viernes, 16 de agosto de 2013

Beatriz de Silva y Meneses, Santa


Fundadora,17 de agosto
 
Beatriz de Silva y Meneses, Santa
Beatriz de Silva y Meneses, Santa

Fundadora de la Orden
de la Concepción de la Bienaventurada Virgen María

Martirologio Romano: En Toledo, en España, santa Beatriz da Silva Meneses, virgen, que fue dama noble de corte de la reina Isabel, pero, después, prefiriendo una vida de mayor perfección, se retiró a las religiosas de la Orden de Santo Domingo durante muchos años y fundó, finalmente, una nueva Orden con el título de Orden de la Concepción de la Bienaventurada Virgen María (1490).
El padre de Beatriz había luchado con las fuerzas portuguesas en la conquista de Ceuta en el año 1415, a las órdenes del capitán Pedro Meneses, conde de Viana y descendiente de los reyes de Castilla. De esa conquista parte el origen de amistad, conocimiento y posterior unión de las familias Silva y Meneses por el matrimonio entre don Rui Gomes de Silva y doña Isabel Meneses. Tuvieron once hijos y dos de ellos están en los altares; Amadeo, el quinto de los hermanos, que tomó el hábito franciscano, fundó la Orden llamada de los "amadeístas" y se dedicó a implantar la reforma en la Iglesia y Beatriz que fue canonizada por el Papa Pablo VI el día 3 de
Beatriz de Silva y Meneses, Santa
Beatriz de Silva y Meneses, Santa
octubre del año 1976.

Se desconoce con certeza el lugar y fecha del nacimiento de Beatriz. En cuanto al lugar algunos entendidos se pronuncian por Ceuta y otros se inclinan por Campomayor; y en lo que se refiere a la fecha se duda entre el 1424 o 1426. Sí se sabe que por los favores prestados en las guerras del norte de Africa, el rey Juan I ofreció la Alcaldía de Campomayor a don Rui Gomez de Silva, ciudad fronteriza con España, en el distrito de Portalegre y perteneciente a la diócesis de Evora, allá en el Alentejo. Fue en la casa solariega de la familia donde tanto Beatriz como sus hermanos recibieron una esmerada educación y aprendieron el amor a Dios, a Jesucristo y a su Madre santa María. Consta como avecindada en Campomayor los años 1434 al 1447.

Cuando el rey Juan II de Castilla contrajo matrimonio con Isabel de Portugal, se traslada la reina portuguesa al lado de su marido y es en Tordesillas (Valladolid) donde está la Corte. Lleva con ella a damas portuguesas que la acompañan y entre las cuales se encuentra Beatriz. Parece que su belleza fascinó al Rey y a cuantos jóvenes la llegaron a conocer; y que eso fue la causa de que pronto llegaran los celos de la Reina. Se cuenta que mandó encerrar a Beatriz en un baúl y que de este cautiverio fue milagrosamente salvada por la Virgen al tercer día de encierro.

Llega al convento de Santo Domingo el Real, en Toledo. Allí moró durante treinta años en calidad de seglar dedicada al silencio y a la oración, al sacrificio y al desprecio del mundo. Llega a contar la historia anónima del siglo XVI que jamás nadie, ni hombre ni mujer, vió su rostro por mantenerlo siempre cubierto con un velo, muy posiblemente por haber sido su belleza el motivo de locuras ajenas. Dedicó todos sus bienes al culto a Dios y a obras de caridad, repartiéndolos entre los pobres. Intenta interesar a la Reina Isabel la Católica en sus proyectos de fundar y consigue de ella la donación de las casas de los palacios reales de Galiana, junto a la muralla norte de Toledo y su capilla. Y contando con la decisión de doce compañeras funda la Orden de la Inmaculada Concepción, que el Papa Inocencio VIII aprueba con la Bula "Inter Universa" el 30 de abril de 1489. Poco tiempo de vida pudo dirigir la nueva orden inmaculista por morir, avisada unos días antes por la Virgen, en la misma fecha en que estaba prevista la ceremonia de toma de velos y fundación.

El franciscano P. Fray Juan de Tolosa evitó la extinción de la recién nacida Orden impidiendo que se fusionaran en Toledo las concepcionistas con las dominicas.

Luego, el también franciscano Cardenal Cisneros volvió a avivar la Orden y facilitó la fundación de nuevos conventos.

Su obra se extendió por Europa y América llegándose a contar la Orden más de 150 monasterios al ser canonizada por Pablo VI el 3 de Octubre de 1976.

Es un consuelo para los españoles ver en la historia patria la decisión y empeño del fervor creyente sin fisuras en la Inmaculada Concepción de la Virgen siglos antes de que esa verdad fuera proclamada dogma por la autoridad máxima de la Iglesia.



Santa Beatriz de Silva Meneses, virgen y fundadora
fecha: 17 de agosto
fecha en el calendario anterior: 18 de agosto
n.: 1426 - †: 1490 - país: España
canonización: Conf. Culto: Pío XI 28 jul 1926 - C: Pablo VI 3 oct 1976
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Toledo, ciudad de España, santa Beatriz de Silva Meneses, virgen, que fue dama noble en la corte de la reina Isabel, pero después, prefiriendo una vida de mayor perfección, se retiró a las religiosas de la Orden de Santo Domingo durante muchos años y finalmente fundó una nueva institución con el título de Orden de la Concepción de la Bienaventurada Virgen María.

Beatriz, cuyo nombre portugués era Brites, nació en 1424. Era hermana del beato Amadeo, iniciador de la «reforma de Marignano» en la orden franciscana, a quien se tributa culto popular en Milán. Beatriz se educó en la corte de la princesa Isabel, la madre de la que sería Isabel la Católica. Cuando tenía unos veinte años, la acompañó a España, en ocasión de su matrimonio con Juan II de Castilla. La belleza y el encanto de Beatriz provocaron los celos de la reina. En todo caso, la soberana prestó oídos a las hablillas de las envidiosas damas de la corte, y Beatriz pasó tres días en la prisión sin probar alimento. Cuando recobró la libertad, convencida de la futilidad de la vida de la corte, se retiró al convento de las cistercienses de Toledo.

Desde tiempo atrás, ideaba la beata la fundación de una nueva orden femenina y, en 1484, consiguió poner en pie la congregación de la Inmaculada Concepción de María. Isabel la Católica regaló a la nueva comunidad el castillo de Galiana. Las religiosas adoptaron una variante de la regla cisterciense y vestían un hábito blanco y un manto azul, ya que la Virgen María se había aparecido en esa forma a la fundadora. Santa Beatriz murió en 1490. Poco después, bajo la influencia del cardenal Jiménez de Cisneros, que era franciscano, la congregación adoptó una modificación de la regla de las Clarisas Pobres y fue aprobada oficialmente. Todavía existe en España y otros países. El culto de santa Beatriz fue confirmado en 1926, pero la canonización le llegó el 3 de octubre de 1976, bajo el pontificado de SS. Pablo VI.

Sobre la santa, no hay mucho más material histórico que el comentado aquí; es digna de leerse la homilía del Papa en la canonización, que está en el sitio vaticano en italiano, con fragmentos en portugués y español. Acerca de la Orden de las Concepcionistas, de la que fue miembro la famosa mística María Coronel de Agreda, véase Heimbucher. Die Orden und Kongregationen der Kath. Kirche, vol. 11, pp. 488 ss.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

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