sábado, 17 de agosto de 2013

Sixto III Papa, Santo


XLIV Papa, 19 de agosto
 
Sixto III, Santo
Sixto III, Santo

XLIV Papa

Martirologio Romano: En Roma, en la vía Tiburtina, junto a san Lorenzo, sepultura de san Sixto III, papa, que restableció la concordia entre el Patriarcado de Antioquía y el de Alejandría, y en la Ciudad eterna erigió para el pueblo de Dios la basílica de Santa María, en el monte Esquilino (440).

Fecha de canonización: Fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, por lo que su culto fue aprobado por un obispo como consecuencia de la devoción popular.
Fue elegido papa a la muerte de san Celestino I, en el año 432, y ocupó la sede de Pedro por ocho años que fueron muy llenos de exigencias.

Durante su vida se vió envuelto casi de modo permanente en la lucha doctrinal contra los pelagianos, siendo uno de los que primeramente detectó el mal y combatió la herejía que había de condenar al papa Zósimo. De hecho, Sixto escribió dos cartas sobre este asunto enviándolas a Aurelio, obispo que condenó a Celestio en el concilio de Cartago, y a san Agustín. Se libraba en la Iglesia la gran controversia sobre la Gracia sobrenatural y su necesidad tanto para realizar buenas obras como para conseguir la salvación.

Pelagio fue un monje procedente de las islas Británicas. Vivió en Roma varios años ganándose el respeto y la admiración de muchos por su vida ascética y por su doctrina de tipo estoico, según la cual el hombre es capaz de alcanzar la perfección por el propio esfuerzo, con la ayuda de Dios solamente extrínseca -buenos ejemplos, orientaciones y normas disciplinares, etc.,- ¡era un voluntarista! Además, la doctrina llevaba anexa la negación del pecado original. Y consecuentemente rechaza la necesidad de la redención de Jesucristo. De ahí se deriva a la ineficacia sacramentaria. Todo un monumental lío teológico basado en principios falsos que naturalmente Roma no podía permitir.

Y no fue sólo esto. El Nestorianismo acaba de ser condenado en el concilio de Éfeso, en el 431, un año antes de ser elegido papa Sixto III; pero aquella doctrina equivocada sobre Jesucristo había sido sembrada y las consecuencias no desaparecerían con las resoluciones conciliares. Nestorio procedía de Antioquía y fue obispo de Constantinopla. Mantuvo una cristología imprecisa en la terminología y errónea en lo conceptual, afirmando que en Cristo hay dos personas y negando la maternidad divina de la Virgen María; fue condenada su enseñanza por
Sixto III, Santo
Sixto III, Santo
contradecir la fe cristiana; depuesto de su sede, recluido o desterrado al monasterio de san Eutropio, en Antioquía, muriendo impenitente fuera de la comunión de la Iglesia. El papa Sixto III intentó con notable esfuerzo reducirlo a la fe sin conseguirlo y a pesar de sus inútiles esfuerzos tergiversaron los nestorianos sus palabras afirmando que el papa no les era contrario.

Llovieron al papa las calumnias de sus detractores. El propio emperador Valentiniano y su madre Plácida impulsaron un concilio para devolverle la fama y el honor que estaba en entredicho. Baso -uno de los principales promotores del alboroto que privaba injustamente de la fama al Sumo Pontífice- muere arrepentido y tan perdonado que el propio Sixto le atiende espiritualmente al final de su vida y le reconforta con los sacramentos.

Como todo santo ha de ser piadoso, también se ocupó antes de su muerte -en el año 440 y en Roma-, de reparar y ennoblecer la antigua basílica de Santa María la Mayor que mandó construir el papa Liberio, la de San Pedro y la de San Lorenzo.


San Sixto III, papa
fecha: 19 de agosto
†: 440 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Roma, en la vía Tiburtina, junto a San Lorenzo, sepultura de san Sixto III, papa, que restableció la concordia entre el Patriarcado de Antioquía y el de Alejandría, y en la Urbe erigió para el pueblo de Dios la basílica de Santa María la Mayor, en el monte Esquilino.
refieren a este santo: San León I Magno

Sixto era uno de los principales miembros del clero de Roma. En el año 432 sucedió a san Celestino I en el pontificado. San Próspero de Aquitania escribió con esa ocasión: «Confiamos en la protección del Señor y esperamos que, por manos de Sixto, continuará derramando su gracia, como lo hizo por la mano de Inocencio, de Zósimo, de Bonifacio y de Celestino. Como éstos guardaron la grey contra los lobos que la atacaban abiertamente, así esperamos que lo haga Sixto contra los lobos ocultos». Esta última frase era una lusión al semipelagianismo. San Próspero no vio fallidas sus esperanzas. Sin embargo, como San Sixto era pacífico por temperamento y prefirió una política conciliatoria, algunos de los ortodoxos extremistas llegaron hasta a acusarle de tendencias pelagianistas y nestorianas.

San Sixto III restauró la basílica liberiana, llamada actualmente Santa María la Mayor y mandó poner en ella esta noble inscripción «¡Virgen María!, yo, Sixto te he dedicado este nuevo templo como ofrenda digna de las entrañas de las que nació nuestro Salvador. Tú, doncella que no conociste varón, llevaste en tu seno y diste a luz a nuestro Salvador. Y he aquí que ahora estos mártires, que con su vida dieron testimonio del Fruto de tu vientre, ciñen sobre tus sienes la corona de su victoria. Bajo sus pies están los instrumentos de sus sufrimientos: la espada, las llamas, las fieras, el agua, los crueles venenos. Los instrumentos son diversos, pero la corona es única». Sobre el arco del ábside puede leerse todavía la siguiente inscripción: «Sixto, obispo del pueblo de Dios». El santo Pontífice reedificó y consagró varias otras iglesias. La dedicación de Santa María la Mayor (5 de agosto) es fiesta de la Iglesia universal.

La fuente más importante es el Liber Pontificalis con las notas de Duchesne (vol. i, pp. 232-237). Véase también Grisar, Geschichte Roms und der Päpste, parrs. 224-226 y 468.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
 

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