domingo, 31 de agosto de 2014

Sé justo

No sólo tienes que parecer justo, sino que tienes que serlo; serlo y parecerlo
 
Sé justo
Sé justo
Cuánto daño hace a las almas hallar un hipócrita, que todos saben que dice y no hace.

Todos quieren encontrar a personas justas, a personas coherentes con su fe, ¡las necesitan para creer!; incluso los que tienen fe, necesitan hallar personas que tengan fe, que practiquen la fe.

Sé tú, para los que esperan al justo, te vean, te encuentren, y les alegres el alma con tu verdadera piedad, la del obrar.
Muchos pretenden practicar con la predicación, pero en sus obras les falta amor, la caridad cristiana.

Tantos saben sermonear, y, y ¿luego qué?... nada, sólo saben aplicar las palabras en el momento oportuno, y quedan ante sus propios ojos, como lo que son, sepulcros blanqueados.

Amigo, tú puedes ser justo, ¡claro que sí!, puedes serlo aunque no lo hayas sido, pero puedes conseguirlo con voluntad y apoyándote en la Santísima Trinidad, porque Dios hace, del hombre de voluntad, un justo con obras y palabras de piedad. Esa clase de personas, son las que hacen falta para que la historia los recuerde, y mientras vivan, hagan historia con su justicia.

Sé justo. Tú, sí, ¡tú!
 

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