miércoles, 29 de octubre de 2014

ANGLICANOS


HISTORIA 
El Rey de Inglaterra, Enrique VIII, pidió al Papa Clemente VII la anulación del matrimonio con su legítima esposa, Catalina de Aragón, para casarse con Ana Bolena. El Papa se rehusó con toda razón, fiel al mandato de Cristo: «Lo que Dios unió, no lo separe el hombre» (Mc 10,9).
Entonces, el Rey separó su país de Roma, es decir del Papa, declarándose Único y Supremo Jefe de la Iglesia de Inglaterra, el año 1534. Así pudo realizar su deseo perverso.
Poco después mandó matar a su nueva esposa, para casarse con Juana de Seymour. A la muerte de ésta última, se volvió a casar con Ana de Clèves, de la cual se divorció para casarse con Catalina Howard. También a ésta mandó a ejecutar, para casarse con Catalina Parr. Como es fácil notar, las razones de esta separación fueron muy poco «teológicas».
Contra los católicos que quisieron seguir siendo fieles al Papa, se desató una violenta persecución, en la que se dio muerte a 21 obispos, a más de 500 sacerdotes y más de 72 mil fieles. Entre estos últimos aparece el nombre de Tomás Moro, el canciller del reino, que después fue canonizado por la Iglesia Católica.

DOCTRINA 
• El Rey (o la Reina) de Inglaterra es el Jefe de la Iglesia Anglicana (anglicana-inglesa).
• Aparte de esto, lo demás es igual a la Iglesia Católica. Hay solamente alguna diferencia notable en la interpretación de ciertos sacramentos, como vemos a continuación.
• El matrimonio no es indisoluble, se admite el divorcio.
• La confesión es una mera declaración del perdón concedido por Dios. La Iglesia Católica enseña que el ministro perdona en nombre de Dios: «A quienes perdonen los pecados, queden perdonados, y a quienes no los perdonen, queden sin perdonar» (Jn 20,23).
• Jesús está espiritualmente presente en el pan y el vino consagrados. La Iglesia Católica enseña que Jesús está totalmente presente con su cuerpo, sangre, alma y divinidad, bajo las formas del pan y del vino.
• Con relación al orden sacerdotal, los anglicanos, al separarse del Papa, contaban con verdaderos obispos y sacerdotes, aunque actuaban ilícitamente. Sin embargo, en 1559 la Reina Isabel nombró a Matías Parker, que no era obispo, como titular de la sede de Canterbury y su representante sobre la Iglesia Anglicana. No siendo obispo, ¿cómo podía consagrar a sacerdotes y obispos y mandar sobre ellos? Así que, después de estudios históricos, el Papa León XIII en el año 1880 declaró interrumpida la sucesión apostólica en la Iglesia Anglicana, por lo cual sus obispos y sacerdotes no son ni lícitamente ni válidamente consagrados.
• Tienen un fuerte sentido ecuménico, puesto en dificultad por haber aceptado últimamente la ordenación de mujeres.
• En América Latina son proselitistas, como muchos otros grupos que pertenecen al protestantismo histórico.

ORGANIZACIÓN 
• Por encima está el Rey o la Reina; sigue el Parlamento inglés; después viene el arzobispo de Canterbury.
• Se dividen en diócesis, bajo el régimen de un obispo, y parroquias, guiadas por un párroco.
• Existen comunidades religiosas masculinas y femeninas. En todo esto se nota su afán de proclamar su catolicidad y diferenciarse del protestantismo.
• El culto oficial se rige por el «Libro de la Oración Común», cuya compilación fue iniciada por Thomas Cranmer y Nicholas Ridley. Contiene el Devocionario oficial, el ritual de ceremonias y partes bíblicas que usan en el calendario litúrgico.

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