jueves, 8 de agosto de 2013

Faustino Oteiza, Beato


Presbítero y Mártir, 9 de agosto
 
Faustino Oteiza, Beato
Faustino Oteiza, Beato

Martirologio Romano: En la ciudad de Azanuy (Huesca), España, beatos Faustino Oteiza, presbítero, y Florentín Felipe, religioso, ambos de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías, mártires, que, en tiempo de persecución, entregaron su vida por Cristo (1936).
El p. Faustino Oteiza Segura había nacido en Ayegui (Navarra) y contaba 46 años al morir. Desde niño quería ser como uno de aquellos jóvenes escolapios que estudiaban en el cercano monasterio de Irache, a quienes pedía estampitas al verlos cruzar su pueblo en largas filas. Nos ha dejado tres cartas en que describe el martirio de sus hermanos de comunidad, reuniendo datos en que coinciden las trece historias de estos mártires escolapios. He aquí algunos pasajes:

-Tenemos tres mártires en toda la extensión de la palabra, padre provincial. Hasta la fecha el Señor no me ha juzgado digno de derramar mi sangre por Jesucristo. No sé si me concederá tanta dicha como la otorgada a mis santos hermanos. Aunque el Señor me infunde bastante fortaleza, puede considerar cómo estará mi corazón. Nos ha visitado casi todo el pueblo, condoliéndose de nuestra desgracia. Los de Peralta estaban empeñados en salvarnos, pero temían a los forasteros venidos armados en camiones. Los del pueblo procuraron apaciguarlos. Al hno. Florentín lo salvaron por anciano y a mí por enfermo. El p. Segura, el hno. David y yo nos abrazamos tiernamente y nos dijimos: Adiós, hasta el cielo. Radiantes de alegría, se presentaron a los guardias que los llevaron al lugar del suplicio, Siento no participar en su dicha. Tal vez, como inútil, el Señor me tenga reservada la pobre condición del criado de Job, que se libró de la catástrofe para darla a conocer al amo y que muertes tan gloriosas no pasen desapercibidas. En fin, padre mío, si nos vemos en la tierra, hasta entonces, y si no, hasta el cielo. Rueguen para que el Señor se compadezca de nuestros perseguidores a quienes perdonamos de todo corazón. (1-VIII-1936).

Este periodista del misterio fue asesinado una semana después de estas cartas. Había sido maestro de 23 promociones del pueblo. Al descubrir entre sus verdugos a un discípulo, le dijo:«Antonio, ¿vas a matar a tu maestro?». Aquel hombre huyó sollozando.

BEATO FLORENTÍN FELIPECon él fue Inmolado el hno. Florentín Felipe, nacido en Alquézar (Huesca). Era un anciano de 80 años, casi ciego, y al decirle el p. Faustino que se los iban a levar al suplicio, exclamó sencillamente: ¨Alabado sea Dios¨. Lo mataron con el rosario en las manos.

Fueron beatificado el 1 de Octubre de 1995 por Juan Pablo II





Beatos Faustino Oteiza Segura y Florentino Felipe Naya, mártires
fecha: 9 de agosto
†: 1936 - país: España
canonización: B: Juan Pablo II 1 oct 1995
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
En la aldea de Azanuy, en la provincia de Huesca, de nuevo en España, beatos Faustino Oteiza Segura, presbítero, y Florentino Felipe Naya, religioso de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías, ambos mártires, que en la misma persecución entregaron su vida por Cristo.

El 9 de agosto de 1936 se presentaron dos hombres en la llamada Casa Zaydin, donde estaban dos religiosos escolapios de la comunidad de Peralta de la Sal, y dijeron que ambos debían acompañarles a Fonz donde tenían que deponer en una causa. Uno de ellos, el sacerdote P. Faustino Oteiza, se dio cuenta de que se trataba realmente de la hora del martirio y dirigiéndose al hermano Florentino Felipe le dijo que había llegado la hora de ir al cielo. Pidió un poco de tiempo, que le fue concedido, confesó a las personas de la casa, se vistió de paisano para impedir que fuera profanado el hábito religioso y dio su bendición a todos los presentes. Los dos religiosos renovaron su profesión religiosa con todo fervor. A las cuatro de la tarde los recogió un coche. La calle estaba llena de gente, que acudió a despedirlos en el más respetuoso silencio. El coche partió camino de Azanúy y, ya en términos de esta población, paró el coche, los religiosos fueron obligados a bajar y allí los fusilaron. Rociados sus cadáveres con gasolina, fueron quemados pero no del todo, y por ello les enterraron en el mismo lugar de su martirio; al término de la guerra sus restos fueron trasladados a la iglesia escolapia de Peralta de la Sal. Juan Pablo II los beatificó el 1 de octubre de 1995 en el grupo de 13 escolapios martirizados en diversos días y en varios lugares durante el año 1936. Estos son sus datos personales:

Faustino Oteiza Segura nació en Ayegui, Navarra, el 14 de febrero de 1890. Ingresó en la Orden Escolapia en Peralta de la Sal y pronunció la profesión religiosa el 15 de agosto de 1907. Hechos los estudios sacerdotales, primero hizo la profesión solemne el 15 de julio de 1912 y luego fue ordenado sacerdote en Tarrasa, el 14 de septiembre de 1913. Destinado primero a la escuela infantil de Peralta, en 1919 fue nombrado ayudante del maestro de novicios y en 1926 maestro de novicios. Cumplió con total entrega esta labor formadora de los futuros escolapios y supo infundir en ellos el espíritu evangélico de san José de Calasanz. Desde 1920 padecía parkinson, lo que llevó con gran paciencia y entereza, procurando cumplir sus deberes con toda puntualidad. Cuando el 8 de noviembre de 1933 hubo un intento de incendiar el colegio escolapio, sólo el P. Faustino y otro hermano quedaron dentro del mismo. Tras el 18 de julio de 1936, inicio de la guerra civil, las cosas se pusieron muy difíciles para los religiosos. El día 23 fueron obligados a dejar el colegio e irse a la llamada Casa Clari, donde se prepararon al martirio y de donde fueron sacados todos menos los mártires de hoy, que el 29 de julio fueron llevados a la Casa Zaydin, y de aquí, como queda dicho, fueron sacados el día 9 de agosto.

Florentino Felipe Naya era natural de Alquézar, Huesca, donde nació el 10 de octubre de 1856 y fue bautizado con el nombre de Francisco. Tuvo una familia muy cristiana en la que abundaban las vocaciones religiosas. Llegado a la adolescencia se dedicó a las labores del campo y entró al servicio de un rico propietario. Por su medio conoció a los padres escolapios e ingresó en la Orden Escolapia como hermano lego, profesando el 7 de marzo de 1880 los votos temporales y el 29 de abril de 1883 los votos solemnes. Trabajó siempre en la cocina y el comedor, pasando por varios colegios de la Orden y llegando al de Peralta de la Sal en 1929. Los últimos años ya podía trabajar poco porque tenía problemas de vista y oído a causa de su avanzada edad. En la expulsión de los religiosos y la hora del martirio demostró gran serenidad y firmeza. Murió con el rosario en las manos.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
 

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