miércoles, 26 de noviembre de 2014

SI SOMOS OVEJAS VENCEMOS. SI NOS CONVERTIMOS EN LOBOS, SOMOS VENCIDOS



 «SI SOMOS OVEJAS VENCEMOS. SI NOS CONVERTIMOS EN LOBOS SOMOS VENCIDOS» 


De las Homilías de san Juan Crisóstomo, obispo, sobre el evangelio de san Mateo



Mientras somos ovejas vencemos y superamos a los lobos, aunque nos rodeen en gran número; pero si nos convertimos en lobos entonces somos vencidos, porque nos vemos privados de la protección del pastor. Éste, en efecto, no pastorea lobos, sino ovejas, y por esto te abandona y se aparta entonces de ti, porque no le dejas mostrar su poder.

Es como si dijera: «No os alteréis por el hecho de que os envío en medio de lobos y al mismo tiempo os mando que seáis como ovejas y como palomas. Hubiera podido hacer que fuera al revés y enviaros de modo que no tuvierais que sufrir mal alguno ni enfrentaros como ovejas ante lobos, podía haberos hecho más temibles que leones; pero eso no era lo conveniente, porque así vosotros hubierais perdido prestigio y yo la ocasión de manifestar mi poder. Es lo mismo que decía a Pablo: Te basta mi gracia, que en la debilidad se muestra perfecto mi poder. Así es como yo he determinado que fuera.» Al decir: Os envío como ovejas, dice implícitamente: «No desmayéis: yo sé muy bien que de este modo sois invencibles.»

(Homilía 33, 1. 2: PG 57, 389-390)

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