miércoles, 29 de mayo de 2013

Sisinio, Martorio y Alejandro, Santos


Mártires, Mayo 29
 
Sisinio, Martorio y Alejandro, Santos
Sisinio, Martorio y Alejandro, Santos

Mártires

Mártires muertos en Medol (Tirol) el 29 de mayo del 397.

Aunque el cristianismo estaba a punto de convertirse en religión de Estado, los cristianos todavía eran perseguidos en unos lugares del Imperio. Algunos funcionarios cerraban los ojos, e incluso llegaban a ser cómplices. Así murieron Sisinio, Martorio y Alejandro, misioneros que Vigilio, obispo de Trento, había enviado a divulgar el Evangelio en esa diócesis.

Sisinio era un diácono originario de Capadocia, Martorio y su hermano Alejandro no habían recibido más que órdenes menores: de lector y de portero.

Al llegar, los notables del lugar los sometieron a mil vejaciones, bajo la mirada indiferente de las autoridades. El enojo de estos paganos se aumentó cuando les vieron construir una iglesia y realizar conversiones. Y se desencadenó el día en que Sisinio fue a retirar con sus manos a un neófito al que querían sacrificar a los dioses.

Se lanzaron sobre la iglesia para saquearla y le rompieron el cráneo a Sisinio con el cuerno que servía para llamar a la oración. Ataron a Martorio a un árbol del jardín y le atravesaron el pecho y el vientre con palos puntiagudos. A su compañero Alejandro, lo pasearon por el pueblo con un cencerro colgado al cuello y después lo tiraron vivo a una hoguera en la que ya ardían los cuerpos de sus compañeros.

Santos Sisinio, Martirio y Alejandro, mártires
fecha: 29 de mayo
†: 397 - país: Italia
otras formas del nombre: Sisinno
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Val de Non, en el territorio de Trento, santos mártires Sisinio, diácono, Martirio, lector, y Alejandro, ostiario, capadocios de origen, que tras fundar una iglesia en aquella región e introducir el uso de los cantos de alabanza al Señor, fueron asesinados por algunos paganos que estaban ofreciendo sacrificios lustrales.
refieren a este santo: San Vigilio de Trento

Entre los numerosos extranjeros que vivían en Milán durante el reinado de Teodosio el Grande, se contaban tres capadocios: Sisinio y los hermanos Martirio y Alejandro. San Ambrosio les profesaba tal estima, que los recomendó a san Vigilio, obispo de Trento, quien tenía gran necesidad de misioneros. Sisinio recibió el diaconado y Martirio el lectorado. San Vigilio confió a los tres misioneros la evangelización de los Alpes tiroleses, donde el cristianismo había hecho muy pocos progresos. El campo de sus labores fue el valle de Anaunia (Val di Non), donde, a pesar de la oposición y los malos tratos de que fueron objeto, ganaron numerosas almas. Sisinio construyó una iglesia en el pueblecito de Methon o Medol y en ella completó la instrucción de los neófitos. Los paganos, furiosos al ver el éxito de los misioneros, resolvieron obligar a los cristianos recientemente bautizados a participar en una de sus celebraciones. Sisinio y sus compañeros se opusieron a ello; los paganos los atacaron en la iglesia y los golpearon tan ferozmente, que Sisinio murió a las pocas horas. Martirio consiguió esconderse en un huerto, pero los paganos le descubrieron al día siguiente y le arrastraron sobre las piedras hasta que murió. También Alejandro cayó en manos de los paganos, quienes intentaron hacerle abjurar de la fe, mientras quemaban los cuerpos de sus compañeros. Como todos sus esfuerzos resultasen inútiles, le arrojaron en la misma hoguera. Los fieles recogieron las cenizas de los mártires y las llevaron a Trento. San Vigilio erigió más tarde una iglesia en el sitio en que los mártires habían perecido.

En Acta Sanctorum, mayo, vol. VII, pueden verse las actas de Sisinio. Se trata de un documento de muy reducido valor histórico; pero el hecho del martirio de estos santos está fuera de duda, pues se conservan las cartas de san Vigilio al obispo de Milán y a san Juan Crisóstomo. También san Agustín y san Máximo de Turín hablan de estos mártires. N.ETF: aunque no lo menciona el Butler, el elogio del Martiorologio dice que Alejandro era ostiario, es decir, portero de la iglesia, oficio que durante siglos (hasta 1972) fue una de las órdenes menores.
Imagen: relicario con las cenizas de Sisino y compañeros.

fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
 

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