jueves, 26 de septiembre de 2013

Tener un hijo discapacitado es un gran dolor

Ustedes amigos, les dijimos, tienen la absoluta seguridad de que su hija verá el rostro de Dios
 
Tener un hijo discapacitado es un gran dolor
Tener un hijo discapacitado es un gran dolor
Tener un hijo discapacitado es un gran dolor

Mabel es una madre que nos ha hecho llegar el profundo dolor que vive, dado que tiene un hijo discapacitado.

Tener un hijo con discapacidad debe ser un gran dolor.

Por más que recemos nosotros, por más que tengamos el firme deseo de acompañarla, por más que le digamos te queremos, te acompañamos, nunca, pero nunca, viviremos el dolor de ella.

Nunca podemos vivir el dolor que vive ella. Nunca podremos vivir el dolor que vive ella.

Hay dolores personales, dolores que tienen un solo sabor, el sabor amargo del que los tiene que vivir.

No hay ninguna duda que sobre tu situación --madre de un hijo discapacitado-- poco o nada te puedo decir, poco o nada se puede decir de algo que no se vive, del dolor que no se vive.

Por más que yo trate de ponerme en tu dolor, esto es imposible.

Las cruces que cada uno lleva solamente cada uno sabe lo que pesan.

Con mi esposa Lydia somos amigos de un matrimonio que tienen una hija discapacitada. Es autista.
Les ha costado muchos años aceptar esta cruz.

Un día charlando de nuestros hijos, así como al pasar, le dije que uno quiere a todos los hijos por igual. Hay de mas buenos y otros que no lo son tanto. Pero igual uno los quiere.
Y entre las cosas que uno anhela es que ellos también lleguen al paraíso.

Yo no sé si mis hijos verán el rostro de Dios. Uno ha tratado de hacerlos buenos, pero siempre.....siempre te asalta la duda. Porque ellos son libres de su vida y libres de sus actos.

En cambio ustedes amigos, les dijimos, tienen la absoluta seguridad de que su hija verá el rostro de Dios. Nosotros no sabemos si nuestros hijos lo conocerán. Ustedes si: todo hijo discapacitado en su mente, verá el rostro de Dios..

Dios solamente permite que cada uno de nosotros viva la cruz que puede soportar. Creo que yo no lo podría soportar.
Con los años hemos ido viendo que ellos fueron asumiendo esta circunstancia, y creemos....creemos que ya no les pesa tanto como antes cuando ella era mas chiquita.
Quizás les pesa menos, aunque seguro que les sigue doliendo.

Como puedes ver --estimada Mabel-- tu cruz es pesada, pero Dios no dejará de darte la fuerza que necesitas para soportarla y dar testimonio de ello frente a la comunidad que seguro te acompañará y rezará por ti.

Es frecuente que el hombre creyente crezca en el dolor, en el dolor asumido se entiende. Dolor asumido es entrar a formar parte de aquella cruz y a igual que aquella cruz se entra a formar parte de la redención.
Es darle sentido al dolor, es darle sentido a lo que uno le toca vivir.

En el diario donde Elizabeth Leseur reflejaría el sufrimiento experimentado durante un periodo de su vida, el cual fue redimensionado por la fe, nos dejó escrito: “el sufrimiento es la forma más elevada de acción, la más alta expresión de la maravillosa comunión de los santos; en el sufrimiento se es útil para los demás y para las grandes causas que uno anhela servir”.

Víctor Frankl nos dice en uno de sus libros: el sufrimiento sin sentido es neurósis, cuando se lo dota de sentido es crecimiento.
Esta frase es cristianismo puro.
Hay que esforzarse en encontrar un sentido a la vida, en toda vida y mucho más frente al sufrimiento.

Uno de los grandes problemas del mundo de hoy es que muchos no han encontrado el sentido a lo que viven. Viven sin saber bien para que.
Y mucho menos lo van a encontrar cuando el sufrimiento rodea su vida.

Un verdadero creyente intuye que lo que aparece como mal inexplicable, con la luz de la fe, puede devenir un bien espiritual imposible de abarcar, pesar o medir. (Miguel Rivilla San Martin)
La fe ayuda. Ser creyente ayuda.
Fe y creencia ayudan a entender que en la vida a todo dolor le sigue una alegría. Y que a veces también a las alegrías le suceden sufrimientos.

Es la vida que sigue........... y seguirá hasta el fin de los tiempos.

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