jueves, 25 de abril de 2013

Los médicos del Vaticano aprueban el milagro que hará a Wojtyla santo


La comisión médica ha reconocido que la curación es inexplicable. Si llega el visto bueno de los teólogos, Juan Pablo será santo tan solo ocho años después de su muerte

 


«¡Santo subito!»: la canonización del Papa Wojtyla se está acercando a pasos agigantados y podría celebrarse ya el próximo mes de octubre. Durante los pasados días, la Comisión Médica de la Congregación para las Causas de los Santos de hecho ha reconocido que es inexplicable una curación atribuida al beato Juan Pablo II. Un presunto «milagro» que si es aprobado también por los teólogos y los cardenales, como es muy probable, hará que el Pontífice polaco desaparecido en el 2005 obtenga la aureola de santo en un tiempo récord, apenas ocho años después de su muerte.

Todo ha tenido lugar con un gran secreto, con la máxima discreción. En enero, el postulador de la causa, monseñor Slawomir Oder, presentó a la Congregación vaticana para los santos para un dictamen preliminar una presunta curación milagrosa. Como es sabido, tras la aprobación de un milagro para la proclamación como beato, el procedimiento canónico prevé el reconocimiento del segundo milagro.

Dos médicos de la comisión vaticana han examinado previamente este nuevo caso, dando ambos su dictamen favorable. El dossier con los historiales clínicos y los testimonios, consecuentemente ha sido presentado oficialmente al dicasterio que lo ha incluido enseguida en agenda para su examen. Los pasados días ha sido discutido por una comisión de siete médicos, presidida por el doctor Patrizio Polisca, cardiólogo de Juan Pablo II, médico personal de Benedicto XVI y ahora del Papa Francisco. También la comisión médica ha dado su dictamen favorable, el primer vía libre oficial por parte del Vaticano, y ha definido por lo tanto como inexplicable la curación atribuida a la intercesión del beato Karol Wojtyla.

Se trata de la superación del primer obstáculo fundamental, dado que el presunto milagro tendrá que ser ahora aprobado por los teólogos y luego por los cardenales y obispos de la congregación, antes de ser sometido al Papa para el «sí» definitivo. Pero de todos modos, el de la comisión es el trámite que se considera más importante: ni los teólogos ni los cardenales entran de hecho en las valoraciones clínicas concernientes al caso.

Es evidente, por los pasos que ya han sido dados, la voluntad de la Congregación para las causas de los santos de proceder de manera veloz, como ya sucedió con la beatificación de Juan Pablo II, celebrada por su sucesor Benedicto XVI el 1 de mayo de 2011. Este carril preferente que sigue estando abierto para Wojtyla indica que también el Papa Francisco está a favor de la canonización del Pontífice polaco.

Todavía es prematuro hablar de fechas para la canonización, pero la rapidez con la cual está teniendo lugar el proceso del milagro deja todavía abierta la posibilidad de que se celebre el domingo 20 de octubre, aprovechando la fiesta litúrgica asignada al beato Wojtyla, fijada el 22 de octubre.

La canonización convertirá a Juan Pablo II en el segundo Papa proclamado santo en el último siglo, tras pío X. Otros dos Papas beatificados pero no declarados santos son Pío IX y Juan XXIII. Otro Pontífice que está viendo llegar su beatificación es Pablo VI: tras la conclusión del proceso ya ha sido presentado a la Congregación para las causas de los santos un milagro atribuido a su intercesión. Todavía se espera la indicación de un milagro para la causa de Pío XII. Mientras se encuentra en fase avanzada el proceso de Papa Luciani. La historia del papado del Siglo XX, como se ve, está atestada de aureolas.

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