritanista, enfrentándose con el criterio del Papa Cornelio. Sus numerosos adeptos eligieron Papa a Novaciano.

Duró el cisma poco tiempo. Consistía el error en acusar de indulgente al Papa con respecto a los lapsos, es decir, a los caídos en apostasía u otro pecado enorme, y en propugnar que la Iglesia no había de estar integrada más que por personas puras (cátaros), no debiendo ni pudiendo ser readmitidos en su seno los que pecaban después del Bautismo, pues el poder de perdonar no pertenecía más que a Dios.

Ahora bien: la rebelión de Novaciano no obedecía a una razón doctrinal, sino a una razón moral y síquica. Novaciano era un escritor brillante, que en tiempo de San Fabián había dado a luz un tratado sobre la Trinidad —no de gran valor teológico, por cierto—, con el cual quiso refutar doctrinas heréticas gnósticas; pero, a pesar de su magnífico estilo y de su buena intención en este caso, se caracterizaba por su índole altanera.

El Papa Fabián, prendado de su ingenio, dejó que fuese ordenado presbítero, confiando en los buenos servicios que podía prestar a la Iglesia. No pensó que sus defectos pudieran hacer de él un antipapa. Así fue, sin embargo. Su espíritu soberbio y ambicioso le convirtieron en tal, cuando, en 251, en vez de su propia elección, vio que era elevado al solio pontificio San Cornelio.

Fuera del ámbito de Roma, intervino Fabián en la deposición del obispo africano Privato, y mantuvo correspondencia con Orígenes, el gran pensador y exegeta de Alejandría, que quería justificar algunos puntos controvertidos de su doctrina.

Atribúyesele asimismo el primer envío de misioneros a las Galias.

En el orden litúrgico-sacramental, fue Fabián el pontífice que mandó fuese quemado y renovado todos los años, en Jueves Santo, el santo crisma. Además, hizo cinco ordenaciones, todas en el mes de diciembre, en las cuales creó veintidós presbíteros, siete diáconos y once obispos para diversas diócesis.

La efigie de San Fabián aparece en los plafones pictóricos de la Capilla Sixtina, y la antigua cristiandad le tributó una veneración saturada de simpatía.

San Fabián


El protagonista del día es San Fabián, el decimonoveno sucesor de san Pedro, que murió el 20 de enero del año 250. Tras cinco años de calma para los cristianos, pues Gordiano III y Felipe el Árabe (244-249) se mostraron condescendientes y hasta favorables con la Iglesia, se desató la persecución de Decio en el año 250. San Fabián fue uno de los primeros mártires de esta persecución, que se propuso exterminar a los cristianos y destruir la Iglesia por completo.
San Fabián era un laico, que tuvo que ser ordenado antes de comenzar el gobierno supremo de la Iglesia. Cuenta una leyenda, recogida por Eusebio, que cuando la asamblea deliberaba para ver quién debía ser el sucesor del Papa anterior, San Antero, una paloma se posó sobre la cabeza de Fabián, que inmediatamente fue aclamado.
La leyenda indica a las claras la decisiva intervención del Espíritu Santo en la elección de los Romanos Pontífices, por más que a primera vista parezca que son las asambleas de los fieles o los cónclaves de los cardenales quienes los designan.
San Fabián, papa mártir
fecha: 20 de enero
†: 250 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos», Alban Butler
San Fabián, papa y mártir, que, siendo simple laico, fue llamado al pontificado por indicación divina y, después de dar ejemplo de fe y virtud, sufrió el martirio en la persecución bajo el emperador Decio. San Cipriano, al hacer el elogio de su combate, afirma que dejó el testimonio de haber regido la Iglesia de modo irreprochable e ilustre. Su cuerpo fue sepultado en este día en el cementerio de Calixto, en la vía Apia de Roma.
patronazgo: patrono de alfareros y hojalateros.
refieren a este santo: San Cornelio, San Moisés
oración:
Dios todopoderoso, glorificador de tus sacerdotes, concédenos, por intercesión de san Fabián, papa y mártir, progresar cada día en la comunión de su misma fe y en el deseo de servirte cada vez con mayor generosidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

San Fabián sucedió en el pontificado a San Antero, hacia el año 236. Eusebio relata que con una asamblea del clero y el pueblo para elegir al nuevo papa, una paloma vino volando a posarse sobre la cabeza de san Fabián. Esta señal le ganó los votos del clero y el pueblo, aunque hasta entonces no se había pensado en él, ya que era laico y poco conocido. San Fabián gobernó la Iglesia durante catorce años, hizo trasladar de Cerdeña a Roma el cuerpo de san Ponciano, papa y mártir, y condenó a Privato, autor de una nueva herejía en Africa.

San Fabiano murió martirizado en la persecución de Decio, el año 250, según atestiguan san Cipriano y san Jerónimo. San Cipriano, en una carta a san Cornelio, sucesor de san Fabián, le llama «hombre incomparable», y dice que la gloria de su muerte correspondió a la pureza y santidad de su vida. Todavía se conserva la placa que cubría la sepultura de san Fabián en el cementerio de San Calixto; sus cuatro fragmentos llevan claramente trazada en caracteres griegos la inscripción: «Fabián, Obispo, Mártir».

Ver Duchesne, Liber Pontificalis, vol. I, pp. 148-149; San Cipriano, Epístola IX; H. Leclercq, en Dictionnaire d'Archéologie chrétienne et de Liturgie, vol. v, cc. 1057-1064; Nuovo Bullettino di arch. crist. (1916), pp. 207- 221; Wilpert, La cripta dei Papi (1910), p. 18. El cuerpo de san Fabián fue posteriormente trasladado a la iglesia de San Sebastián: ver Grossi-Gondi, S. Fabiano, papa e martire (1916), y Chéramy, Saint Sebastien hors les murs (1925).
fuente: «Vidas de los santos», Alban Butler
 
 
 
 
 
20 de enero
SAN FABIÁN,*
Papa Y Mártir

(250 P.C.)
SAN FABIÁN y SAN SEBASTIÁN
.
   San Fabián sucedió en el pontificado a San Antero, hacia el año 236. Eusebio relata que con una asamblea del clero y el pueblo para elegir al nuevo Papa, una paloma vino volando a posarse sobre la cabeza de San Fabián. Esta señal le ganó los votos del clero y del pueblo, aunque hasta entonces no se había pensado en él, ya que era laico y poco conocido. San Fabián gobernó la Iglesia durante catorce años, hizo trasladar de Cerdeña a Roma el cuerpo de San Ponciano, Papa y mártir, y condenó a Privato,autor de una nueva herejía en África. San Fabiano murió martirizado en la persecución de Decio, el año 250, según atestiguan San Cipriano y San Jerónimo. San Cipriano, en una carta a San Cornelio, sucesor de San Fabián, le llama hombre incomparable, y dice que la gloria de su muerte correspondió a la purezay santidad de su vida. Todavía se conserva la placa que cubría su sepultura en el cementerio de San Calixto; sus cuatro fragmentos llevan claramente trazada en caracteres griegos la inscripción: "Fabián, Obispo, Mártir.
  • * Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I.

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