lunes, 21 de julio de 2014

DEJA QUE HABLE EL SILENCIO

 

 
Deja que hable el silencio
Quienes huyen de la soledad de algún modo están huyendo de sí mismos


Mientras que a unos les ahoga la soledad, hay otros que la necesitan como el oxígeno para respirar. Mientras unos buscan el bullicio de la fiesta y la algarabía, otros encuentran en el silencio la paz deseada. Al final de lo que se trata de estar a gusto con uno mismo, y dejar que hable el silencio; sin prisas, ni inoportunas interrupciones. 

Hay personas que temen encontrarse a solas consigo mismas, y que tan solo el pensar en tal situación les incomoda, cuando no, les aterroriza. 

Difícilmente podemos gustar a los demás, si no somos capaces de gustarnos a nosotros mismos. Difícilmente podemos amar a los demás y ser amados, si no somos capaces de amarnos a nosotros mismos.

Quienes huyen de la soledad de algún modo están huyendo de sí mismos.

Cuando tenemos a una persona delante, más allá de la imagen que percibimos de ésta con nuestros sentidos corporales, será la bondad o maldad, la belleza o fealdad del alma que se esconde tras la máscara física de su cuerpo, las que captaremos; y no porque tengamos un poder especial sobrenatural para hacerlo, sino porque será esa misma persona la que inconscientemente nos esté enviando su "imagen", que tampoco tendrá por qué ser la real, sino corresponderá a la imagen que esa persona tenga de sí misma.

En la mayoría de casos, las personas que temen encontrarse a solas, es porque no se gustan, y no se gustan porque nunca se han dado la oportunidad de conocerse a sí mismas.

Conócete a ti mismo y amate, y a partir de ese momento comenzarás a ser amado y valorado por los demás; aunque eso ya habrá dejado de tener importancia para ti. 

Busca diariamente tus ratos de soledad y deja que te hable el silencio. Con el tiempo descubrirás que nunca estuviste solo; con el tiempo descubrirás el universo que llevas en tu interior. Deja volar tu alma, libre como cuando eras niño, antes que el mundo te hiciese mayor.

Deja que hable el silencio… escucha su voz.

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