martes, 22 de enero de 2013

Vicente Pallotti, Santo


Presbítero y Fundador, 22 de enero
 
Vicente Pallotti, Santo
Vicente Pallotti, Santo

Presbítero y Fundador

Martirologio Romano: En Roma, san Vicente Pallotti, presbítero, fundador de la Sociedad del Apostolado Católico, que con sus escritos y actividades fomentó la vocación de todos los bautizados en Cristo para trabajar a favor de la Iglesia (1850).

Fecha de canonización: 20 de enero de 1963 por el Papa Pío XII.

San Vicente Pallotti nació en Roma, el 21 de abril de 1795, en la “Vía del Pellegrino, 130”, sus padres se llamaban Pedro Pablo Pallotti y María Magdalena, su padre nacido en “San Giorgio di Coscio” y su madre de “Roma”, él no pertenecía a una familia noble pero si de clase acomodada, para lo que es hoy clase media alta, sus padres tuvieron 10 hijos, el cual Vicente era el tercero, entre todos fue el que más se distinguió, el cual varios murieron y de los otros poco o nada se sabe, sus padres fueron unos grandes educadores en la fe cristiana, don Pedro Pablo acostumbraba ir diariamente a misa y llevar a sus hijos, María Magdalena le gustaba mucho fomentar la oración, la pureza y sencillez. Pedro Pablo era un sencillo y humilde comerciante y María Magdalena era ama de casa, el cual tuvo más tiempo en la formación de sus hijos. Esta fe, infundida por sus padres le ayudó mucho a Vicente, el cual había nacido en el tiempo de la revolución Francesa, por tanto él pretendía acabar con la iglesia y colocar a todos contra ella, el cual tomo una confianza en sus padres y en Dios, lo cual ayudaría más adelante en la misión que Dios tenia para él.

San Vicente cuando era niño, era considerado ejemplar, callado, calmado, no tenia dudas hábiles físicamente hablando, enfermizo, propenso en las reflexiones, el cual lo que inclinaba a la vida espiritual para que pudiera llegar al sacerdocio, en las actividades de diversión, encontramos las estampas de santos, un pequeno altar y acompanar a sus padres a la iglesia o en las oraciones. Luego en su infancia comenzó a estudiar el cual se destacaba mucho por su comportamiento y por tanto recibía varias veces, repetidos premios, cuando comenzaron sus estudios superiores, mantenían en problemas con latin, por consiguiente mejoró, gracias a una novena que hizo el Espíritu Santo, el cual le ayudó por toda la vida, como se iba desenvolviendo a los largo de su trabajo.

Hizo su primera comunión y confirmación a sus 7 anos y consiguió un permiso para comulgar varias veces por semana, ayudaba como acólito en la iglesia de San Felipe Neri, en el altar del mismo santo. Tuvo un desprendimiento material increíble , el valor que tenía el dinero para Vicente era dar gloria a Dios y colaborarle a los pobres, al igual que otras cosas materiales, Ejemplo: Donaciones de sus cosas. Por lo tanto ganó una neumonía el cual llevó a la muerte, por consiguiente sabemos que dentro de la historia de San Vicente, en su niñez ya se desarrollaba su vocación del sacerdocio, el cual no se puede negar y olvidar porque es una gracia exclusiva por Dios, Vicente no se negó a su llamado, el cual tuvo un gran apoyo familiar, tenía una tía que era monja Clarisa el cual le tocó vivir un tiempo con ellos, porque los franceses le destruyeron el convento donde se estaban hospedando, ella motivaba mucho a su sobrino con San Francisco de Asis, para mostrárselo como modelo y querer entrar en uno de los ramos de la orden franciscana, la de los capuchinos, sin embargo, no tuvo mucha suerte porque el director espiritual: El P. Bernardino Fazzini (que hasta su muerte - en 1837 - guiaba a San Vicente Pollotti), los miembros de la orden franciscana capuchina, el médico de la familia, por tanto no era recomendado para San Vicente, por su constitución tan débil de su cuerpo, para llevar a cabo su vocación.

A sus 17 años, Pallotti, lo admitieron al Clero Diocesano, el cual fue más estricto en su horarios, actividades, por tanto fue ayudado para solo sus estudios, y en parte espiritual San Vicente Pallotti, siempre permanecía consciente en lo que estaba siempre haciendo, pero casi no le gustaba perder el tiempo. Para Pallotti, el tiempo del seminario no fue fácil, por cuestión de la Revolución Francesa, el cual tuvo y realizó muchos daños a la Madre Iglesia, y a lo que la relacionaba. En el caso de los seminarios fueron cerrados, y los estudios se hacían en las casas, por eso es que San Vicente Pallotti vivía con sus padres en el tiempo de estudios, por tanto las contrariedades, las autoridades no dejaban de promover la preparación para los jóvenes, por tanto estaban bajo el cuidado del Párroco, habían también otros grupos para suplir la vida comunitaria.

Pallotti en el transcurrir de su vida (principalmente antes de ser ordenado), escribía su diario espiritual, lleno de luz y de una estrecha relación con Dios, por tanto el acto de la misericordia más grande es el amor a Dios, y deja ver los trazos con el amor al Padre y con las demás personas, tenía a Dios como todo en su vida y vale la pena escribir uno de sus pensamientos:
“ !Dios mío!”
No el entendimiento, sino Dios
No la voluntad, sino Dios.
No el alma, sino Dios
No la vista, sino Dios.
No el odio, sino Dios
No el olfato, sino Dios.
No el gusto y el habla, sino Dios
No el tacto, sino Dios.
No el corazón, sino Dios.
No el cuerpo, sino Dios.
No el aire, sino Dios.
No el alimento y la bebida, sino Dios.
No el vestido, sino Dios.
No los bienes materiales, sino Dios
No las riquezas, sino Dios,
No los honores, sino Dios
No las distinciones humanas, sino Dios
No las dignidades, sino Dios.
No las promociones, sino Dios
!Dios en todo y siempre!


Vicente Pallotti, sacerdote

Vicente Pallotti fue ordenado en Roma en la basílica de san Juan de Letran, el 16 de mayo de 1818, y fue minucioso en la parte espiritual, lo primero la obediencia, la confianza y la importancia de su director espiritual y antes de recibir los ministerios y profeso 4 votos: pobreza, castidad, obediencia, y defender públicamente la doctrina de la inmaculada concepción, por el cual la iglesia no había sido proclamada Dogma de fe en la iglesia. Dos meses después de su ordenación presbiteral, al presentar sus exámenes finales en la universidad, recibe los títulos en Doctor de Filosofía y teología, el cual san Vicente Pallotti fue llamado para dictar clases como repetidor en el área dogmático, el cual duró 10 años, se dio cuenta que no era lo que Dios le tenía preparado, pero pudo aprender mucho y encaminar por su carisma a sus alumnos, llegó a dar dirección espiritual a varios grupos y a mucha gente, que era simplemente laicos hasta papas (GREGORIO XVI Y PIO ), en 1825 fue nombrado Director espiritual en el Seminario Romano, en 1833 aumenta su dirección espiritual con los alumnos del Colegio de propaganda, colegio destinado a los futuros misioneros y sacerdotes de varios países de misión.

Pallotti acostumbraba a orar y escribir, algunas veces se le notaba que se encontraba agotado y todo esto lo hacía por el bien de las almas y dar más gloria a Dios, es un simple sacerdote. Fue uno de los sacerdotes más buscados en Roma, para las confecciones, siempre veían filas para ser atendidos por él, le permitieron desarrollar dones extraordinarios como: Conocer pensamientos, algo común de las personas en común y en confesión. Para esto debemos tener conocimientos de otras situaciones que sucedan como lo fue la elección del Papa GREGORIO XVI.

San Vicente Pallotti, era un gran colaborador en las misiones y los otros sacerdotes pedía ayuda, pedían láminas, oraciones, ornamentos, dinero para la construcción y arreglo de los templos, de éstos pedidos fue definiéndose la obra de su vida: La Unión del Apostolado Católico (comunidad de sacerdotes y hermanos), obra que tuvo que luchar mucho. Pallotti sabía cuando podía manifestar su opinión y defender la voluntad de Dios, como él ciertamente tenía la capacidad de saber, en 1835 recibió la parroquia del Espíritu Santo de los Napolitanos, el cual ayudó para las reuniones del grupo Obra en formación.

El cólera

En 1837, Roma fue azotado por el cólera, Pallotti reaccionó intensificado la asistencia espiritual y la predicación, fue ayudado por otros sacerdotes en esta misión.

Ayudó brindando alimentos a víctimas del cólera, repartiendo unas boletas para reclamar alimentos, en 1838 inauguró la Pia Casa sw caridad, que consiste en un albergue para ninas huérfanas o que están bajo peligro de ser explotadas por el mundo, esta obra surgió un poco después en la rama femenina de la comunidad, que sería conocidas como Palotinas.

Sus actividades ya han sido mencionadas y tuvo la colaboración de otras personas como: Jacó Salvati, un pequeno comerciante y el cual pallotti curó a su hijas y así se volvió un grande colaborador y companero, el Padre Rafael Melia, conocido con el colegio de las misiones el cual quedó maravillado con Pallotti, porque decidió seguirlo como su maestro y permaneció fiel con él, y su obra hasta su muerte, en 1876, estos 2 son grandes colaboradores de su fundación, salvati de lo que hoy llamamos “Sociedad del Apostolado Católico”, otra relación fue con ELISABETTA SANNA, era una mujer deficiente en Roma que llegó de paso y que tuvo que vivir allí hasta el día de su muerte, se encontró a Pallotti por la divina misericordia de la divina providencia y terminó siendo su director espiritual, una mujer poca instruida y hablaba en unos de los reinos que se dividía Italia y sin embargo no les permitía impedir lo que decía el uno del otro.

Tenía una vida espiritual inmensa, porque fue muy bien dirigida por Pallotti, fue parte de la obra y estuvo muy cerca de ella, murió VII anos después de Pallotti y es considerada venerable en la iglesia, gracias a virtudes y esperar que sea canonizada y tener a alguien intercediendo por nosotros y por su obra Palotina.

Este joven sacerdote fue conocido por muchas personas, para colaborar en seminarios, colegios, conventos, cuartel del ejército pontificio, para retiros, misiones, trabajos sociales como escuelas nocturnas, para instruir a jóvenes en la religión sino también en los oficios profesionales, la obra en el cuartel fue seguida por varios anos, en el hospital militar “Centro Preti”, hasta después de su muerte cuando la santa sede lo reclamó.

La iglesia vivió un tiempo en revolución y un último ano de vida estalló un fuertemente, hasta el punto de perseguir el Clero y matar a miembros de éste, Pallotti fue librado de haber sido asesinado, a pesar que le dispararon y tuvo que ser escondido en unos de los colegios en Roma (Colegio Irlandes), donde incluso entró el ejército para coger personas que se estuvieran escondiendo, por eso para Pallotti es un milagro que no lo cogieron y lo mataron.

Últimos trabajos

Uno de los últimos trabajos de Pallotti con la comunidad fue la dirección de la octava de la EPIFANIA, los Palotinos celebraron solemnemente esta fiesta en el ano 1839, hasta el concilio Vaticano II, era algo que se ponía arto empeño, para presentar no solamente al pueblo Romano, sino también al extranjero, sino que se celebraba de acuerdo al rito latino y a ritos orientales, Pallotti quería que todos escucharan el llamado de Dios y se convirtieran y ganaran su salvación.

Al ingresar a su casa Pallotti regaló su abrigo a un mendigo y ganó una neumonía (estaba muy frío y peor todavía porque era un frío húmedo que lo llevo a enfermarse) y se complicó hasta su desenlace final hasta sus últimos días de vida, sin expresar queja alguna a pesar de tratamientos. Pedían en la comunidad para que Pallotti fuera curado, pero el lo dejaba en las manos de Dios, Vaccari, uno de los miembros que pretendía retirarse, fue motivado por Pallotti para seguir la obra ya que sería vencida y desarrollada, Vaccari fue el primer sucesor de San Vicente Pallotti como Rector de la comunidad y fue fielmente hasta su muerte, Pallotti oraba continuamente y el 22 de enero de 1850 al anochecer fue la muerte suya, fue difundida rápidamente, como todo gran santo fue honrado en su pueblo en la velación.

A San Vicente se le atribuyeron grandes intervenciones y situaciones milagrosas, después fueron registrados cuatro milagros para ser canonizado, el de un niño que cayó de un tercer piso, y se fracturó el cráneo y que por su cirugía quedó curado, la cura de una mujer que estaba paralítica y la sanción de un campesino, que su enfermedad lo llevaba a la muerte y la intervención del padre ADALBERTO TUROWSKI, Rector General de la Sociedad (1947-1953) en 1950 fue dirigido a una operación quirúrgica el cual no tuvo una insuficiencia cardiaca, el cual los doctores no daban un buen diagnóstico, el cual se hizo una novena pidiendo la intercesión de Pallotti, unos días después estaba ya en casa- sano.

Canonización

Este proceso fue iniciado en 1852, en la diócesis de Roma, en 1887 fue llevado al tribunal de causa de santos, en 1906 fue abierta la tumba donde estaba este cuerpo incorrupto, en 1932, PIO XI certificó que Pallotti ejercitaba las virtudes cristianas en un grado heroico. En 1950, comprobado 2 milagros, fue declarado Beato por PIO XII, el 20 de enero de 1963 en la Basílica de San Pedro fue proclamado Santo de la iglesia, esta fecha tiene un significado enorme para los Palotinos, porque celebrada por el Beato Papa Juan XXIII (Papa del Concilio), se dio durante el concilio Vaticano II, el cual sus temas expresan y dan a entender lo mismo que San Vicente Pallotti promovía en su vida, reunir los cristianos y renovar, dinamizar el apostolado católico entre los laicos.


22 de enero
BEATO VICENTE PALLOTTI,
(*)

Fundador
(1850)
A
   Como lo declaró Pío XI, quien llamó a San Vicente Pallotti "prefundador" de la Acción Católica, éste se adelantó un siglo a su época en materia de ideas de apostolado. En un mundo que consideraba toda forma de apostolado activo como propia y exclusiva del clero, San Vicente concibió un triple programa: La participación de todos los católicos en el apostolado entre los paganos; la participación de todos los católicos en el trabajo de confirmación y profundiza ción de la fe entre los que ya la poseían; la participación de todos los católicos en las obras de misericordia, así espirituales como temporales. La contribu ción de San Vicente a la realización de este programa consistió, ante todo, en su propia vida. En segundo lugar, en la difusión de sus ideas y aspiraciones. Finalmente, en la fundación de una congregación de sacerdotes y hermanos legos que vivían en comunidad sin hacer votos, ayudados por un instituto femenino y por los clérigos y laicos afiliados a la fundación. San Vicente llamó a esta organización la "Sociedad del Apostolado Católico"(1).
   Vicente Pallotti había nacido en Roma, en 1795. Su padre era un tendero acomodado. La vocación de Vicente al sacerdocio se manifestó desde muy tem prana edad. Sus comienzos en la escuela fueron poco brillantes. Su maestro, el P. Ferrari, decía: "Vicente es un santo en miniatura, pero tiene una cabeza de burro". Sin embargo, el talento de Vicente se desarrolló con los años, y fue ordenado sacerdote, cuando sólo tenía veintitrés años. Poco después, obtuvo el diploma de doctor en teología, y fue nombrado profesor auxiliar en la Sapienza. La amistad de Vicente con San Gaspar del Búfalo no hizo sino aumen tar su celo apostólico, y el santo renunció pronto a la cátedra para consagrarse al trabajo pastoral activo.
   La fama de Vicente como confesor se extendió pronto. El santo desempeñó este oficio en algunos de los colegios de Roma, entre los que se contaban al Esco cés, el Irlandés yel Inglés, donde se hizo gran amigo del rector, Nicolás Wiseman. Pero no todos apreciaban igualmente al sacerdote. Cuando fue nombrado para ocupar un puesto en la iglesia napolitana de Roma, encontró una increíble oposición por parte del clero. Lo más sorprendente es que tal oposición se prolongó diez años, antes de que las autoridades competentes cayesen en la cuenta y pusiesen fin al escándalo. El más implacable de los enemigos de Vicente, el primer vicario de dicha iglesia, vivió lo suficiente para dar testimonio en su favor durante su proceso de beatificación. "El P. Pallotti no dio jamás el menor motivo que le mereciese el mal trato que recibió -declaró el vicario-; a mí me dio siempre las mayores muestras de respeto; se descubría la cabeza siempre que me hablaba, y en varias ocasiones intentó besarme la mano".
   San Vicente inauguró su trabajo por la conversión y la justicia social con un grupo de clérigos y laicos. Este fue él núcleo, a partir del cual, la Sociedad del Apostolado Católico tomó forma definitiva en 1835. El fundador escribía a un joven profesor: "Ud. no está hecho para el silencio y las austeridades de los trapenses y los ermitaños. Santifíquese en el mundo, en su vida social, en su trabajo, en su descanso, en sus deberes de profesor y en sus contactos con los publicanos y pecadores. La santidad consiste simplemente en hacer siempre y en todas partes la voluntad de Dios". San Vicente organizó escuelas para los zapa teros, los sastres, los empleados de transportes, los ebanistas y los vendedores de legumbres, a fin de completar su educación y desarrollar en ellos el orgullo por su trabajo. Igualmente, estableció cursos nocturnos para los trabajadores jóvenes, y un instituto para mejorar los métodos de los agricultores. Todo ello no le hizo perder de vista el aspecto más profundo de su misión. En 1836, inauguró la práctica de celebrar la misa de cada día de la octava de la Epifanía, según un rito diferente, para orar especialmente por la reunión de los orientales disiden tes con Roma. La práctica se estableció en 1847, en la iglesia de Sant' Andrea delle Valle, y desde entonces, ha continuado hasta nuestros días.
   Se ha dicho con razón que Roma tuvo un segundo San Felipe Neri en San Vicente Pallotti. ¡Cuántas veces volvió el santo a casa medio desnudo, después de haber regalado sus vestidos! ¡Cuántos pecadores fueron reconciliados por él! En cierta ocasión, el santo se disfrazó de mujer para ir a visitar a un enfermo que había prometido matar al primer sacerdote que se le acercase. Su fama de exorcista era muy grande. Poseía el don de leer en los corazones y de predecir el futuro, y curaba a los enfermos con la bendición o con unas palabras de aliento. Según dijo Pío XI, San Vicente Pallotti previó todo lo que se refiere a la Acción Católica, sin excluir el nombre. Y el cardenal Pellegrinetti añadió: "Hizo todo lo que pudo y aun mucho de lo que no podía.
   San Vicente murió a los cincuenta y cinco años de edad, el 22 de enero de 1850. Tal vez atrapó un resfriado que se convirtió en pleuresía, por haber regalado su abrigo antes de una larga sesión en un frío confesionario. Cuando le llevaron el viático, el santo tendió los brazos y murmuró: "Jesús, bendice a la congregación con una bendición de bondad, con una bendición de sabiduría..." Las fuerzas le faltaron para concluir: "... con una bendición de poder".  El Papa Pío XII autorizó su culto.   
  • * Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I.


San Vicente Pallotti, presbítero y fundador
fecha: 22 de enero
n.: 1795 - †: 1850 - país: Italia
canonización: B: Pío XII 22 ene 1950 - C: Juan XXIII 20 ene 1963
hagiografía: «Vidas de los santos», Alban Butler
En Roma, san Vicente Pallotti, presbítero, fundador de la Sociedad del Apostolado Católico, que con sus escritos y actividades fomentó la vocación de todos los bautizados en Cristo para trabajar a favor de la Iglesia.

Como lo declaró Pío XI, quien llamó a san Vicente Pallotti «prefundador» de la Acción Católica, éste se adelantó un siglo a su época en materia de ideas de apostolado. En un mundo que consideraba toda forma de apostolado activo como propia y exclusiva del clero, san Vicente concibió un triple programa: La participación de todos los católicos en el apostolado entre los paganos; la participación de todos los católicos en el trabajo de confirmación y profundización de la fe entre los que ya la poseían; la participación de todos los católicos en las obras de misericordia, así espirituales como temporales. La contribución de san Vicente a la realización de este programa consistió, ante todo, en su propia vida. En segundo lugar, en la difusión de sus ideas y aspiraciones. Finalmente, en la fundación de una congregación de sacerdotes y hermanos legos que vivían en comunidad sin hacer votos, ayudados por un instituto femenino y por los clérigos y laicos afiliados a la fundación. San Vicente llamó a esta organización la «Sociedad del Apostolado Católico» (con posterioridad la Santa Sede le cambió el nombre a «Piadosa Sociedad de Misiones», pero en 1947 se recobró el nombre original. De todos modos popularmente se los llama «Palotinos»).
Vicente Pallotti había nacido en Roma, en 1795. Su padre era un tendero acomodado. La vocación de Vicente al sacerdocio se manifestó desde muy temprana edad. Sus comienzos en la escuela fueron poco brillantes. Su maestro, el padre Ferrari, decía: «Vicente es un santo en miniatura, pero tiene una cabeza de burro». Sin embargo, el talento de Vicente se desarrolló con el tiempo, y fue ordenado sacerdote, cuando sólo tenía veintitrés años. Poco después, obtuvo el diploma de doctor en teología, y fue nombrado profesor auxiliar en la Sapienza. La amistad de Vicente con san Gaspar del Búfalo no hizo sino aumentar su celo apostólico, y el santo renunció pronto a la cátedra para consagrarse al trabajo pastoral activo.
La fama de Vicente como confesor se extendió pronto. El santo desempeñó este oficio en algunos de los colegios de Roma, entre los que se contaban al Escocés, el Irlandés y el Inglés, donde se hizo gran amigo del rector, Nicolás Wiseman. Pero no todos apreciaban igualmente al sacerdote. Cuando fue nombrado para ocupar un puesto en la iglesia napolitana de Roma, encontró una increíble oposición por parte del clero. Lo más sorprendente es que tal oposición se prolongó diez años, antes de que las autoridades competentes cayesen en la cuenta y pusiesen fin al escándalo. El más implacable de los enemigos de Vicente, el primer vicario de dicha iglesia, vivió lo suficiente para dar testimonio en su favor durante su proceso de beatificación. «El P. Pallotti no dio jamás el menor motivo que le mereciese el mal trato que recibió -declaró el vicario-; a mí me dio siempre las mayores muestras de respeto; se descubría la cabeza siempre que me hablaba, y en varias ocasiones intentó besarme la mano».
San Vicente inauguró su trabajo por la conversión y la justicia social con un grupo de clérigos y laicos. Este fue él núcleo, a partir del cual, la Sociedad del Apostolado Católico tomó forma definitiva en 1835. El fundador escribía a un joven profesor: «Ud. no está hecho para el silencio y las austeridades de los trapenses y los ermitaños. Santifíquese en el mundo, en su vida social, en su trabajo, en su descanso, en sus deberes de profesor y en sus contactos con los publicanos y pecadores. La santidad consiste simplemente en hacer siempre y en todas partes la voluntad de Dios». San Vicente organizó escuelas para los zapateros, los sastres, los empleados de transportes, los ebanistas y los vendedores de legumbres, a fin de completar su educación y desarrollar en ellos el orgullo por su trabajo. Igualmente, estableció cursos nocturnos para los trabajadores jóvenes, y un instituto para mejorar los métodos de los agricultores. Todo ello no le hizo perder de vista el aspecto más profundo de su misión. En 1836, inauguró la práctica de celebrar la misa de cada día de la octava de la Epifanía, según un rito diferente, para orar especialmente por la reunión de los orientales disidentes con Roma. La práctica se estableció en 1847, en la iglesia de Sant' Andrea delle Valle, y desde entonces, ha continuado hasta nuestros días.
Se ha dicho con razón que Roma tuvo un segundo san Felipe Neri en san Vicente Pallotti. ¡Cuántas veces volvió el santo a casa medio desnudo, después de haber regalado sus vestidos! ¡Cuántos pecadores fueron reconciliados por él! En cierta ocasión, el santo se disfrazó de mujer para ir a visitar a un enfermo que había prometido matar al primer sacerdote que se le acercase. Su fama de exorcista era muy grande. Poseía el don de leer en los corazones y de predecir el futuro, y curaba a los enfermos con la bendición o con unas palabras de aliento. Según dijo Pío XI, san Vicente Pallotti previó todo lo que se refiere a la Acción Católica, sin excluir el nombre. Y el cardenal Pellegrinetti añadió: «Hizo todo lo que pudo y aun mucho de lo que no podía».
San Vicente murió a los cincuenta y cinco años de edad, el 22 de enero de 1850. Tal vez atrapó un resfriado que se convirtió en pleuresía, por haber regalado su abrigo antes de una larga sesión en un frío confesionario. Cuando le llevaron el viático, el santo tendió los brazos y murmuró: «Jesús, bendice a la congregación con una bendición de bondad, con una bendición de sabiduría...» Las fuerzas le faltaron para concluir: «... con una bendición de poder». El Papa Pío XII lo beatificó en 1950 y Juan XXIII lo canonizó en 1963, durante el Concilio Vaticano II [puede leerse aquí, en italiano, la hermosa homilía de SS Juan XXIII en la solemne misa de canonización].
fuente: «Vidas de los santos», Alban Butler

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